El Pantano de las Moiras

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El viaje hacia la percha del jorobado se desarrollo con relativa calma. Uno que otro humano descerebrado perdía su vida al tratar de asaltarlos, de esos se encargaba Ciruela, rápida como un rayo sus dos dagas centellaban en el aire mientras alcanzaban las partes vitales de los pobres desgraciados. Plumina se encargaba de los monstruos, brutal e implacable su cuerpo metamórfico mutaba en el arma perfecta según fuera la ocasión, para después comerse cualquier rastro de su victima.

Para hacer más corto el camino, Fandango, les hablo más sobre armas que les había entregado. Primero: las dagas dobles de Plumina se llamaban "los Ojos de Tirnoch", se decía que con un corte de su filo cualquier enemigo quedaba lisiado y bajo los efectos de un poderoso veneno. Segundo: el anillo de Plumina se llamaba "la Banda de Victor" tenia gravada un V en su centro y  por inscripciones: "el camino del vencedor esta pavimentado con los huesos de sus enemigos", cosa que le encantaba a Plumina, quien movía su cola monstruosa de un lado al otro (se había transformado en una bestia cuadrupeda parecida a un caballo).

Ciruela se encontraba particularmente silenciosa, ni siquiera destripar a los últimos bandidos había hecho que su animo cambiara, se encontraba en lo que fandango denominaba modo automático. Sabia que al poner su habilidad de mirar a través de las dimensiones en ella contraería algunos riesgos, solo que no esperaba ver los efectos secundarios tan pronto.

Estaba a punto de acercarse a ella y tocarle cuando un aviso aprecio en su mapa interno, "nuevo poblado - Madriguera Baja" "tablón de anuncios, disponibles para brujos solamente".

Fandango toco a Ciruela que salio de sus ensoñación y contemplo el paisaje. le regreso una mirada de "comprendo la situación" y se adelanto haciendo trotar su montura. Fandango se detuvo y le dio instrucciones a Plumina para que se transformara.

- Como hemos quedado querida... cerraras los ojos y me acompañaras tomada de mi brazo, de esta manera parecerás débil e inofensiva ante estos palurdos.

Plumina rió por lo bajo mientras la ultima pieza de su anatomía se recomponía, dejando la forma de elfa envuelta en vendas, encapuchada y enfundada en unos pantalones verde musgo intenso.

Plumina tomo el brazo de su maestro y juntos se acercaron lentamente al poblado entrando por la ruta principal. Los campesinos los observaban y paraban sus actividades, fandango le saludaba con una leve inclinación de cabeza y continuaba su camino. Llegaron hasta el final del poblado (que constaba de tres o cuatro casas) donde Ciruela discutía con un hombre vestido con un gambesón verde, probablemente el regidor del pueblo.

- Aquí dice que se ocupa que alguien investigue la causa de la desapareció de aldeanos en la colina de los susurros, por que no deja que tome el contrato? Soy una Witcher.

El hombre no parecía entenderla o más bien no parecía creerle. Cuando Fandango y Plumina llegaron hasta ellos la conversación se había tornado mas efusiva y cada vez más aldeanos se empezaban a acercar presas de la curiosidad.

- Buen día mi estimado gobernador. - Dijo Fandango. - Mi nombre es Fandango Von Sharper, esta es mi asistente Plumina. - Señalo a la elfa que le acompañaba mientras Plumina hacia una reverencia de 1/12 . - Y veo que ya conoció a mi otra compañera de viaje, la Witcher Ciruela.

El hombre observo lentamente de pies a cabeza a Plumina, deteniéndose con bastante obviedad a contemplar los enormes pechos de la elfa, y después volvió su mirada a la Witcher.

- Nadie a publicado dicho anuncio su excelencia, tiene que ser una broma o las palabrerías de algún loco. - Le respondió el hombre sin quitarle la vista a Ciruela y a su dagas que brillaban con luz propia.

A Fandango no le importaba sacarle la verdad a aquel hombre charlando, pero notaba la creciente agresividad de Ciruela bullendo de su cuerpo como una densa niebla venenosa. 

Seria buen momento para mostrarle a su sierva el poder que había enterrado en ella. Se acerco a Ciruela y coloco su muñón derecho en medio de sus omóplatos, Plumina sintió la tensión de su amo y le soltó el brazo. 

Juntando energía del Sino Fandango se introdujo su ser metafísico en el alma de Ciruela. El tiempo se detuvo para todos los demás, solo existían ellos dos. Ciruela le contemplo mientras Fandango manipulaba algo en su interior, era una sensación intensa, como contemplar un abismo enorme y sentir que desde el fondo de aquella obscuridad algo infinito y eterno te devolvía la mirada.

-Querida se que estas un poco molesta por no poder obtener la información de tu primer contrato, pero algo me dice que esta misión esta creada para un Witcher en especial.

Ciruela pudo escuchar las palabras que parecían venir de todas direcciones, comentarios de seres sin substancia, lejanos y sumamente poderosos. La hablaban directamente a su amo, diciéndole miles de cosas al mismo tiempo.

-Relaja tu espíritu querida, calma y no te muevas... Esta clase de poder podría hacer que alguien como tu, que aunque comparte mi poder, sucumba a la locura.

Y entonces su amo se concentro en una sola voz que le decía: "Esa misión es parte de la trama principal de Ger.... mientras es enviado por las Moiras..... para matar a..."

El tiempo volvió a girar normalmente y Ciruela dio un gran respiro, aquello había sido como haber estado sumergida en el agua por un largo periodo de tiempo. La experiencia le había dejado un poco agotada y sin embargo, su amo parecía estar completamente normal.

-Creo que a mi compañera a olvidado mostrarle esto antes de mencionarle la misión. - dijo Fandango sacando de debajo de su túnica una daga ceremonial. -Reconoces esta daga?

El Regidor abrió los ojos por completo al observar la daga y su comportamiento hostil cambio por completo.

-Lo siento su excelencia, no sabia que les pertenecías a ellas. - Contesto el regente.

Ambas mujeres se tensaron y Fandango comenzó a reírse con una risa sarcástica.

- No le pertenecemos a nadie más que al camino. - dijo fandango mientras calmaba a sus compañeras antes que bañaran el pueblo entero con viseras y sangre.- cuéntame los detalles básicos nada mas.

-Entonces que así sea... La guerra ha despertado un mal antiguo, un poder ancestral que se mete en nuestro sueños y nos hace caminar sonámbulos a un lugar desde el cual nadie vuelve.

- Suena divertido. -le susurro Plumina, Ciruela seguía retraída con la mirada perdida en el pantano.

-Todos yacen sin enterrar bajo la loma de los susurros. Padres, hermanos, hijos. La gente teme mover sus cuerpos. Deben ir allí y disipar los malignos pode...

- Si si si... nosotros nos encargaremos, ustedes quédense aquí seguros. - Dijo Fandango volviendo a tomar a Plumina de su brazo, le sonrió a Ciruela y los tres comenzaron su descenso al pantano de las Moiras.

Heraldo del Destino / The Witcher 3/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora