Akire Anderson de 16 años, esta en una fiesta especial para gente millonaria, detesta esa clase de eventos, pero obligatoriamente por sus padres, tuvo que asistir. Se inclino en una fuente enorme de hermosa agua cristalina, pudo observar su cabello castaño que caí en ligero mechones sobre sus hombros, en la punta de cada mechón se notaba un ligero color rosado, el cual su madre insistió que se tiñera para lucir mas "bella", miro más a profundidad su reflejo y pudo notar sus ojos grises claros, los cuales desprendían un gran brillo como el metal precioso, sus pómulos estaban ligeramente rosados y sus labios rojos, los cuales ambos eran naturalez de ella y hacían un elegante contraste con su piel que era tan pálida como las mismas muñecas de porcelana; poseía unos envidiables atributos, pero eso era en lo que ella prefería no fijarse, puesto que pensaba que podría ser muy vanidoso de su parte.
-Aki, por favor, acomodare bien el vestido, puede ser que en este lugar encuentres a tu prometido- su madre una señora elegante la observo de pies a cabeza con mucho enojo
-Mamá, estamos en el siglo XXI, en esta época ya no se hacen esas estupideces de matrimonios predeterminados- se cruzó de brazos ante la arrogancia de su propia madre
-¡Aki, comportarte y has lo que e dicho!- le reprendido de un modo bastante serio y se retiró con rapidez para evitar su mismo enojo.
Odiaba siempre tener que escuchar las superficiales palabras de su madre, sin embargo tenía que escucharlas. Observo su vestido el cual era rojo, le llegaba hasta las rodillas y se inflaba ligeramente, tenía hermosos encajes de color negro y estaba adornado con pétalos rojos, miro más abajo y vio sus botas negras, las cuales convenció a su mama de llevarlas y esta había accedido; sacudió un poco su vestido para que reluciera más entre la gente, aunque era lo que más quería evitar.
Comenzó a caminar con pasos lentos sobre ese jardín enorme que dejaba a la vista un lugar lleno de árboles de distintos tipos, los cuales a su punto de vista le daban cierto toque de elegancia al lugar, decido continuar su camino por ahí. Sus pies a cada momento lograban pisar hojas secas, las cuales caían gracias a que era Otoño, le daban un gran alivio a ella en esas situaciones.
-Un pozo ¿eh?- observo el pozo que estaba en medio de esos grandes árboles y se aseguró de que nadie estuviera por ahí, así que se acercó y miro un poco al fondo, sin embargo este estaba completamente oscuro y ella no podía ver nada, así que prefirió sentarse en la orilla y recargarse sobre una de las pilas de piedra que sostenían el pequeño techo del pozo- Aquí creo que podré leer en paz- suspiro y sacó un libro de tamaño bolsillo el cual lo tenía guardado en una mochila de cuero que siempre llevaba y que ni siquiera las réplicas de su madre se la quitaban de encima.
Akire tenía una fuerte pasión por la literatura, la música y el arte, le encantaba el modo de expresión que este demostraba y daba entender, era como si el mismo creador quisiera demostrar al mundo su propio punto de vista de la vida, tanto si fuera malo o bueno. Quería ser algún día escritora o artista, sin embargo su madre quería prohibirle eso, para que pudiera dedicarse a ser abogada o doctora, no tenía nada encontra de ninguna de las dos profesiones, sin embargo no era lo que ella soñaba hacer en la vida.
Comenzó su lectura mientras escuchaba la música clásica que resonaba por todo el lugar, realmente no sabía de donde venía, pero no le importaba, pues sentía como si se estuviera hipnotizado por el ambiente, era como estarse perdiendo, estando conciente y relajada por ello. Tal vez el mundo quiso darle un respiro y quería dárselo enseñándole lo relajante y entretenido de la situación, sin embargo realmente lo que estaba consiguiendo era darle un gran cansancio y pesadez en los párpados.
-Creo que dormir un poco me hará bien- Bostezo ampliamente y dejo el libro sobre su regazo y sus párpados comenzaron a oscurecerle la visión, para así sumirla al mundo de los sueños, el cual la lograría transportar a la tranquilidad que tanto anhelaba en esos días.
Aki, súmate con nosotros en el mundo de la oscuridad- susurraron varias voces para sus adentros
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Perdidos en el Mundo de la Oscuridad [CANCELADA]
ParanormalAkire Anderson de 16 años, al caer dentro de un pozo esta se transporta a otro mundo llamado El Mundo de la Oscuridad que antiguamente era llamado el Pais de las Maravillas, sólo que este no esta lleno de magia y fantasía, al contrario esta lleno d...