33화 : Almas Gemelas

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El futuro alfa líder de la manada había montando por sí sólo todo un espectáculo para que su madre le dejase secuestrar a Jungkook un día antes de su coronación.

      "No es pertinente" había dicho la mujer mientras señalaba al florista donde colocar los adornos del altar.

       Sin embargo, el muchacho era persistente y suficientemente perspicaz para conseguir su permiso a espaldas del omega que no se esperaba nada de aquello.

       "Abrocha bien tus pantalones" molestó Akamu mientras cruzaba hacia la habitación compartida con su omega. Eran entre 7 con cuarto y 7 con veinte, cuando le vio en aquel pasillo, aterrorizado frente a la puerta que le llevaría al omega de mirada azulada.

      Puedes hacerlo, Kim Taehyung  se dijo a sí mismo.

       Tan sólo un par de toques fueron necesarios para que el castaño le cediera el paso justo segundos antes de que terminase de peinar su cabello ligeramente ondulado, el alfa no sabía cómo un ser humano podía lucir tan precioso con un par de pantalones desgastados y una sudadera de algodón.

        ㅡ ¿Se le ofrece algo, príncipe? ㅡcuestionó ante su presencia, sabiendo de sobra lo mucho que su prometido odiaba aquel apelativo. Sin embargo, le hizo sonreír.

        ㅡ ¿Tienes planes? ㅡse recargó al borde de la puerta, admirando la sencillez con que el chico se alistaba para: 

        ㅡ Quedé con tu madre en recoger algunas invitaciones , ¿y tú por qué tan formal?

        ㅡ Bueno, vine a arruinar tus planes. Estoy listo para secuestrarte ㅡy antes de que pudiese replicar o cuestionar, sus piernas estaban colgando al igual que el resto de su cuerpo, pendiendo del hombro del rubio. Manteniendo una perfecta vista de su espalda, se encontró pensando que Taehyung no parecía tan fuerte como ahora demostraba.

        Cielos, es un alfa. Claro que es fuerte, se maldijo así mismo, procedió a maldecir al secuestrador.

     ㅡ ¡Bájame, Kim! ㅡlloriqueó, pataleando al aire.

       ㅡ Me temo que eso no será posible, futuro señor de Kimㅡcanturreó, sospechosamente contento mientras bajaba las escaleras.

Jungkook pensó en pedir ayuda a la madre del rubio, pero ésta se limitó a desearles suerte cuando les vio salir por la puerta principal.

        ¡Estaban coludidos!

        Una vez fue llevado al copiloto cual costal de papas, acomodó su ropa y le miró con el ceño fruncido.

         ㅡ ¿Era necesario ese numerito? Solamente debías decir: Jungkook, ¿me concedes una cita? Y listo ㅡse quejó mientras Taehyung ajustaba su cinturón, antes de encender el coche.

        ㅡ ¿Por qué le quitas lo divertido a la vida, ah?

        ㅡ Animal ㅡmurmuró, ajustándose su propio cinturón. 

        Él no adivinaría que era una forma para canalizar su timidez ante el omega, y Taehyung no iría a decírselo. 

       ㅡ Y a todo esto, ¿cuál es nuestro destino?

       ㅡ Ya lo verás ㅡy el coche se puso en marcha.

Las llantas del costoso automóvil rodaron con elegancia a través de toda la ciudad, Jungkook no había tenido muchas oportunidades para salir de la aldea. Por lo tanto, se encontraba extasiado con lo que el paisaje proponía. En medio del verano, el bosque parecía expedir magia por cada húmeda corteza que rompía las nubes a gran altura. Un sentimiento de libertad le incendió el pecho con una cálida llama, no tardó en aspirar todo lo que sus pulmones pudieron. Más tarde, cuando el mediodía les alcanzó amenazando con derretir, Taehyung aparcó finalmente.

Amour PlastiqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora