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Cuando Hyuna cerró la puerta de la habitación que compartía con ella, suspiró. Noté, con un solo resoplido, lo cansada que estaba. Quizá había sido un día largo para mi compañera. Quise preguntar, pero tampoco quería meter el dedo en la llaga. Con cuidado, dejé las bolsas del supermercado sobre el colchón de mi cama. Apenas quedaban barritas energéticas; casi todas las había comido con Taehyung. Al recordar nuestra conversación, no pude evitar pensar en la reacción evasiva que tuvo al ver a Hyuna. ¿Habría sucedida algo entre ellos dos?

Como si mi compañera de habitación me leyera el pensamiento, preguntó: —¿Qué le pasará a Tae...?

Me giré hacia ella y dejé de desembolsar todo lo que había comprado. —¿Por qué lo dices?

—No sé, lleva un par de días distante. — contestó Hyuna, encogiéndose de hombros. Se dejó caer en su cama con un nuevo suspiro e hizo un puchero, frunciendo sus labios aún pintados de rojo. — Normalmente hablamos mucho, pero estos días apenas me dirige la palabra.

Yo también me senté en mi respectiva cama. —A lo mejor está estresado con los estudios... — dije. — O a lo mejor está confundido.

—Es un chico tan difícil... — resopló mi compañera. Se tumbó en la cama, estiró los brazos hacia el techo y emitió un quejido agudo pero breve. — ¡Ah, no voy a poder dormir tranquila! ¡Me preocupa! 

—¿Sois...?

—¿Novios? —Hyuna completó la pregunta, aunque en realidad yo iba a preguntarle si eran amigos desde hace mucho tiempo. Sí, llegué a pensar que eran pareja, que era lo más lógico, pero no me atrevía a preguntárselo. — No, qué va. — soltó una carcajada — Pero cuando él llegó aquí era como un cachorrito perdido, como tú, así que no le quitaba el ojo de encima. ¡Se convirtió en mi pequeño Tae! 

Hyuna hablaba de Taehyung como si fuera un hermano pequeño, como si le guardara un cariño inmenso. La sonrisa que iluminaba su rostro me recordaba a aquellas veces que mis amigas de Gwanju hablaban de aquellos chicos inalcanzables de los que estaban enamoradas. No supe si Hyuna hablaba desde el amor fraternal o el romántico. Agaché la cabeza, confusa, y preferí no pensar más sobre el tema.

— La verdad es que haríais una buena pareja...

Hyuna se giró en la cama de repente. Dejó de estar tumbada boca arriba y pasó a estar con los codos hundidos en el colchón y la barbilla sobre sus manos, boca abajo. —¿¡Tú crees!? — sonrió de nuevo de oreja a oreja, algo avergonzada. — No, mujer... Taehyung es mucho más joven que yo. No pegamos ni con cola. Uy, por cierto, Hana... ¿no hay ningún chico guapo en tus clases?

Tragué saliva y miré hacia el techo. Mi simple reacción hizo reír a Hyuna. —S-sí.

—¡Qué bien! Espero que no sea un trozo de basura como los chicos de esta residencia.

Fruncí el ceño. —No conozco a muchos, pero no parecen malos...

Hyuna agitó la cabeza. —Pues la mayoría son un asco, créeme. 

—Alguna excepción habrá, s-supongo. — musité, pensando en Jimin. Él se había comportado muy bien conmigo, y de alguna forma necesitaba contrastar la información que me había dado mi hermano y ese chico de pelo negro. 

Mi compañera paseó la mirada por la habitación, pensativa, intentando que algún nombre viniera a su cabeza. —Pues la verdad es que no se me ocurre ninguna excepción.

—¿Park Jimin? —me atreví a preguntar. Él sí parecía conocer a Hyuna, así que supuse que ella también. 

Hyuna volvió a tumbarse en la cama, con los brazos extendidos hacia el techo, y después giró la cabeza para mirarme. —Puede que sea una excepción — dijo, haciendo que se me iluminara el rostro — pero no estoy muy segura. 

New Rules » Maknae line; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora