Capítulo 6- Bienvenidos al mundo de la oscuridad

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Sam y. Tod comenzaron a tomar todo lo que estaba tirado en ese lugar, mochilas, libros, comida, sábanas, armas, entre otras cosas que Aki pudo imaginar que eran necesarias para esa situación. Aki comenzó a meter cosas en su mochila, ya que Tod se lo pidió y al parecer nadie podía negarsele, pero ella prefería distraer su mente mientras revisaba los diferentes libros que habían en ese lugar, los cuales algunos estaban en un idioma desconocido, o tenían títulos horribles.

-Aki, deja de estar haciéndote carga y ven a aprender a usar esta arma- Tod la llamo desde el otro lado de la habitación, estaba serio, pero eso lo hacía más interesante y atractivo, sostenía una espada que brillaba de un leve tono morado y al cual se veía bastante letal

Recupero el paso y se dirigió hacia el con pasos rápidos para no tener que dejarlo esperando por mucho tiempo. Sentía que cada vez más su realidad se alejaba, pues hace apenas unas horas estaba en una fiesta de gente adinerada, para conseguir un esposo que le lloviera a cada momento el dinero, tal vez en esos instantes deseaba estar sobre su suave cama la cual era como estar sobre miles de plumas de palomas blancas. Se acercó a Tod y este le entregó la espada que tenía agarrada hace un momento.

-Tienes que agarrarla con fuerza y hacer movimientos rápidos, creo que no tengo que explicarte como moverte ni nada de eso, ya que eso es algo de niños pequeños- suspiro y tomo las manos de Aki para así colocarle la espada en sus manos para enseñarle la colocación correcta, en esos instantes en que tomaba sus manos, se sentían cálidas y seguras de sus movimientos- Y así es como tienes que tomarlas, ¿De acuerdo?

-Claro....- iba a decir algo más como en agradecimiento por todo lo que hizo por ella hace apenas unos cuantos minutos, pero esta fue interrumpida por la llegada de Sam, el cual había estado observando que no hubiera nadie, ni nada que pudiera interrumpir su camino hacia quien sabe donde.

-Vamos, esta todo despejado y si nos vamos ahora, podremos llegar finalmente a la Ciudad del Sur - sujetaba con una de sus manos una espada larga, la cual brillaba de un ligero tono rojo, Aki podía darse cuenta de que ambos chicos poseían una belleza imponente e interesante, además de que sabían lo que hacían y le interesaba saber las razones de su experiencia.

-Ok, tu vas al frente para guiar y proteger- El chico de ojos azules,tomo unas cuantas mochilas más, mientras le sonreía con la espada sostenida- Te cuidamos las espaldas y mientras cuido a Aki, es nueva y dudo que pueda soportar lo que pueda avecinarse- tomo la mano de Aki con mucho cuidado.

-Yo..-dijo Aki en un susurro, mientras notaba como sus mejillas comenzaban a arder ante el contacto del chico y sintió que su corazón volvía a latir con fuerza, pero decidió ignorarlo ya que era la vergüenza de ser una cargar para ellos lo que hacia que reaccionara así

-Esta bien, vamos rápido, está a punto de volverse todo oscuro- comenzó a caminar hacia una puerta cercana de ellos y la abrió con mucho cuidado.

Fuera de esa habitación, lo único que Aki podía notar era oscuridad, pero no la típica oscuridad, si no la oscuridad en la cual sabes que tu mente explotara. Comenzaron a caminar con pasos lentos que resonaban de vez en cuando, ella tomaba la mano de. Tod con mucha fuerza, ya que sentía que era lo único que podía hacer en ese lugar donde la vista se pierde cada vez más, aunque una parte de ella le parecía tierno estar tomada de la mano de alguien y en especial cuando es para protegerla.

-Salam, ¿No has visto al Rey?- dijo el chico de ojos azules, escupiendo esas palabras con un signo de rabia, lo observo detenidamente y pudo notar que la expresión de su rostro era rabiosa, pero a la vez agotada.

-Tranquilo Tod, no creo que nos pueda encontrar aquí- giró la linterna por todo ese amplio pasillo, al parecer el también estaba agotado, ya que sus manos temblaban, pero no de miedo, si no de desgané-

-Idiota, ¿cómo no nos encontrara aquí si estamos en su castillo y también por la presencia de una nueva?- apretó los dientes con fuerza, como si cada palabra lo ahogara, por que al parecer, detesta al rey- No hay ningún Oscuro, eso es sorprendente en estos días.

-No creo que estén interesados en un humano en estos momentos, recuerda que ya casi se avecina la luna sangrante- suspiro y comenzó a tocar con sus delgadas y largas manos, las paredes de piedra de ese castillo, el quería detectar de algún modo con el tacto, la presencia del enemigo- Estamos cerca- con un ademan les indico que se acercaran más a el y eso hicieron.

-Bueno, mínimo si seguimo este camino estaremos cerca de la Ciudad del Sur- paso la mano por su cabello, haciendo que este se revolviera ligeramente y dándole un estilo de peligrosidad, que para cualquiera seria interésante

-Oigan, ya que todo esta más tranquilo- observaba su espada para poder analizar cada función que se le pueda dar y así no quedarse sin opciones- ¿Podrían decirme donde estoy?

Salam y Toder no respondieron y siguieron con sus fuertes pisadas, a Aki no le importa ya que entendía el estrés que ambos tenían en estos instantes por todo lo que estaba sucediendo y por el mismo ambiente. Sam, les hizo una seña para que se detuvieran rápidamente, ambos pararon en seco y observaron lo que tenían enfrente. Una puerta. Pero no cualquier puerta, se notaba que esta estaba echa de un líquido rojo escarlata el cual era sólido, con ligeros detalles en dorado que brillaban con la luz que desprendía la linterna de Sam. Sam acaricio la puerta y la abrió de un empujón, esta rechino ligeramente pero sedio a las caricias del chico.

-Bueno Aki.....- dijo Sam mientras dejaba a la vista una ciudad con el cielo oscuro como el infiernos, edificios viejos y grises, nubes rojas y una luna que ni sí quiera podía ser notada en el mismo cielo.

-Bienvenida Al mundo de la Oscuridad- ambos chicos hablaron al unísono y con una sonrisa burlona.

Perdidos en el Mundo de la Oscuridad [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora