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En el colegio.

Marinette estaba sentada debajo de las escaleras, hecha bolita mientras abrazaba sus piernas.

Tanto Lila como Chloe, se la pasaban abrazando a Adrien y Lila actuaba de manera muy coqueta, cosa que el chico no notaba.

A Chloe la toleraba por que era amiga de la infancia de Adrien, pero Lila... ella sólo quería hacerle burla al creer que no tiene oportunidad con Adrien.

Tenía tantas ganas ir, agarrar a Adrien del cuello de su camisa y darle un beso en los labios para dejarle en claro a Lila que ella ya ganó, pero no podía por que lo suyo era un secreto.

-¿Qué haces?

Marinette, volteó a su costado y vio como Marc se sentaba a su lado.

No hablaba con él hace tiempo.

-Tragandome mis celos, nada nuevo.- respondió la ojiazul como sí nada.

Hablar con Marc era bastante agradable para ella.

Mientras que ellos se ponían a hablar, Adrien caminaba por el pasillo, aliviado de que se libró de Lila luego de tanto luchar.

Algo le decía que Lila pasaba por el mismo problema que él de no tener prácticamente nunca a sus padres a su lado, por éso es que intentaba ser amable pasé a que ella mentía.

El rubio, se detuvo y quedó en shock al ver como debajo de las escaleras, Marc tenía abrazada del hombro a Marinette quien sólo sonreía y hablaba de quien sabe que cosas.

El chico, fruncio el ceño y se dirigió donde ellos.

Sí, sabía que Marinette y Marc sólo eran amigos, pero no le gustaba ver éso.

-Eres una chica muy linda, Marinette, no tienes que preocuparte.- dijo Marc, sin darse cuenta de que Adrien estaba a su lado.

El rubio, apretó sus puños con fuerzas y se dio media vuelta antes de irse.

No quería escuchar mas de éso.

Marinette, se dio cuenta de que su novio se iba y sonrió.

¡Al fín Adrien estaba sólo!

-Lo siento, Marc, tengo que ir a hacer algo.- dijo ella antes de ponerse de pié e ir tras Adrien.

El chico fue a la biblioteca, su punto de encuentro, así que seguro quería hablar con ella o ser cariñoso un ratito.
.

.
En la biblioteca.

Adrien estaba sentado en el suelo, recostado sobre un estante de libros y pronto Marinette llegó y se detuvo delante de él.

-Hola, Adrien, que gran casualidad, ¿no crees?- preguntó ella, fingiendo.

Estaba tan felíz de tener a su novio para ella por unos minutos.

El rubio, agachó la mirada y cerró sus ojos.

Éso era muy difícil.

-Marinette, creó que es mejor que terminemos.- habló, con seriedad.

La azabache, borró su sonrisa y fruncio el ceño.

Antes que nada, debía mantener el control y averiguar lo que sucedía.

La chica, se puso de cuclillas y miró fijamente al chico.

-¿Por qué me dices éso? ¿Ya no te gusto?- preguntó ella.

Adrien, la miró con sorpresa pero pronto desvió la mirada y fruncio el ceño.

Era lo mejor para ellos.

-Sí... ya no me gus...

Las palabras, no fueron capaces de salir de la boca de Adrien.

¡Estaba locamente enamorado de Marinette y no podía decirle que no le gustaba!

La ojiazul, se arrodilló y sonrió.

Debía hacer que Adrien reaccione y sabía muy bien como hacerlo.

-Adrien, no sé que te sucede, pero recuerdalo siempre, yo te amo y siempre lo voy a hacer.
Haber sido tu novia, aunque fue en secreto, fue lo mas grandioso que pudo pasarme en toda la vida.
Gracias por darme ésa oportunidad y... espero que podamos seguir siendo amigos.- exclamó ella y tras decir éso, Adrien la atrajo hacía él y la abrazo con fuerzas.

Marinette, no dijo nada, sólo sonrió y correspondió al abrazo.

-No quiero terminar contigo, yo también te amo y mucho, pero no quiero que suframos por ser yo tan incompetente y no poder revelar que mi novia es la chica mas fabulosa de todas.- dijo el chico.

Verla con Marc, le hizo dar cuenta una vez mas, de que al tener una relación secreta, Marinette seguiría teniendo pretendientes.

Sí, sabía que Marc no tenía interés en lo mas mínimo por Marinette, pero le hizo dar cuenta de que muchos chicos, seguramente sí tenían la mirada sobre ella.

Era un egoísta y lo admitía, quería a Marinette, sólo para él.

La ojiazul, se separó de su novio y le mostró una gran sonrisa.

-Adrien, no estoy sufriendo por ocultar nuestro amor, te amo y te esperaré toda la vida, créeme.

Le daba celos ver a su novio siempre con alguna chica, pero sabía que Adrien le es fiel y por mas que sepan lo suyo, no la tendría fácil, así que no le molestaba ser la novia secreta de Adrien.

El chico, apoyo su frente sobre la de ella y cerró sus ojos.

-¿Por qué eres así?
¿No te das cuenta de que ya estoy enamorado de ti y que hagas estás cosas sólo lo hacen peor?- preguntó.

No era justo que Marinette sea tan madura en su relación.

La chica, rió levemente y le dio un ligero beso en los labios al rubio.

-Aceptalo, Agreste, mi amor, te atrapó.- exclamó ella con voz algo melódica.

Adrien, sonrió y volvió a abrazar a su novia.

Tenía que hacerle frente a su padre lo mas rápido posible, para que así, todo el mundo sepa que Marinette Dupain-Cheng, es su novia.

Era injusto que sólo él sea el celoso y ella sea tan madura.

Continuará...

No deben saberlo. (Cancelado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora