capítulo siete

136 15 9
                                    

En ese momento Kentin me miró con determinación mientras alzaba una ceja.

—Quiero saber qué fue lo que le hiciste a Alexy el fin de semana.

Dicho esto fue suficiente para que Kentin se cruzará en brazos. Se miraba molesto. Aquella actitud aparentemente abierta que había encontrado, se había transformado inmediatamente. Como si hubiera dicho algo que necesitará activar su mecanismo de defensa. Sin embargo, no me detuve. Tenía que sacarlo todo.

—¿Que yo te haya rechazado tuvo algo que ver? Porque ciertamente fuiste muy idiota. ¿Sabes? Las personas que están a tu alrededor no tienen la culpa de que tú...

—Oye, ya cállate, ¿no? —Frunció el ceño con molestia. No había ni terminado de hablar, y Kentin ya se había enfadado. Totalmente.

—¡Dios! ¿Qué no te das cuenta de todo lo que hiciste? ¡Debes hablar con Alexy!

Parecía que sólo había tenido que volver a mencionar Alexy para que todo su gesto decayerá. Por un par de segundos, sólo me miraba. Como si se hubiera quedado sin palabras, o maneras de defenderse. Sólo estaba ahí. Agarrado a sus hojas, y con la mirada inquietante.

—Yo... —Alargó un tanto la palabra antes de continuar. Sin embargo, la seguridad con la que a un comienzo me había hablado, en ese mismo instante se fue. — Lo sé, y quiero hacerlo, de hecho pensaba hacerlo, pero...

—«¿Pero?»—Pregunté más irritada que cansada. Sinceramente no entiendo porque se nos sigue diciendo difíciles a las chicas. ¡Dios! ¡Los chicos son tan complicados!—¿«Pero» qué Kentin?

Él sólo volvió a colocar una de sus manos dentro sus bolsillos. —Pero, yo, no lo sé. Creo que me evita. —Parecía agotado. O mejor dicho, inseguro.

—Kentin. Él no te evita. —Suspiré antes de perder por completo la paciencia. —¿Qué no entiendes? ¡Le hablaste horrible!

En ese momento, él levantó de manera golpeada su mirada, fijamente hacia mí. —¿Y tú cómo sabes todo eso? —Su voz no parecía calmada, ni tranquila. Al contrario de todo esto, parecía tenso.

—Eh... Bueno, yo... —Dios, ¿qué se supone debería decir? No creo que decirle explícitamente que hablé con Alexy sea lo más...

—¿Qué? ¿Te comió la lengua el gato o qué? —Su voz de pronto sonó mezquina. Provocó que inmediatamente se me hirviera la sangre.

—No. No me comió la lengua ningún gato. De hecho, lo sé todo porque Alexy me lo dijo. —Quizás, debí haber pensado un poco más. Pero ya era demasiado tarde. Estaba molesta, y ya había abierto la boca. —¿Y sabes? Nada de esto sería tan complicado si desde un comienzo hubieras aceptado que simplemente no me gustas. Pero no. Sigues siendo tan terco como siempre. No puedo creer que hasta el día de hoy siga gustandote.

Quizás esperaba una reacción diferente. Alguna mueca, algún otro bufido, o incluso... Quizás alguna lágrima, por muy cruel que sonará. Pero no. Al contrario de todo esto, Kentin comenzó a reírse. ¿Me perdí de algo?

—Dios... —Sacó finalmente de sus labios mientras trataba de aguantarse las carcajadas. —De verdad que eres muy egocéntrica cuando te lo propones.

Me quedé por algunos segundos en silencio mientras le miraba con un gesto molesto. Terminé por cruzarme en brazos antes de volver a dirigirle la palabra.—¿Se podría saber qué es tan gracioso?

—Es gracioso que pienses que aún me gustas.

—¿Qué? —Inmediatamente bajé los hombros con un gesto incrédulo. ¿Yo ya no le gustaba? Pero, entonces, ¿de qué carajos todo esto se trataba? — Okay, ahora sí estoy perdida. ¿Entonces por qué carajos te desquitaste con Alexy? —Tan pronto hice mi pregunta, él tomó enseguida una respiración profunda. Como si se preparará a explicar algo cansado. Hizo de lado las hojas que sostenía sobre una sola mano, y me miró con total frialdad.

Navidad Sin Ti: Kentin & AlexyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora