Perdidos en el Mundo de la Oscuridad [CANCELADA]

Capítulo 11- Quiero escuchar todo

- ¡Oigan, por favor, detengan esta estupida pelea, tengo cosas mas importantes que atender como por ejemplo, iluminar un poco los recuerdos de Alicia! -Absolem hablo con un tono irritado dejando a un lado su cigarrillo y regresando a sentarse a su sofá extravagante lleno de adornos, realmente pareciera como si fuera una persona paciente, pero era obvio que no era así

-Venga, yo solo quería divertirme un poco con este pequeño chiflado, tenía bastante tiempo sin verlo- el chico de cabellos morados apareció frente Absolem con un sonrisa "inocente" o eso parecía- Ademas yo se que el se alegra de verme ¿no es así Toder?- se acercó a Tod, revolviéndole el cabello con una amplia sonrisa

- Lo que tu digas gato estupido- su rostro en esos instantes tenía un sonrisa sincera y alegre, como si no estuviera fingiendo nada en sus emociones, puede ser que el chico llamado Cheshire era un amigo de infancia o hasta un hermano como Sam - Dejamos esta pelea para después ¿De acuerdo?

- Claro, yo jamás me perdería una pelea contigo, al menos que...alguien me ofrezca un salmón, ahí si te dejo botado y que Dios te ayude - Cheshire le enseño una sonrisa burlona y regreso donde se encontraban todos observando

Se calmaron ambos chicos, haciendo las pases con un sonrisa amable, al parecer no se odiaban, solo que tenían bastantes diferencias el uno al otro, aunque era algo que por así decirlo reforzaba su amistad. Todos se acercaron a Absolem, el cual había extendido un pergamino enorme, sobre una mesa que habían traído sus subordinados mientras ellos se ocupaban de la pelea; el pergamino se veía bastante viejo, pero sus trazos no decían lo mismo, eran trazos que habían sido creados hace apenas un par de minutos, entre ellos habían letras, dibujos, tachones y mas cosas que podrían traer un escrito, sin embargo algo extraño tenía todo esto.

- Bueno chiquilla, este es El Oráculo, aquí se encuentra toda la historia de este mundo desde el primer segundo de su creación y aquí se dicta todo lo que pasara en un futuro, en pocas palabras...El destino que marcara a cada quien- los ojos verdes del chico seguían perdidos en ese pergamino llamado "El Oráculo", al parecer algo buscaba y mientras lo hacía volvía a tomar su cigarrillo y a inhalar el humo de este con fuerza, se notaba que cada vez más su ceño se fruncía y se agarraba la cabeza con estrés.

-¿Y que dice?- Aki levanto la mirada, intentado observar lo que podría decir aquel objeto, pero como era de esperara estaba en un idioma desconocido por ella, tendría que reponerse sobre ese mundo y sus modos de manejarse- Por favor, Quiero escuchar todo- suspiro levemente y observo a aquel chico.

- De acuerdo, solamente les pido que tomen asiento en los almohadones del suelo- Absolem señaló aquellos almohadones que habían aparecido repentinamente tras sus espaldas, o era que estaba ahí desde que llegaron y no se habían dado cuenta.

-Oruga, te pido que tengas cuidado con lo que dirás- Sam había hablado después de un rato, pero lo único que salía de su voz era un tanto bastante alterado como si algo estuviera perturbando sus pensamiento- Puedes hacerle un gran daño y además es bastante tarde para historias.

-Hmm, a pesar de haber perdido el reloj siempre sabes que hora marca tu conciencia ¿no? y tranquilo la verdad siempre es la mejor arma de la tranquilidad - el chico de cabello azul observo que todos se fueran sentado frente a el para escuchar su historia, pero una vez sentados todos, comenzó con su lectura en voz alta, para poder aclarara las ideas de la chica- Comencemos. "El País de Las Maravillas..."