Final

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7 años después

Su respiración se vuelve nuevamente irregular, cuando se despierta sobresaltado de su pesadilla. El chico rizado a su lado lo abraza fuertemente contra su cuerpo, como las ultimas noches lo ha estado haciendo. Las pesadillas de Erick, se han vuelto realmente frecuentes.

-¿Otra vez ese sueño, bebe?- interroga el ojimiel sosteniendo su cintura fuertemente, para manifestarle seguridad.

-Esta vez fue muy real Joel, ellos volvían a atar la soga a mi cuello, y con mas fuerza que la ultima vez- murmura secando sus lagrimas.

El rizado se levanta levemente para acariciar su cuello, porque regularmente eso le hace sentir mejor.

Sus ojos se abren considerablemente, cuando al hacer contacto con su piel, su mano se humedece de sangre: es la primera vez que sucede.

Sus hermanos siempre fueron malos con Erick y su manera de morir  fue fatal, una soga amarrada alrededor de su cuello.

-¿Erick?- susurra mirando su cuerpo en la oscuridad.

-Me duele mucho- responde cortamente.

-No te duermas, cuéntame lo que paso- palmea varias veces su pecho, al ver que intenta cerrar los ojos.

-Tranquilo amor, no es la primera vez que me sucede, a parte no puede pasarme nada, estoy muerto ¿Lo recuerdas?- se aferra a su cuerpo con más fuerza.

-¿Estas bien realmente?-

-Tu estas aquí, así que no podría estar mejor- le dice al oído, dejando un beso ahí.

El ojiverde vuelve a dormir, mientras los pensamientos de Joel continúan vagando, como cada maldita noche en la que se arrepiente de haber abandonado a su familia.

Fue complicado para él haber tomado tal decisión, todo parecía sencillo cuando Erick lo convencía, de hacerlo.

Fue muy egoísta de su parte, pensar solamente en que si hacía lo que Erick le decía, le ayudaría y los problemas de ambos se esfumarían, pero jamas paso por su mente, el daño que le causaría a su familia, cuando el plan no rindió frutos.

Erick dijo que si Joel moría, probablemente esto haría que su amor aumentará y de esta manera, romperían el hechizo. Joel, bajo los encantos de Erick, accedió y sin pensarlo mucho, ato una soga a su cuello y se colgó, del mismo árbol donde Erick había sido atado.

Ese peso aun cae sobre sus hombros, impidiéndole dormir cada noche, desde hace 7 años, que se descubrió al famoso empresario Joel Pimentel, colgado de un viejo árbol pegado a la Avenida 240.




Avenida 240 ¡! TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora