⫷Capítulo 1⫸

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La pequeña Amelia, estaba sentada en la cama de su habitación leyendo su novela favorita.

Sin embargo, no podía concentrarse, pues estaba muy emocionada. Hoy era un día muy importante, ya que era su cumpleaños número 10.

La pequeña estaba emocionada, porque cada vez estaba más cerca de ir a hogwarts, pues su carta para asistir debería llegar el próximo año.

Amelia estaba segura de que asistiría,  pues ya había demostrado indicios de magia.
Como la vez que su hermana Nymphadora le hizo una broma pesada, y accidentalmente Amelia hizo estallar todos los vasos de la cocina debido a su enojo.

Unos ruidos interrumpieron su lectura.

-Cumpleaños feliz...- Amelia escuchó que su mamá comenzó a cantar desde el primer piso, probablemente estaría subiendo las escaleras con un gran pastel.

-¡Feliz cumpleaños Amelia!- Dijo Andrómeda Tonks, al llegar a la habitación de su hija, Amelia no se equivocaba, su madre traía un pequeño pastel.

-Gracias mamá- Amelia se levantó de la cama y ayudó a su mamá, con cuidado tomó el pastel y lo dejo en su cama, para luego darle un gran abrazo a su madre.

-Hoy iremos a ver a Nymphadora- Dijo su mamá al terminar el abrazo.

-¿¡Es en serio!?- Dijo Amelia con una emoción notable.

-Sí, hija.

Había pasado un tiempo desde que Amelia había visto a Nymphadora, ella había ido de viaje a Italia, pero ayer había regresado, y se estaba hospedando en un hotel en Londres.

Luego de desayunar y dirigirse a la estación de tren, Amelia y su madre se encontraban en un tren rumbo a Londres.

(....)

Amelia y su madre llegaron a Londres sin novedad. No tuvieron que caminar demasiado para llegar al hotel en el que se hospedaba Nymphadora, pues éste estaba a unas cuadras de la estación.

Al llegar al hotel, ambas se diriguieron a la recepción. 


-Buenos días señorita, busco la habitación 137- Dijo Andrómeda, mostrando su identificación.

La recepcionista la observó para asegurarse de que Andrómeda y Amelia no fueran acosadoras.
Luego de que Andrómeda le aclarara que Nymphadora es su hija, la recepcionista le entregó las llaves.

-Tercer piso- dijo.

-Gracias- Respondió Andrómeda.

Subieron al tercer piso, y comenzaron a buscar la habitación, fue fácil encontrarla.

Amelia tocó la puerta tres veces.

-Ya voy...- Dijo una voz somnolienta.

-Es ella- Le susurró Amelia a su madre -Es Nymphadora.

-Lo sé hija.

Cinco minutos más tarde, Nymphadora Tonks abrió la puerta de la habitación.
Sorprendida, miró a su madre y a Amelia, pues no esperaba su visita. Unos segundos después las saludó y las abrazó.

-¡Pequeña! - Dijo Nymphadora al ver a Amelia. -¿Cómo están?.

-Bien, hija, te extrañamos mucho- Dijo Andrómeda.

Inefable // H.GDonde viven las historias. Descúbrelo ahora