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[Kag]

-Hay Dios mio!!... No,no,no,no...- tiré mi celular en la encimera frustrada. ¿Que iba a hacer? Recién eran las diez de la mañana y ya tenía veinte llamadas perdidas.
Cinco eran de Inuyasha y el resto de mi madre.

Ya había transcurrido más de  una semana desde que decidí marcharme de la casa de mi madre. Ella e inu, están tratando de todas formas posibles arrastrarme de nuevo haciendo ellos. Dónde dicen que debo estar, dónde supuestamente pertenezco.

Juntos son peor que uña y mugre.

-No reniegues Kag- rió divertido Bank- la venita nena, recuerda la venita- mi venita. Mi bendita venita, era un tema de discusión bastante común entre nosotros.

Cuando me enojaba, o realmente me fastidiaba por algo, mi vena en la sien del lado derecho, se inflama mas de lo habitual y sus palpitaciones aumentaban considerablemente. Echo que solo conocen personas que pasan tiempo conmigo, eso se resume a tres personas.
Mi madre, Bankotsu y mi mejor amiga Kikyo.

Si, ni siquiera Inubaka sabía de esta face mía.
Mi mamá siempre me hizo controlarme delante de él- sé una señorita Kag, una señorita no deja ver sus emociones- esas eran sus constantes palabras.

Nos quedamos en un agradable silencio y al terminar de desayunar, ambos nos pusimos de pié y llevamos las tazas y platos al fregadero.

-¿Qué voy a hacer Bank?- ya llevaba una semana sin asistir al instituto.

-Ya sabes mi repuesta, pero si quieres te la repito- clavó su vista en mi y su semblante se tornó severo- quédate conmigo, no vuelvas - puntualizó- ambos sabemos que acontecerá si vuelves allí.

-Lo sé, lo sé- la sola idea de pensarlo, revolvía mi estómago- sé que si vuelvo, lo primero que harán será apartarme de tu lado. Y créeme que eso no lo toleraría.

-Yo tampoco lo soportaría nena- dijo acercándose a mi y encerràndome entre sus brazos y pecho. Un tierno abrazo al que correspondí gustosa.

En sus brazos es el único lugar en el que me siento segura. Él es mi refugio. Bankotsu era mi hogar, pero él no lo sabía.

-Tengo que retomar mis estudios. Mañana, mañana iré y lo enfrentaré- quise sonar segura, pero fallé estrepitosamente, y lo peor...él lo notó.

-Kag, quiero preguntarte algo...mmm...quiero que sea solo la verdad la que salga de tu boca. No me mientas nena- susurró levemente- llevas dos años con Taisho- asentí, dándole lugar a que continuara-  él te a sido infiel, en varias ocasiones- añadió.

-Ve al punto- si bien todo lo que decía era cierto, no dejaba de doler.

-De acuerdo- suspiró- ¿él te ha levantado la mano en algún momento?

-¿A qué te refieres? Ya sabes que el es medio rudo, aveces él...¿Quién te lo dijo?, osea no es como tu piensas, es solo que...em...-y como si de un reflejo se tratase, tapé mi boca con ambas manos negando con mi cabeza.

Idiota, idiota, idiota....

Los pasos de mi amigo abandonaron el cuarto en un abrir y cerrar de ojos ante mi silencio. Seguramente se estaba dirigiendo al altillo, sus pensamientos se deben de haber disparado a cualquier lado. Pero muchos de esos pensamientos han de ser ciertos.
Ahora me arrepiento de haber callado. Pero lo hecho, hecho está.

-¡Lo sabia!¡Maldición!- los gritos se hacían más y más fuertes, a medida que yo avanzaba por el corredor en su búsqueda.

-Bank- irrumpí en su cuarto antes de que se le diera por dejarme fuera- hablemos-  quizás ya era tarde..ero debía intentarlo de todas maneras.

-Hablemos, hablemos, hablemos- repetía una y otra ves, dando vueltas como un león enjaulado- Ahora quieres hablar. Claro,ahora mi amigo se enteró y no me queda otra que confesar, ojalá nunca se hubiera enterado y me hubiese podido guardar este secreto para mi misma- decía imitando mi voz.

-No es como tú crees.

-¿Porqué no me dijiste nada Kag?- el dolor y desilusión hicieron mella en mi corazón.

-¿Cómo puedes dudar de mi Bank? ¿Acaso crees que quería proteger a Inuyasha de ti? ¡Demonios!
Te estaba protegiendo a ti idiota!- un solo dedo movido de Inuyasha, podían hacer pasar a mi amigo momentos tras las rejas, si así se lo proponía.

-Yo no necesito que me protejan Kag- renegó aún dolido- él muy maldito se atrevió a ponerte un dedo encima, aun después de que le advertí que no lo hiciera. ¿Sabes lo que debe de pensar? Haré con ella lo que quiera, porque nadie vela por su bien. Eso es lo que debe cruzar por su mente cada ves que quiere formular algo contra ti.
No puedes dejar que te dañe a costa de mi persona.
Y olvídate que lo hará a partir de ahora- añadió.

Se apoyó en el barandal del altillo, intentando controlar su voraz forma de respirar. Aún intentaba contener la ira que trataba emanar en forma violenta y desmedida.

Fuí por detrás y le rodeé con mis brazos, apoyando mis manos en su pecho. Con nuestra cercanía se acompasaron nuestros corazones. Esto es lo que necesitaba, lo que necesitamos. Siempre.

-¿También lo sientes kag?- rompió el silencio como si oyera el fluir de mis pensamientos.

-Junto a ti...

-Siempre.

-Siempre- sus manos se posaron sobre las mías y los gestos callaron lo que temíamos hablar por no dañarnos.

-Siento no haber estado allí para tí- susurró casi acariciandome con sus palabras.

-No te preocupes, fué en esos momentos en los que habías tenido una recaída. Si yo acudía a ti, él buscaría la vuelta para culparte en su lugar y así quitarte de en medio.

- Si no hubiera...

-Por favor no lo lamentes, ya no hay nada que hacer... ¡él hubiera y el tuviera no existen! Es el aquí y ahora.

-Aquí y ahora...promételo.

-Desde luego.

-Aquí y ahora, yo Kagome Higurashi, le prometo a Bankotsu Black, el mejor de los mejores amigos...

-Solo tuyo nena.

-A solo el mio...serle fiel hasta la muerte.

-¿y?...

- y no mentirle más.

-¿Y...?

-No hacerlo a un lado, si no partícipe de mis problemas.

-¿y...?.

-¿y...?- le seguí el juego. Era tan lindos los momentos así junto a él.

-Prométeme que te vendrás a vivir conmigo.

-Te prometo que lo pensaré. .

***
Capítulo editado ❤

Perdonen la tardanza...intentaré actualizar más seguido.
Me encantaría leerlas en comentarios y saber si les agrada la historia...
Desde ya, gracias por leer.
😻😽

Yo curaré tus heridas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora