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¡Hola! Sé que dirán, que debería de estar terminando los otros fics. Lo sé, lo sé... créanme, estoy avanzando; uno está en proceso y el otro me quede en blanco, ¿adivinen cual es cual? Como sea, este será "One-Shot" por el momento, dependiendo si les agrada o si se me viene más a la mente, lo convertiré en multi-chapter. Es una pequeña idea que surgió gracias a la inspiración de dos fics que leí recientemente.

Sin nada más que decir, disfruten.



Todo se repetía.

Era la misma rutina todos los días: levantarse, hacer el desayuno, despedirse de su esposo, ir a trabajar, regresar a casa, preparar la cena e ir a dormir. Y al día siguiente se repetía el mismo proceso...

Una y otra vez, cada día. Nada cambiaba.

Elsa Winters suspiro. Ese día comenzaría el semestre nuevo como maestra de inglés en Arendelle University, así que llevaba todo lo necesario para su clase.

Salió del carro, dirigiéndose a su salón correspondiente caminando con calma, ya que aun había demasiado tiempo de sobra. Entro al salón depositando su bolsa detrás del escritorio sentándose en su silla.

Suspiro de nuevo. No sabía que estaba pasando con ella, o que estaba pasando en general. Desde hace un tiempo que las cosas en el hogar no son las mismas. A pesar de que ha estado casada con Hans por 8 años, las cosas han cambiado demasiado.

Al comienzo todo era de color rosa como cualquier matrimonio cuando comienza, pero ahora todo era monótono. Casi no se veían, el trabajo de Hans como contador lo mantenía ocupado por demasiado tiempo regresando a casa entrando la noche, las muestras de amor cada vez eran menos y la intimidad era inexistente.

Las peleas comenzaron a ser más frecuentes en la casa. Peleaban por cualquier cosa en esos días, la cosa más nimia hacia que ambos empezaran a alzar la voz. Solamente eran palabras a voz alta y cosas como esas, nunca había avanzado a resultados peores, pero dentro de su mente cavia esa posibilidad.

Y se preguntaran, ¿Por qué comenzó todo esto? La respuesta es simple...

No podían tener hijos.

Habían estado intentándolo por 3 años, sin éxito alguno. Intentaron con todos los medios conocidos hoy en día pero nada daba resultado positivo.

Elsa estaba devastada. Creía que todo era su culpa, que por ella no era posible el quedar embarazada. Fue con un medico, explicándole la situación y queriendo buscar alguna forma de solucionar su problema.

El médico le explico las diferentes razones por las cuales no podía conseguirlo, resaltando que el problema podría no ser solamente por parte de Elsa, sino que podía ser por parte de su pareja. Para saber cuál de las dos podría ser la causa, sin dudarlo se hizo un estudio para conocer si realmente ella era la causante de tal problema.

Cuando los resultados salieron, efectivamente, Elsa no era la causante de su predicamento. Todo en su sistema estaba bien, nada estaba fuera de lo normal, Elsa era muy capaz de concebir sin ningún problema.

Entonces, si no era Elsa la causante...

Al regresar a su hogar lo comento con Hans, pero nunca imagino que fuera a reaccionar de tal manera. Comenzó a alegar, a decirle que él era una persona fértil y que sus resultados eran solamente una forma de hacer pasar su esterilidad a él.

Elsa no podía creer lo que estaba escuchando, que la persona que creyó la amaba la estaba acusando de algo que claramente no era su causa y que además le estaba alzando la voz como nunca antes lo había hecho.

Se sentía humillada, avergonzada y desolada. Después de tener esa charla las cosas comenzaron a ser como lo eran hoy en día, a pesar de que un año ha pasado desde que el tema salió a relucir.

El timbre la saca de su depresiva mente. No era ni el momento ni el lugar para estar pensando en los problemas del hogar. El salón poco a poco comenzó a llenarse de alumnos, cada mesa cabían dos personas, así que cada quien se fue sentando con su respectivo compañero.

Al ver que todos habían entrado, se levanto y escribiendo su nombre con su letra cursiva tan característico. Se dio la vuelta, encarando a sus nuevos alumnos, aclarando un poco su garganta.

- Good morning, everyone. My name is Elsa Winters, and I'm going to be your teacher this new semester.

Pudo ver como algunos de sus alumnos se alegraron a escuchar eso, más que nada los chicos, y otros simplemente la quedaban viendo sin mucha importancia. Estaba por continuar con su introducción cuando unos toques a la puerta de su salón la distrajeron.

Una figura se encontraba parada ahí; llevaba un suéter color verde algo holgado con las manos metidas en las bolsas de la misma y la capucha puesta, jeans algo gastados de las piernas, unas vans negras y la mochila colgando del hombro izquierdo.

Al comienzo creyó que era algún alumno perdido buscando su salón, pero cuando entro y le entrego un pedazo de papel en el que decía que estaría en su clase por el resto del semestre, se fijo más en la persona.

No podía ver mucho debido a la capucha, pero si noto que era unos centímetros más baja que ella. También alcanzo a notar que sus ojos eran de un color verde y que tenía algunas pecas. No pudo ver más allá de eso, ya que en cuanto pudo, se apresuro a agarrar una de los asientos del fondo en una mesa donde no había nadie.

Eso se le hizo extraño, pero no podía quedarse a perder más tiempo del necesario con eso, debía de avanzar con lo programado.

Fue a cada mesa a dejarles el programa del semestre y explicarle como serian evaluados y demás. Cuando termino la clase, se dio cuenta que la misma persona salió casi disparada en cuanto el timbre sonó.

Esa acción volvió a llamarle la atención, pero lo dejo pasar pensando que quizá iba tarde a su siguiente clase.

El día siguió de esa forma; dando una breve introducción de ella, de cómo serian las clases y demás hasta que la hora de salida llego. Elsa se retraso un poco al hablar con el director, lo cual no fue sorpresa el no encontrarse a tantos alumnos al salir.

Estaba por subir a su carro cuando el mismo suéter verde volvió a aparecer. Había algo en esa persona que a Elsa le hacía tener cierto grado de preocupación. Su comportamiento era algo extraño y la forma en la que evitaba a las pocas personas que se encontraba no era normal; era como si cualquier persona que la tocara pudiera lastimarla.

Cuando desapareció de su vista, arranco el carro y se encamino a su casa...

Con esa misteriosa persona rondando su mente.

ConsecuenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora