Llegaron al departamento de Fukuzawa
-¡Hey! este lugar no parece que alguien viva aquí, está demasiado vacío-
-Solo tengo lo necesario, ven aquí- y llevándolo al sofá lo sentó- espera.
Regreso al poco rato con un botiquín, primero trato una pequeña herida en el labio inferior.- abre tu camisa camisa, atenderé tus heridas .
-¿Ah?, ¿así que ese sera tu primer movimiento esta noche?-Hablaba mientras se desabotona la camisa
-¡AUCH!,¡arde!
-Tranquilo solo estoy limpiando con alcohol, no tienes gran daño como el que pensé que tendrías.
- Me acabo de dar cuenta de algo
Ogai enlazo sus brazos alrededor del cuellos del otro- si que eres un buen enfermero, en el futuro deberías dejar ese trabajo tuyo de guardaespaldas y trabajar solo para mi.
-Bien sabes que si hago eso no te podrás concentrar en atender a tus pacientes además de lo celoso que puedes llegar a ser.
-¿Acaso te crees tan irresistible?- enarcando una ceja
-¿Acaso no lo soy?
--Si que sabes cómo provocarme
Con esto dio inicio a una ola de besos y mordiscos al principio eran besos largos pero poco a poco comenzaron a ser más intensos y salvajes. Entre besos llegaron a la habitación, ambos parecían danzar en la habitación, para llegar hasta la cama, movimientos delicados y bruscos, piel con piel, suaves caricias, rasguños que ardían pero placenteros, toques indecisos, seguros, rápidos, nuevas experiencias, descubrimientos corporales. palabras dulces como quejidos. En el dar y recibir reside la forma más completa, entregándose el uno con el otro, uniéndose y apartándose para volver a ser un solo ser.
El ojiazul al no poder frenar su instinto de alfa lanzo una mordida, pero en lugar de caer en el cuello de del otro esta termino en su brazo
-¿porque te has mordido?
-No lo haré si tu no quieres que lo haga?, por muchas ganas que tenga
-¿Acaso te he dicho que no lo hagas?
Con luz verde para continuar Fukuzawa antes de morder la zona le dio un suave beso.
-¡AAAH! ¡JODER!- con lágrimas gritó fuertemente el pelinegro
-El dolor ya pasara, trate de no ser demasiado brusco a la hora de morder.
Apenas pudiendo hablar -nn-no ggri...te por la mordida, me ha dolido en otra parte.
No solo se habían unido de manera emocional sino también corporalmente eran un solo ser.
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Despertándose temprano por costumbre lo primero que vio fue el rostro apaciguado de y relajado de Ogai incluso pudo notar una leve sonrisa.
-¿Desde cuando estas despierto?
Abriendo los ojos y mostrar sus hermosas pupilas- no tiene mucho, aun estoy cansado y adolorido como para ponerme en pie.
Fukuzawa lo abrazo provocando que el otro se acurrucara en sus brazos.
-Quiero quedarme más tiempo de esta manera
el ojiazul aprovechó esa posición para darle una mordida en la oreja como señal de cariño- No me iré a ninguna parte me quedara siempre de tu lado-susurrando suavemente en su oído