Al día siguiente en la escuela
-Edogawa si sigues comiendo toda esa chatarra te harás daño- le dijo uno de sus compañeros
- vale, gracias por tu preocupación de mamá gallina pero en esta ocasión no me lo comeré todo- decía esto mientras guardaba varios bocadillos en sus bolsillos.
Terminando de guardar todos sus dulces Edogawa corrió hacia la biblioteca, se dirigió exactamente a donde había visto al chico extranjero y ahí estaba.
-Sabía que te encontraría-anunció triunfante
El otro en cuanto vio al ojiverde se apresuró a guardar sus cosas
-No tan rápido.- cerrandole el paso
-Tenemos un asunto pendiente
-No tenemos ningún asunto, tt-te he dicho que no te perdonaré, ¡¡DEJAME TRANQUILO!!
-SSHH- siseo la bibliotecaria, que lo menos quería era tener a un par de mocosos con los cuales lidiar, la desconcentraban de leer las noticias internacionales
Ignorando olímpicamente el llamado de atención -Reflexioné sobre ello tienes razón en todo lo has dicho, no fui sincero a la hora de disculparme pero llegué a la conclusión de que lo mejor es iniciar de nuevo,borrón y cuenta nueva - con una enorme sonrisa - ¿Qué dices?
-¡¿Qué?!
-Muy bien ustedes dos están suspendidos, no podrán hacer uso de este espacio por dos meses- decía la bibliotecaria que había salido de la nada y ahora los estaba sacando.
Una vez fuera de la biblioteca y con la puerta de cristal cerrada en sus narices
-¿y bien?- volviendo a extender su mano- ¿Empezamos de nuevo?... Mi nombre es Edowaga.
-supongo que si no te sigo el juego me atormentaras hasta que diga "si"
- sip, no lo dudes
Soltando un poco su respiración y resignado el chico le tendió la mano al ojiverde -ah mi nombre es Edgar Allan Poe.
Una vez terminado el apretón de manos y la reconciliación el ojiverde de sus bolsillos sacó unas paletitas, de sabor vainilla con chocolate y se las obsequió a Edgar, como símbolo de paz.
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Solo se necesitaron de unos meses para que los dos chicos se empezaran a llevar de maravilla, no cabe duda que era cierto lo que se decía de un extrovertido adoptada a un introvertido.
-¿Hoy iras de nuevo a la casa de Allan?- preguntaba Fukuzawa
-sip, le estoy ayudando con el japonés.
Frunciendo un poco el ceño - ¿tu madre te ha dado permiso?
-si, le hablé por teléfono y me dio permiso, también me dijo "Dile a tu tonto padre que no olvide vaciar el arenero" ah y que volverá tarde del hospital, tiene programada una cirugía.
-En ese caso te quiero de regreso puntualmente.
-si si si, adios
No tardó en llegar a casa de su amigo, el GPS en el celular era una maravilla y bendición de la modernidad
Entrando a la habitación de Edgar como si fuera la suya el ojiverde se sentó en la cama mientras de su mochila extraía golosinas -Muy bien, ¿estás listo para la lección de hoy?
-ss-si, estoy listo- respondió Allan
-Tenemos que hacer algo con tu timidez, pero eso lo solucionaremos después.
Así pasaron unas dos horas de estudio, entre lecciones de gramática y pausas para bocadillos el tiempo pasó realmente rápido, el ojiverde preparándose para regresar a casa
-Oye, ¿qué colonias usas? huele realmente bien.
Esa pregunta lo tomó por sorpresa
-¿Ah?
Allan un tanto desconcertado, quizás había hecho una pregunta incómoda, aún no se adaptaba a las costumbres asiáticas- Disculpa si pregunté algo indebido, solo queria saber el nombre de tu colonia, huele bastante bien...como manzana con miel.
Edogawa oliendose asi mismo -¿enserio?, yo no uso colonia...quizás sea el aroma de alguno de mis dulces.- Pero ahora que hablas de colonias ¿tu usas una que huele a avellana, verdad?
-no
-....
-Mira la hora que es.. tengo que regresar a casa o papá me castigara, nos vemos en la escuela.
El ojiverde regresó corriendo a casa y directo a encerrarse en su cuarto con un montón de preguntas en su cabeza, sin cenar se quedó profundamente dormido hasta que unos toques en su frente lo despertaron.
-ppa- ¿papá?, ¿Qué sucede?
-Tranquilo, no quise despertarte pero saldré por un momento, quiero que te quedes a cargo en lo que estoy fuera. ¿podrás cumplir con ello?.
-si.
Era casi media noche hacia un frio horrible, y dentro del hospital el trabajo implemente no se detenía.
-Muy bien, este paciente fue el último- cansado Ogai se retiraba los guantes y la bata quirúrgica.
-Doctor, ¿ha salido bien la cirugía?- preguntaba una mujer.
-Descuide todo salió bien, ahora usted debe descansar.- con una sonrisa confortante el doctor daba animos a aquella mujer.
Una vez cambiado de ropa salió del hospital.
-¿Que haces aqui?- alarmado por ver a su esposo a tan altas horas de la noche, fuera del hospital y con el frío que congelaría a cualquiera, corrió a él.
-Vine por ti- fue la respuesta del ojiazul.
-Veo claramente eso..pero ...¿dejaste solos a los niños?
-Edogawa esta a cargo.
- ¡¡Yukichi!!, te amo y me encanta que te preocupes por mi y , pero ¡¡no dejes solos a los niños!!
Ambos subieron a su automóvil, el ojiazul conducia y Ogai miraba a la ventana con una expresion de preocupacion.
-Tranquilo, solo fueron unas cuantas horas.
-¿Sabes cuantos niños van a parar a emergencias por un descuido de los padres?
-bien, ya entendí. Pero en mi defensa no iba a permitir que mi esposo regresara a casa solo.
-....-
-No te enojes, veras que en cuanto lleguemos estarán bien, lo más probable es que estén durmiendo justo ahora.
Aparcaron el vehículo y en cuanto abrieron la puerta de su casa
-¡¡AAHHH!!
Ogai y Fukuzawa al escuchar los gritos de sus hijos tomaron posturas de combate, encendieron las luces y lo primero que vieron fue a los tres niños cubiertos con mantas,mientras se abrazaban y palomitas junto con golosinas regadas por todo el lugar, y el televisor encendido en una película de terror.
entre las mantas Akiko asoma la cabeza- descuiden solo son mamá y papá - con esto los otros dos se descubren, justo en ese momento una de las bombillas deja de funcionar y nuevamente el lugar se vuelve oscuro.
-¡Es el diablo que viene por nosotros!-los tres gritaron al unisono mientras corrían hacia sus padres.
Esa noche los cinco durmieron juntos.
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Holi, ¡¡he vuelto!! no había publicado por mis crisis existenciales, he estado escribiendo otras cosas fukumori y ranpoe que quizas en el futuro las suba.
¡¡gracias por leer!!