Capítulo 6

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Son las 11:44 pm, y se acaban de concluir las primeras 32 horas de investigación sobre el caso Pimentel.

La ciudad aún sigue en completo shock por la desaparición de uno de sus empresarios más destacados del condado.

Miles de personas rezan desde sus hogares, para conocer el paradero de Joel.

Recuerde que si usted tiene alguna información de relevancia sobre este caso, no dude en comunicarse con el equipo de investigación que nos ha proporcionado su número telefónico, que ahora aparece en su pantalla.

Emilia cambia el canal.

En otras noticias, han pasado 32 horas desde que se activo la alerta por la desaparición del presidente y cofundador de la empresa "Nationaly Corporation".

De acuerdo con lo que su esposa dijo, salió de casa vistiendo uno de sus mejores trajes, ya que iría a cerrar un negocio. Lamentablemente jamás llegó a dicha reunión.

Presiona nuevamente el botón y en el siguiente canal aparece un programa de chismes.

Está mañana nos ha llegado un testimonio nuevo del desaparecido Pimentel. Testigos informan haber visto entrar al propietario del lujoso auto, en el bosque y ya no lo vieron salir más. No pensaron que fuera malo hasta que al amanecer el automóvil seguía ahí, y algunas patrullas se acercaban al sitio.

La chica apaga el televisor, mientras seca sus lágrimas con un pañuelo.

—Mami— susurra la pequeña niña abriendo lentamente la puerta.

—¿Que sucede cariño?— trata de sonar mejor, pero sus hinchados ojos y su demacrado rostro no le ayudan.

—¿Papi aún no aparece?— entra abrazando fuerte a su oso de felpa.

—No, pero pronto lo veremos— acaricia su cabeza.

—Creo que él está bien— murmura recargandose en la cama.

—Yo también quiero creerlo— besa su cabecita.

—Vengo a darte esto— le extiende su muñeco —Podras devolvermelo cuando vuelva papá, así te sentirás más segura—

—Gracias hija— solloza abrazándola un poco.

La niña sale de la habitación, y se encuentra a su hermano  fuera.

—Eithan, ¿Cuando le diremos?— jala su ropa.

—No lo sé Aitana— seca sus lágrimas.

—Mami se va a poner muy triste cuando se entere que papi se murió— talla sus ojitos.

—Entonces no hay que decirle, no tiene porqué saberlo hermana—

Los niños deciden guardar el secreto, de que un policía fue a verlos por la mañana, mientras estaban solos, y les dijo que habían encontrado el cuerpo de su padre. A los pequeños les dolía mucho la noticia, pero al no ser tan cercanos a su padre porque todo el tiempo se la pasaba trabajando, hizo más "ligero" el dolor. No querían ver a su mamita más triste.

Avenida 240 ¡! TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora