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-¡No puede ser!- lo único que faltaba, tener que hacerme pasar por su novia publicamente- ¡Me niego! ¡Me niego rotundamente!

-Creo que no entiendes- dice mi madre con una sonrisa cómplice, hacia el idiota que está a mi lado- no es una opción, es una decisión ya tomada.

-No puedes ir contra mi voluntad- protesto indignada.

-Quizás sea en contra de tu voluntad, pero estará la voluntad de tu padre y se cumplirá al pie de la letra.

-¡Mi padre quería mi felicidad! ¡y tú sólo hacer mi vida más miserable!- escupí airada...¿Cómo podía ser? Me negaba a casarme con un maldito bastardo mujeriego.

- Aún eres joven para comprender ciertas cosas, pero si de algo estoy segura, es que Inuyasha te hará extremadamente feliz.

-Asi es Kag, creo que eres bastante madura para aceptar está decisión con la seriedad que se debe.
Pronto nuestras empresas se funcionarán y serán una, con nosotros a la cabeza, entiéndenos, es lo mejor para ambos, para todos- añadió tan serio, que por momentos me creí sus mentiras.

-Por poco y me las creo- reí irónica.

-No estoy mintiendo...¿Porque dudas?

-No se, déjame pensarlo, ¿Quizás porque te acuestas con cualquier cosa que camine? Sea humano o animal.

-No te permito- quiso interrumpirme, pero lo refrené.

-¿No me permites qué? ¿Decir la verdad? ¿Acaso piensas que no sé que después de casados llevaré por nombre "La cornuda Taisho"?
Quizás hasta te revuelques con nuestra secretaria, tenga veinticinco o sesenta años.
Vamos Inuyasha admitelo, zorro viejo no pierde las mañas. Y eso es lo que tú eres- Logré lo que quería, él estaba furioso y mi madre roja de la vergüenza, pero lo que luego hizo, no lo ví venir.
De un momento a otro, mi rostro había dado un giro de ciento ochenta grados. Mi mejilla ardía y dolía a tal grado, que sentía mi cara latir por si misma. Inmediatamente pasé de la sorpresa a la ira- Maldito hijo de perra- me iba a lanzar contra él, cuando mi madre se interpuso en el medio.

-Tú te lo buscaste - Le defendió - está en su derecho- ¿En serio? ¡Y se lleva el premio a la madre del año señoras y señores! Nótese el sarcasmo.

-¡Tú no tienes derecho a ponerme siquiera un dedo encima!- le grité a Inuyasha encolerizada- ¡Tú no eres nadie, ni nunca lo serás!
¡Rayos!- grité frustrada mientras tomaba mi chaqueta y me encaminaba a la puesta de salida. Pero claro, como no llegué a pensarlo. La puerta estaba con llave.

Volteé indignada ante tal situación y lo que ví me repugnó. Mi madre sonreía a Inuyasha como si fuese un maldito Dios griego y este le devolvía la sonrisa en complicidad, se habían puesto de acuerdo para complicarme la existencia.
En dos zancadas, llegué al piso de arriba y me encerré en mi cuarto colocando el pestillo. Sabía que sólo tenía unos minutos de ventaja.

Miro por mí ventana hacia abajo y mis ojos se agrandan por lo que tengo al alcance de mi visión - Bankotsu y Hiten- murmuro sin creerlo. Ambos están debajo de la ventana de mi cuarto.

- Te tardaste demasiado- grita mientras sonríe Hiten- Bankotsu creyó que ya lo habías reemplazado...¡ahhh!- Bank le da un codazo en su estómago, logrando que este se carcajeara más.

Con violencia la manija de mi puerta baja y sube- ¡Maldición Kagome, abre la maldita puerta!- el pánico se apodera de mi y mi cuerpo entra en tensión.

Una piedrecilla golpeando mi ventana, llama mi atención hacia fuera dónde Bankotsu me sonríe y extiende ambos brazos en mi direccion- salta- pronuncian sus labios en un susurro- no te dejaré caer...

- Lo sé - murmuró en modo automático, no sólo lo sé, estoy segura de ello. Así que tomé una ves más mi chaqueta que había arrojado anteriormente a mi cama, mi bolso y salté.

Era de muy idiota el pensar que nadie saldría herido. Dado que dos pares de brazos amortiguaron mi caída, va, el dolor que tendría, porque los tres terminamos en el suelo con dolor, pero descostillandonos de la risa.

-¡Kagomeeee!- levanto mi rostro y más gracia me dá al ver la cara descompuesta de Inuyasha y la mueca de rabia de mi madre- ¡No se te ocurra moverte de ahí!- grita pegando media vuelta. Calculo que debe estar corriendo escaleras abajo...

- Al auto- nos apresura Hiten- toma- extiende su mano a Bankotsu y le da las llaves, mi moreno asiente en silencio y sale corriendo.
Intento ponerme de pié con una muecade dolor, dado que siento mis huesos crujir, pero no terminó de enderezarme que Hiten pasa sus brazos bajo mis piernas y cintura- Lo siento muñeca pero tenemos prisa- sonrió ante sus palabras. Y yo que quería golpearlo todo el tiempo.

Logramos adentrarnos al auto y cuando Bank arranca, un fuerte golpe y estruendo me mandan a mis más profundos sueños...

***
POV BANKOTSU

-¡Es un maldito....!

- No ganarás nada exaltandote ahora, intenta calmarte- me pidió Hiten en tono cansino.

-Cuando pongas mis manos sobre él...

-La ley irá sobre tí - terminó Hiten una ves más mi oración.

-¿Acaso tú de qué lado estás?

- No seas idiota, es obvio que estoy de tú lado. Pero alguien necesita pensar con la mente fría y es claro que ese no serás tú- era cierto.

-Tienes razón - suspiré - te lo agradezco, y también agradezco que tu padre te haya obligado a seguir la carrera de medicina, fuiste de mucha ayuda.

-Eres un idiota- río - si bien fuí obligado en un principio, todo cambió cuando comprendí lo útil que podía ser á la sociedad en momentos como esté. Amo mi profesión - añadió orgulloso.

-Y yo la amo a ella- solté sin miramientos- ¡Mierda!

-Oh rayos y centellas- se burló a la antigua- nunca creí que llegará el dia en el que te oyera decir eso.

- No tiene importancia- intenté desviar el tema, digo intenté, porque conociendoló sabía que no se detendría allí.

-Claro que no lo tiene- mencionó y yo no comprendí. Al ver mi cara de desacierto continuó- no tiene sentido porque debes de confesarselo a ella - señaló hacia la puerta que daba a mi cuarto.

Allí se encontraba Kag herida, gracias al muy maldito perro.

No podía confesarme. Ambos éramos muy distintos, y el cariño de ella por mí, era como él de un hermano mayor, aquel que nunca tuvo... así es...mi amor no era correspondido.

Por eso siempre me eh llamado al silencio.

***

Capítulo editado ❤

¿Qué les pareció el cap?
¿Quieren que el siguiente sea narrado por nuestro amado moreno?

Las leo en comentarios bellas 😘😘😘

Yo curaré tus heridas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora