👺ᴜʀᴏᴋᴏᴅᴀᴋɪ-ꜱᴀɴ👺

50.8K 1.5K 351
                                    

Imagina ser hija de Urodoki-san y amiga de sus discípulos.

-¿Por qué no me lo dijiste? -gritó la muchacha con lágrimas en los ojos.-

El hombre mayor solo guardó silencio, estuvo entrenando a Tanjiro por dos años, durante ese tiempo su hija volvió a casa unos días y se topó a los nuevos niños que cuidaba, para ella no era sorpresa, no eran los primeros al fin y al cabo. Todo paso muy rápido, Tanjiro se fue a dar el examen de los cazadores de demonios y al despedirse le pidió a Urodoki saludar a Sabito y Makomo, el hombre extrañado, se le escapó que ambos niños estaban muertos, lo que desató la furia de su hija.

-¿Entonces, todos murieron? -dijo sin creer lo que decía su padre.-

-Si, he perdido... 14 discípulos y si Tanjiro muere, serán 15.

-¡¿Enviaste a ese chico a su muerte?! ¡¿Estas mal de la cabeza?! Makomo, Sabito... ¡¿GIYUU?! ¿acaso la historia que dijiste era mentira? ¿Realmente Giyuu es un pilar?

-Él es el único que sobrevivió hasta ahora, Sabito lo protegió -dijo con pesar recordando como Giyuu se culpaba día y noche por la muerte de su amigo.-

-Una vida por otra, pero... Nezuko se quedó aquí por ser un demonio -la joven acarició la frente de Nezuko, nada la despertaba, no se inmutaba con la discusión que tenían y mucho menos los suaves toques de ella.- ¿Qué harás si Tanjiro no vuelve? ¿Qué harás con ella? ¡Él es su única familia!

-Solo debemos esperar -finalizó el hombre para levantarse e ir por leña.- ¿no confías en él? -la muchacha vaciló un poco antes de responder tristemente. -

-No digo que no pueda, pero... Sabito era más fuerte que él -iba a dejar a su padre cuando otra duda apareció.- padre, si ellos no están... ¿Dónde fueron a parar mis cartas?

-Las de Tamioka llegaron a su correspondiente destinatario, que nunca responda es otra cosa y las demás... -el hombre se calló y siguió su camino, iba a detenerlo pero Nezuko se movió y la joven prefirió quedarse con ella.-

Solo quedaba rezar por aquel muchacho de la cicatriz, algo le decía que en siete días volvería pero nada era seguro, al mirar afuera vio una silueta muy conocida, Sabito le sonrió con tranquilidad y desapareció, tocar el tema le había sentado mal al parecer, estaba viendo gente muerta.

I M A G I N A (kimetsu no yaiba)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora