veinte minutos antes de que Ciruela empezara su pelea en el viejo roble Fandango y Plumina caminaba cuidadosamente por el pantano. Su meta era el mismo destino que Ciruela pero, a diferencia de la Witcher, Fandango había decidido ir por un camino menos directo y mas seco.
Plumina sonreía mientras iba tomada del brazo de fandango. Había momentos en que utilizaba sus otras extremidades, disfrazadas de vendajes, para alzar por encima de los charcos de agua pantanosa a su amo. A ella no le molestaba en particular el ambiente que se sentía y se respiraba en aquel inmundo pantano, y tenia la sospecha que se a amo tampoco, pero le encantaba tener aquel contacto tan personal e intimo con su señor. Sabia que había enviado a su hermana a limpiar aquella zona sola para que la experiencia la ganara complemente ella y librara más rápido el abismo de poder que había entre ella y ellos dos.
- Espera un momento querida. - dijo fandango mientras se detenía.
- Ocurre algo amo? - contesto Plumina.
- No, es solo que esta humedad se esta colando por mi gambesón reforzado y me esta causando una severa urticaria.. vaya que si es delicada la piel de este sujeto. - Contestó fandango mientras se quitaba su capa de viaje y el resto del equipo que le cubría el torso.
El cuerpo del Aristócrata que el extraño poseía era sin lugar a dudas... Atractivo. Se notaba en cada centímetro de su piel tersa que aquel hombre nunca había sufrido una herida en su vida, que aquellos músculos duros y torneados había sido bien alimentados a través de los años.
Saco de su equipo una toalla de algodón grande, era un recuerdo del ultimo hotel donde estuvo, era realmente útil para absorber todo aquel sudor que tenia pegado al cuerpo. Cuando termino de secarse extendió la toalla y le hecho un vistazo. Estaba casi empapada y bajo los pocos rayos del sol que se filtraba el nombre del hotel al que pertenecían resalto.
- Overlook, era el lugar de donde viene esa prenda? - Pregunto Plumina al ver el nombre plasmado en la toalla.
- Así es querida, conocí a muchas entidades interesantes en ese lugar.
Fandango guardo la toalla en su inventario y comenzó a examinar sus prendas para volverlas a equiparselas. Bajo el fango de sus pies una pequeña planta empezó a crecer, en segundos la planta se irguió por detrás de la figura del aristócrata. De los tallos frondosos comenzaron a surgir cabellos humanos que dieron paso a tres cabezas humanas, todas de mujer, sus miradas cautivadoras se centraron en la piel de Fandango.
Plumina se dio cuenta que algo no iba bien, el aire comenzó a oler a relicto, a relicto muy muy viejo. Las cabezas se acercaron lo suficiente al brazo vendado de Fandango y, sacando sus lenguas, lamieron su costado.
- Quietenle sus sucias lenguas de encima, asquerosas putas de pantano!!! - Plumina desplegó todas sus vendajes y con una orden mental las transformo en taladros.
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Heraldo del Destino / The Witcher 3/
FantasyEn un multiverso sumido en caos pocos tienen el dominio, o maldición, de poder moverse a través de las dimensiones. Uno de esos seres es la conocida Cirilla Fiona Elen Riannon, witcher y heredera de la vieja sangre. Pero en el multiverso una nuev...