Flashlight | Jason Todd.

ELEVEN [CHRISTMAS SPECIAL 2/3]

— ¿Cuál es el plan ahora? —Preguntó Donna cuando llegamos al parque, encontrándonos con Conner tirando a Gar bastante lejos de un golpe.

— ¡Hey, Conner!

— ¿En serio?

— ¿"Hey, Conner" es el gran plan? —Pregunté con ironía, mirando a Kory, quien había gritado y esta se encogió de hombros, sin saber mucho. Suspiré pesadamente, y le avisé a Dawn que estaba a mi lado, que iría con Rachel por Gar ya que podía atacarla. Aunque estaba segura que Rachel podría defenderse bastante bien sola.

Me acerqué a pasos silenciosos por detrás de ellos, atenta a cualquier cosa por si Gar la atacaba, y esperé a que Rachel hiciera lo que sea que fuera a hacer con sus poderes para traerlo de vuelta.

— Vamos, Gar, vuelve con nosotros... —Susurré, mirando como ella le tocaba la mano o pata, considerando que estaba transformado en tigre.

Luego de unos minutos, Gar volvió a su aspecto humano y Rachel le entregó algo con que taparse. Una pequeña sonrisa se formó en mis labios y decidí volver con Conner para darle un poco de privacidad a ambos, pero con lo primero que me encontré al llegar donde las chicas fue que Conner tenía tomados del cuello a Donna y a Hawk, el cual, por lo que poco que entendía, era o fue la pareja de Dawn.

Y no sólo eso, sino que le estaba por disparar a Dawn con su visión láser, aunque esta fue más astuta y puso un espejo de frente, provocando que se le devolviera y así soltara a Donna y Hawk.

Me acerqué a Donna para ver como estaba, y luego miré a Dawn, que era la única que no había sido golpeada.

— Yo me encargo. —Me alejé de Donna, quien aún estaba tosiendo un poco por la falta de aire, y me acerqué a Conner que también iba caminando hacia nosotras.— Conner, no quiero hacerte daño. Por favor, sé que aún hay algo de ti detrás de todo lo que te hicieron. Por favor, pelea contra eso.

Se detuvo por un momento y desvió la mirada de mí, hacia las chicas detrás de mí y después cerró los ojos con fuerza.

— ¿Conner? —Di unos pasos hacia él para calmarlo, pero cuando estuve a un metro, rompió la distancia, tomándome del cuello y empujandome contra un juego.— Mierda. —Susurré bajo, levantándome y corriendo al auto por la kriptonita. No había querido sacarla antes porque no quería hacerle daño, pero al parecer era la única manera.

Mientras hacía eso, los demás empezaron a pelear contra él. Incluso Dick había llegado haciendo una entrada bastante épica.

Donna lo atrapó en su lazo cuando este quiso caminar hacia Dick, y Rachel también se acercó a atraparlo con sus poderes, haciendo que una especie de nube negra lo envolviera

— Dick, apresúrate, este chico es realmente fuerte.

Ese fue el momento para acercarme a él también, sacando la kriptonita del maletín a una distancia moderable para que lo debilitara, y así fue, apenas le mostré la kriptonita empezó a hacer muecas de dolor, e intentó resistirse aún más.

Dick le dio la mano a Rachel, y sus ojos se pusieron negros completamente. Supongo que ahora estaba en la mente de Conner por lo que hablaba, como si estuviera hablándole a él directamente en ese momento, pero de un momento a otro Conner soltó un grito como si estuviera en una pelea interna y abrió los ojos con su visión láser, disparando directamente a quien estaba frente a él; Donna.

— ¡Conner, no! —Grité, corriendo hacia Donna para protegerla sin pensarlo dos veces.

Sólo Donna podía verme correr hacia ella, pues también tenía supervelocidad, aunque no como la mía con la speedforce, más bien como la de Conner. Para cuando intentó detenerme, ya había llegado enfrente de ella, recibiendo el impacto de la visión láser de Conner, provocando que empujara a Donna al suelo y que yo saliera volando contra un juego mecánico a varios metros de él.

— ¡Valentine! —Escuché la voz de Dawn a lo lejos, pero aunque intenté ponerme de pie para demostrar que no había sido más que un fuerte impacto, no pude. De hecho, solté un quejido apenas me moví y el dolor empezó a esparcirse por todo mi cuerpo, haciendome soltar más gemidos de dolor.

¿Por qué no estaba sanando?

Podía escuchar las voces a los lejos, pero veía todo borroso, y por más que intentaba mantenerme despierta, los párpados cada vez me pesaban más.

— ¡¿Lexya?! —Intenté abrir los ojos para ver quien se acercaba, pero era imposible divisar bien al sujeto. Lo único que pude reconocer fueron un par de botas corriendo a mí y una capa.— ¡Hey! Quédate conmigo, Lexya, no te duermas.

— ¿Jason? —Susurré, empezando a toser al intentar hablar. Estaba segura que tenía más de una costilla rota.— Volviste...

— Así es. —Me tomó el rostro con cuidado y me apoyó la cabeza en sus piernas.— No te duermas, quédate conmigo. Háblame. ¡Dick!

— Jason, llama a Bruce. —Murmuré.— Él sabrá... —Tosí un poco más antes de seguir.— Él sabrá a quien llamar para ayudarme.

— ¿Bruce? —Aunque no podía verlo bien, podía asegurar que tenía el ceño fruncido. Asentí lentamente, empezando a cerrar los ojos.— No, no, Lexya, no cierres los ojos.

Pero aunque quisiera mantenerme despierta, no podía. Lo último que logré escuchar de su parte fue una maldición y el nombre de Bruce después. Luego de eso todo fue oscuridad.