Amor destinado

Capítulo 7

TOBIAS POV'S

-Está bien- acepta Tris y aguarda en silencio. Inhalo, exhalo, inhalo, exhalo...

-Bueno, te estaba hablando de la casa ¿No?- comienzo para ver si estamos en la misma sintonía.

-Si- contesta- me dijiste que no querías que formaramos nuestra familia ahí- explica haciendo énfasis al igual que yo lo hice y asiento ante sus palabras. Le doy gracias internamente ya que no quisiera seguir hablando de ese tema.

-Estaba pensando en posibles lugares donde podríamos reaser nuestra vida juntos- la miro a los ojos y comienzo hacer pequeños círculos sobre sus nudillos- para serte sincero, el único lugar que considero casi como mi hogar, donde me puedo sentir seguro, es osadía. Pero no quiero seguir hablando, quiero mostrártelo- anuncio y como puedo me pongo de pie.

La ayudo hacerlo también y la tomo de la mano antes de caminar por el pasillo casi oscuro. Estoy nervioso, no sé como se tomará mi idea, si le gustará o no.

Mis pensamientos solo se concentran en eso, mis pies se mueven por si solos al lugar donde quiero llevar a Tris, al lugar donde quiero formar mi familia con ella.

Sus ojos observan el lugar cuidadosamente, analiza cada rincón y luego los siento sobre mi por lo que me obligo a encararla.

-Es tu departamento- dice con notable confusión.

-Si- respondo asintiendo.- De eso quería... bueno, quiero hablarte- explico aún con los nervios al máximo. Tris cruza los brazos sobre su pecho y me hace un ademán para que continúe y no me queda más remedio que hacerlo- resumiendo todo: Quiero que vivamos acá, aquí- suelto la bomba de una vez por todas.

Su expresión no me dice nada, no puedo descifrar lo que piensa en su mirada. Me frustra.

-Di algo, Beatrice- la animo ansioso.

-No me llames Beatrice- se queja acortando la distancia que hay entre nosotros- Llámame Tris. Lo sabes muy bien.- asiento ligeramente con la cabeza mientras mis ojos escanean los suyos profundamente.- y... con respecto a tu propuesta- habla con lento sufrimiento y sonríe cuando nota mi desespero. La miro amenazante- me parece... mmm... ¿Cómo decirlo?- pregunta de manera pensativa y se toca la barbilla ligeramente.

-¡Con palabras Beatrice Eaton Prior!- la reprendo como si estuviera haciendo algo mal, pero lo está, está haciendo algo mal para mi organismo. No creo que a ella le agrade mucho la idea de provocarme un infarto.

-Aún no soy Eaton- me contradice. Pronto lo serás- pienso alegre pero no me atrevo a comentarlo en voz alta. No por los momentos.

-¡Bien!- acepto rendido y camino hasta la cama sentándome sobre ella. Suspiro con pesadez. Que mujer más frustrante.

-Oye- susurra tocando suavemente mi hombro.- solo bromeaba- explica mientras sus labios se curvan más hacia arriba. Ruedo los ojos- Eres muy testarudo- dice mientras toma asiento a mi lado.

-¿Eso era lo que pensabas cuando me conociste?- cuestiono curioso con mejor humor.

-Puede- responde la rubia a mi derecha.

-Esta bien, ya se lo que pensaste cuando me conociste. Ahora quiero saber qué piensas sobre lo que te propuse hacer un rato.

-¿De qué hablas?- pregunta inocente.

-Tris, por favor- insisto cansado.

-Bien, bien. Tu propuesta me parece grandiosa, perfecta- confiesa sincera mirando mis ojos. Quedo aturdido.