⫷Capítulo 9⫸

732 49 10
                                    

Amelia recobró la postura.

Hola, Señora Malfoy, Draco...— Nombró a éste último con resentimiento.— Pasen por favor.

La señora Malfoy entró saludando a Amelia, Draco seguía a su madre, mientras miraba a Amelia con recelo.

Amelia los dirigió a la mesa, en donde la comida ya estaba servida.

Tomen asiento.

Draco tenía la necesidad de burlarse de Amelia en ese momento, pero no dijo nada, su madre le dijo que tuviera respeto, y la obedecería.

Buenas noches— Dijo Narcissa Malfoy. Saludando a los sentados en la mesa, y tomó asiento junto a su hermana Andrómeda.

Draco repitió la acción de su madre, y tomó asiento junto a Amelia.

Amelia no podía entender la situación, ¿Que hacían los Malfoy aquí?, ¿Por qué su madre los invitó?

Esas preguntas rondaron por su cabeza durante toda la cena, es el mismo motivo por el que no habló durante ésta.

Por otro lado, la cena tenía una conversación muy animada, Narcissa y Andrómeda conectaron al instante, y se llevaban muy bien, por alguna razón aparente.

Draco tampoco hablaba, Amelia lo notó algo perplejo, ¿Por qué su madre está hablando con la traidora de la sangre?

Al terminar la cena, Andrómeda notó la incomodidad entre los más jóvenes, y le sugirió a Amelia que le mostrara su habitación a Draco, por supuesto, a Narcissa le encantó la idea. Amelia fulminó con la mirada a su madre, en definitiva le debía una explicación.

Pero que... Agradable habitación— Dijo Draco al llegar a la habitación de Amelia.

Ésta lo miró perpleja, ¿Malfoy haciendo cumplidos?, ¿Desde cuándo?.

¿Qué?, ¿Tengo algo en la cara?— Le preguntó Malfoy de forma brusca.

No, es que solo... Bueno nunca te había escuchado decir un cumplido.

Ambos se quedaron un buen tiempo sin decir nada, la verdad era bastante incómodo.

Y..., ¿Qué hacen aquí?— Dijo Amelia.

No tengo idea Tonks, tu madre nos invitó, y si fuera por mí no habría venido.

—¿Por qué?— Amelia tenía miedo de decir esa pregunta, aunque ya sabía la respuesta.

Bueno, son traidores de la sangre, me da asco de solo pensar estar aquí.—  Respondió Draco, pero se arrepintió de inmediato al ver como Amelia se aguantaba las ganas de golpearlo en el rostro.

¿Por qué?— Le preguntó otra vez.

—¿Por qué, qué?

—¿Por qué somos traidores de la sangre?, ¿Es por qué mi mamá ama a un muggle?, ¿Que hay de malo en eso?, ¿Que hay de malo en amar a otra persona?

Draco no sabía que responder, eran muchas preguntas, y era cierto, ¿Que había de malo amar a una persona independientemente de quien sea?

Yo...yo supongo que amar no está mal— Dijo Draco, y Amelia suspiró de alivio, aún podría cambiar los ideales de su primo, pero primero tenían que llevarse bien.

¿Por qué eres malo con los demás?

—Yo... Creo, bueno mis padres me educaron así, ya sabes...

—Bueno, yo sé que esa no es una escusa para tratar mal a los demás, ni por su posición económica, ni por su status de sangre.

Draco quedaba perplejo cada vez más, esta chica tenía unos ideales... Y ni hablar de su carácter, era testaruda, pero decidida. Draco no iba a admitir que le estaba comenzando a caer bien, si lograba cambiar sus ideales, sería una buena recluta para cuando el señor tenebroso volviera, les sería de mucha ayuda si ella fingía ser amiga de Potter a la vez que lo perjudicaba.
Pero para lograr esto, primero tenían que ser amigos. Draco suspiró, sabía lo que tenía que hacer.

Inefable // H.GDonde viven las historias. Descúbrelo ahora