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- ¿... Anna?

Susurro, no quería que nadie escuchara su nombre y tuvieran la errónea idea de haberse puesto de acuerdo para ir como pareja. Vio como Anna le regalo una media sonrisa, en sus ojos bailaba la travesura de su acción.

- ¿Cómo adivinaste que vendría como Morticia? – Le pregunto, realmente no tenía idea de cómo es que acertó.

No lo admitiría en voz alta, pero desde que salió la película, le había fascinado. Ver el amor que se tenían esos dos personajes la dejaba con un sentimiento de anhelo, aunque fueran algo locos su amor era puro y verdadero. Al igual que le gustaba una seria en blanco y negro llamada "The Munsters".

- No lo hice. Mi madre tenía el traje preparado cuando llegue a casa y Kai me mataría si no lo utilizaba. – respondió al tiempo que se ponía el puro en la boca. – Al comienzo estaba pensando en vestir como Beetlejuice, pero el traje no encaja con el personaje. Y fue en ese momento que vi el tráiler de The Addams Family y pensé "¿Por qué no?".

Realmente tenía sentido su historia. El traje de Beetlejuice era de rayas blanco y negro, es verdad, pero el de Anna era más cercano al de Homero Addams que al otro. Y tampoco necesitaría demasiados accesorios, así que era perfecto.

Al bajar del escenario, Anna entrelazo sus brazos caminando juntas mientras los alumnos alrededor los felicitaban. Realmente parecían no reconocer quien era su compañero, pero aun así se sentía ansiosa y preocupada de que alguien lo hiciera.

Logro ver como Anna mordisqueaba el puro que tenía en la boca. Sabía que tenía la edad adecuada para ese tipo de cosas, pero la sola idea de que lo hiciera le molestaba un poco. Se lo quito de la boca, dándole una mirada reprobatoria.

- Anna, se que estas en edad para probar este tipo de cosas, pero por favor, no lo hagas. – comento con voz dura.

Anna solo la quedo viendo incrédula. Para sorpresa de Elsa, escucho como reía suavemente. Agarro el puro de su mano, le quito un pedazo de papel al final del mismo y le dio una pequeña mordida.

- No es un puro de verdad, Miss. Es un dulce. – le regreso el "puro" a Elsa para que lo viera por sí misma.

Al mirarlo de cerca, se percato que, en efecto, no era una colilla lo que tenía al final sino algo de color café donde Anna lo había mordido anteriormente. Al acercarlo más a su cara, percibió el inconfundible olor a Chocolate. Sin pensarlo mucho, y para el asombro de Anna, lo mordió de igual modo y soltó un suspiro al sentir como se derretía en su boca ese dulce de los dioses.

El resto de la fiesta la pasaron juntas, con sus brazos entrelazados y disfrutando de los dulces que Anna traía. Elsa no pensó demasiado al tener sus brazos de ese modo, pero no pudo ocultar su sonrojo cuando hizo algo que nunca imagino.

Cuando los demás trataban de saber quién era "Homero", Anna simplemente se ponía el puro en la boca y sus manos dentro de los bolsillos del saco. Pero cuando fueron demasiadas personas; Anna agarro su mano, la llevo a sus labios y deposito un suave beso en sus nudillos.

- Cara mia... - Su voz ronca hizo que un hormigueo recorriera su cuerpo.

Sus ojos se encontraron, sentía como si algo la empujara a acercarse más a ella. Podía sentir como su boca se secaba con la sola idea de probar esos labios tan apetecibles, de poder sentir su cuerpo junto al de ella.

- Mon sauvage... - susurro, acariciando lentamente la cálida mejilla de Anna.

Pudo ver como sus ojos brillaron ligeramente en la escasa luz del lugar. Sintió como la mano de Anna agarraba su cintura, acercándola más a su cuerpo. Su cuerpo reacciono al instante con ese toque, era como si su piel ardiera donde la mano de Anna se encontraba. Su corazón estaba latiendo a mil por hora, podía sentir como si en cualquier momento se fuera a salir de su pecho.

ConsecuenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora