La Llegada

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El extraño sacudió su capa de viaje, la había escogido porque los mejores estatus que tenia eran los de protección contra el polvo y las inclemencias del tiempo, sin duda era de calidad excepcional. Se la había comprado a un ser sinténtico, un cazador de un solo cuerno... - ¿Cual era su nombre?

La amnesia era uno de los principales problemas de los desplazamientos entre estratos de realidad. Su mente se fragmentaba a una velocidad realmente preocupante, y con esto, su aptitudes físicas, mágicas y telequinéticos había comenzado a fluctuar...Sin embargo, ya había traspasado la barrera de sus propios y considerables poderes. En realidad todo aquello lo tenia bastante sorprendido; la energía mágica que generaba su existencia debido a su capacidad nata resultaba, en teoría, inagotable.

Su cuerpo original comenzó a picarle... un incremento en el dolor le indico que la "Energia de retroceso" le comenzaba a reclamar a su mundo. Era un hecho que su cuerpo original no era permitido en los demás estratos.

Freno lentamente su marcha al observar el paisaje desolado y marchito: - ¡Guerra!

Musito con su voz profunda y cavernosa, palpo la tierra y se aseguro de estar completamente solo. Se coloco en posición, sentándose sobre sus piernas, y adopto la pose de meditación.

Lanzo su mente al vació.... y observo el gran tapiz.

Internamente ya mostraba los síntomas que el archisabio le advertido que desarrollaría con tantos desplazamientos. Para contrarrestar dicho decaimiento había tomado la decisión de crear un nexo en sus memorias y dejar islas que, en algún punto, podría unir y así conservar parte de sus memorias.

Sintió, cual fogonazo, la magia de aquel mundo. No era nada sutil, estaba en casi todo lo que le rodeaba, aunque había algo.... Repugnancia!? La magia de ese estrato era, al igual que él,  un fenómeno alienado, un intruso. Se concentro más y extrajo del plano lo que buscaba.

El proceso se llamaba "inserción" y consistía básicamente en eso... Insertarse. Tomaba la vida y apariencia de un ser al azar de ese mundo, dando preferencia a alguien de igual estatus y condición que en su estrato base. Conservaba la mente del desdichado y cuando podía le echaba un vistazo para poder adaptarse a aquel mundo y si resultaba que aquel ser había sido algo despreciable, pues, al final acababa con el.

El cuerpo salio de un portal situado a poco centímetros de su cabeza. Con un destello mágico instantáneo su cuerpo original traspaso el portal que se había abierto en el suelo donde se encontraba sentado. La inserción había sido exitosa.

Fandango von Sharper, Conde

Magic Knigt lv2

Witcher lv0

Arcane lv2

Ahora tenia un nombre y un titulo, frunció el ceño al leerlo:

- Fandango... suena demasiado pretencioso, pero si ese es lo que quieres quien soy yo para cambiarlo. – Sonrió maliciosamente

Tenia por preferencia obtener las habilidades mixtas de magia y espada como base... pero witcher no le sonaba, parecía una clase de hechicero, pero algo le decía que no seria como el pensaba. Sonrió al escuchar en su mente la risa socarrona y sarcástica del ser intangible que le observaba.

- Con que un mutante creado a partir de hierbas y magia...  esto se pone interesante, te prometo no ver mas de lo que me dejes ver. – Dijo Fandango mientras se incorporaba de la pose. Necesitaba comprobar si sus mejores objetos funcionaban en este mundo también como en el suyo.

A medida que caminaba por la senda polvorienta sintió la vitalidad de su nuevo cuerpo. Esta bastante bien tonificado para ser alguien de la clase burguesa, acumulo fuerza y agilidad y le ordeno a su cuerpo a hacer una pirueta con tirabuzón.

Heraldo del Destino / The Witcher 3/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora