[La vuelta]

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Dan POV

Termina la película, y no creo poder manejar, estoy muy cansado. Le pregunto a Felix:

-¿Podrías llevarnos de vuelta, Fox?

-Sí, no te preocupes- me dice, besándome la frente-.

Nos subimos al auto, y la noche nos traga. Íbamos ya de camino, y vimos una criatura pequeña atravesándose  en la calle. GRITARÉ. 

-¡UN PERRO!- estoy gritando- ¡FELIX, FELIX!

-¿Qué?

-¡ES UN PERRITO! 

-Sí, lo veo.

-¿NOS LO LLEVAMOS, FOX?

-Hay que ver si es efectivamente un perro, podría tener rabia- me explicó-, Dan. NO, NO SALGAS DEL AUTO.

 -POBRECITO... VEN ACÁ, ¡COSITA LINDAAA!

El supuesto perro se acercó, y mientras llegaba al auto, lo vi, y Felix también. 

-DAN, ES UN MAPACHE. ES UN PUTO MAPACHE, NO UN PERRO- gritó Felix, mirándome-.

-Sí, es mío, le pondré nombre- dije yo, calmado- y será feliz.

-¡¿DAN, ESTÁS LOCO?! ES UN MAPACHE, ELLOS SE ROBAN LA COMIDA ¡Y MUERDEN- gritó-!

-Es apenas un cachorro perdido. No te preocupes- le intenté apaciguar-, ¿ves?- lo tomé en mis manos- es suave, y es adorable. 

-VA EN EL MALETERO, ¿OK?

-Trato hecho- le respondí-, Foxy.

Lo metí en el maletero, entre cobijas, y palomitas. Me dormí, y al despertar oí un quejido en mi pecho. Abrí los ojos, y el mapache estaba abrazado a mí. Miré al volante, para comentarle a Felix mi posición, pero pronto noté que el auto estaba estático.

-¡NO ES MI AUTO, ES DE LA HERMANA DE MI NOVIO!- escuché afuera.

Mierda, Felix y el policía de transito hablaban. Mejor dicho: gritaban. 

-Eso no me importa, debo abrir el auto, es sospechoso- le respondió el oficial-, si son gays, puede que tengan algo ilegal.

-Eso es un insulto, oficial- salí del auto, dejando al mapache (aún dormido) en el maletero nuevamente-, eso se llama homofobia, y en las leyes básicas de cada país dice claramente que no se le puede dar un trato diferente o malo a otras personas por no ser como usted. Está siendo ilegal.

-Joven, yo no pretendía ofenderlos.

-Pues lo hizo, sin duda. Pero podríamos dejarlo ir con una advertencia- dijo Felix, volviendo a la conversación-, amigo.

-Sí, ¿le parece? ¿o prefiere que lo demande?

-No, no. Dejémoslo así. Perdón.

-Está parcialmente perdonado- respondió Felix, tomándome de la mano, acercándome a él, y besándome con rapidez. 

Ese beso fue mi verificación, no éramos un par de amigos jugando con los sentimientos del otro, éramos pasión. 

Nos subimos al auto y partimos. Eran ya las once, así que decidimos quedarnos a dormir en un hotel en algún lado de la carretera. Mensajeé a mi mamá avisándole.

°Mamá! Hola, estábamos de vuelta del cine, y había tanto tráfico que tuvimos que parar. Dormiremos en un hotel.

°Sí mi amor, no se preocupe. Coma bien y cuídese, duerma bien, lejos de las chicas.

°Sí, mamá. No vemos!

"Lejos de las chicas", eso obvio. No prometo lo mismo con el único chico que hay.


 De pronto me mareo, ¿qué pasaría si mi mamá descubriera que salgo con mi "mejor amigo"? Ella no es mala, es comprensiva y la amo, pero es muy religiosa.

-Bebé, ¿estás acá?- me dijo Felix.

-Sí, sí, Felix.

-¿Estás bien?- me preguntó- Te ves mal..

-Saldré a tomar aire, ve entrando al motel.

Salí del auto, dirigiéndome al pasto. Pasto. Pasto. Césped. Césped. Zacate. Zacate. Sínonimos de ellos, como las estrellas. Sólo que las estrellas son diferentes. Así como las personas. Conclusión: mi madre es pasto, y es especial, lo que la hace una estrella, una estrella que no aprobaría mi relación. Aclaré mi mente. Una bocanada de aire, dos, tres. Vuelvo al pavimento, y entro por la puerta principal del Motel chino llamado "冷靜點"

Dan y FelixWhere stories live. Discover now