Felix POV
Ya eran las cuatro y media, y si no nos apurábamos sospecharían de nuestro paradero. Lo habíamos pasado muy bien, de eso no había duda alguna, pero sabía que Dan entraría en pánico si se daba cuenta de la hora y del lío en el que estábamos metidos, entonces decidí sólo ir a bañarme y despertarlo en cuanto estuviera listo. Me bañé y vestí, y luego empaqué mis cosas, lo que duró al menos media hora. Después me dispuse a su despertar a Dan, que yacía en la cama con su piel rojiza y pensamientos dispersos, mostrando esa leve sonrisa que tanto me agrada. Le toqué el hombro y lo sacudí.
-Ahm.. ¿Qué pasa?- me preguntó, entreabriendo sus bellos ojos almendrados.
-Debemos irnos. Vístete y guarda tus cosas. Son las cinco.
-Mierda, mierda, ¡mierda!
Se levantó súbitamente y se vistió, y salió del cuarto, bajó las escaleras y me volvió a ver, como diciendo "¿Vienes o no?"
Y yo fui.
Llegamos al estacionamiento, y buscamos nuestro auto, que estaba cubierto por una carpa, como los demás.
-Parece que llovió anoche, y pusieron carpas- le dije, porque parecía confundido-.
Asintió y abrió la puerta del auto, esperando ver a los adorables mapaches. Ahí estaban, y lanzó un chirrido tremendo, que me asustó, pero enterneció al mismo tiempo. Subimos nuevamente y alistamos lo que faltaba, y bajamos nuevamente para despedirnos de la viejita que atendía la recepción. Nos despidió, deseó suerte en el camino, y nos obsequió dos collares, que consistían en hilo rojo con una pieza de jade tallada en forma de corazones.
-Simbolizan unión y fortaleza, creo que se ajustan a ustedes- nos dijo, guiñando un ojo.
Le agradecimos y subimos al auto.
-Vamos a comer, ¿te parece?- me dijo Dan con una sonrisa enorme en su rostro.
-Me parece- dije tómandole la mano-.
Pareció sorprendido, pero no presentó oposición. Me volvió a ver, y me dedicó un beso en los labios.Yo manejaba, y me gustaba. La vegetación era bellísima, y los paisajes me encantan.
Pasó un rato de viaje, pasamos a una soda llamada "Los platillos de Lucía", y comimos, comprando una porción para los mapaches.
-Hay que nombrarlos- me dijo, feliz, Dan-. Le dije que sí, y seguimos el trayecto hacia la ciudad.Ya estábamos en mi calle, así que me bajé del auto, besé a Dan y bajé mis cosas del auto.
-Nos vemos, Dan- le dije con una sonrisa sincera-.Y en verdad esperaba que nos viéramos mucho más, porque aceptar mis sentimientos hacia él era lo mejor que me había pasado.
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Dan y Felix
NonfiksiFelix y Dan estudian juntos, y siempre ha sido así. Felix y Valentina son novios, y a los 16 años ya planean tener una vida juntos, al igual que Dan y Ella, la estudiante estrella del curso. Sus vidas dan una vuelta insospechada. Acompáñame a narra...