Niselma: Guardiana Forestal. Capitulo XII

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XII

No muy lejos del desierto de Ghuterla, solo que un poco más al sur, se encontraba el bosque de Asphare, un lugar frio y muy callado habitado por criaturas aún desconocidas para muchos de los habitantes del mundo Slate. Niselma era la guardiana de ese lugar y se encargaba de que ningún intruso alterara ese ecosistema. Karen pudo observar los imponentes árboles que se levantaban sobre ella.

-¡Impresionante! ¡Fascinante!...Es casi imposible de creer que existan arboles de esta altura...Deben ser como 100 metros.- Exclamo la chica intelectual.
-Así es.- Dijo Niselma con una voz muy calmada y relajada.- Estos árboles tienen muchos milenios; y al no haber sido afectados por ningún agente externo, lograron llegar a tener esta altura.
-Creo que los que estudian Botánica en la tierra se emocionarían como yo al ver esto.- Afirmo Karen.

Niselma asintió con la cabeza y la condujo por un estrecho camino rodeado por ramas, enredaderas, y por supuesto, los gigantescos árboles. Durante la caminata por ese pasaje, Karen notaba lo inmenso del bosque, pero también notaba la oscuridad que lo cubría casi en su totalidad.

-¿Es natural que este bosque siempre este en las tinieblas y tan solitario?- Pregunto Karen algo temerosa.
-Así es. Este bosque es sagrado para los habitantes del mundo Slate, pero también uno de los más temidos. Por eso, los que habitan el pueblo que está cerca del castillo de mi padre no suelen acercarse. Le tienen miedo.

Al decir esto Niselma, se escuchó un ruido muy extraño entre las plantas. Se escuchaba como si un pequeño animal cayera en una especie de trampa.

-¿Qué fue eso?- Dijo Karen sin separarse de su ahora maestra.

No hubo respuesta. Se podía sentir más fuerte el ruido, cuando de repente una gran liana tomo a Karen por sus pequeños pies y la sujeto en el aire.

-¡Ah!... ¡Auxilio!... ¡Bájame, planta asquerosa!..¡Suéltame!- Exclamaba Karen una y otra vez.
-Cálmate mi niña- Le indico Niselma- No debes temer.

Karen no dejaba de gritar, cuando de repente de entre los arbustos apareció una criatura extrañísima. Estaba hecha por completo de lianas y grandes enredaderas y de rostro tenía una gran coraza de color verde oscuro en forma de hoja de maple.

-¿Planta asquerosa?- Remilgo aquella extraña criatura.- Creo que a los niños de ahora no les enseñan modales.
-Es tu culpa por hacerle eso. Bájala ahora mismo.- Le pidió amablemente Niselma.

Volvió a colocar de pie a Karen y ella, arreglando sus pequeños lentes, se colocó detrás de su maestra con algo de temor, pero al mismo tiempo con fascinación al encontrarse con un ser como ese.

-Karen mi niña, no temas. Él es solo un viejo amigo. Te presento a Rybwyvern.

La criatura presentada por Niselma aparto sus lianas que parecían tentáculos y se presentó de la manera más amable posible y con mucho entusiasmo.

-¡Es un honor conocerla pequeña Hysalta! ¡Habíamos esperado que esto pasara, pero no pensé que fuese tan pronto!- Dijo Rybwyvern sin quitarle la vista a la chica que estaba tras Niselma.
-Mu...Mucho gusto...pero mi nombre es Karen.- Aclaró la joven.
-Ah, sí claro. Por supuesto. El oráculo Prophecy suele fallar en algunos detalles.- Mencionó Rybwyvern.- Después de todo, se parece mucho a ella.
-¿Hay un oráculo aquí?- Pregunto Karen.
-Sí. Es el oráculo más antiguo de todo el mundo Slate. Vive en un pequeño claro al terminar este pasaje.- Le informo Niselma.- Ahí, en ese lugar, empezaremos tu entrenamiento. Espero que sea rápido. Debes estar lista lo más pronto posible.

Así lo entendió Karen. Niselma junto a Rybwyvern la acompañaron en todo el recorrido hasta que lograron ver una pequeña construcción hecha con piedras extraídas de una cueva natural que apareció no muy lejos de ahí. La choza tenía un color grisáceo; frente a ella había un círculo de roca en donde al parecer se encendían fogatas y en un extremo se podían ver unos troncos enterrados verticalmente, en cuyas puntas habían unos blancos. Eran utilizados sólo para practicar la arquería; habilidad en la cual Niselma era muy diestra.

Antes de que alguien dijera algo, la pequeña puerta de la choza se empezó a abrir lentamente. Cuando se abrió por completo, el ser que apareció dejo a Karen incrédula. Ya había visto seres como Rybwyvern, y a los hermanos de su maestra, pero jamás había visto a alguien así.

Era el mismísimo oráculo Prophecy. De una estatura baja, ojos color lima, cabello cano corto, y una túnica algo desaliñada, propia de los ermitaños; pero eso no era lo que más llamaba la atención de Karen.

-Su piel es... ¿de madera?- Preguntó incrédula Karen.
-No mi pequeña Hysalta-. Dijo Rybwyvern.-Todo él es de madera.

En su juventud, el oráculo Prophecy había sido víctima de un grave accidente mágico. El propio maestro Ryokusho intervino para ayudarlo a sanar y evitar que ese hecho fuese mortal, pero por desgracia, todo el cuerpo de ese ser había sido consumido por llamas de fuerza arcana provenientes de unas rocas llamadas Purp'Urosas provenientes del continente de Ostanda cuyas propiedades eran el de otorgar el don de la clarividencia, aunque para que el efecto fuese efectivo, se debía sacrificar algo: Su visión.

Ryokusho, con ayuda de su hija Niselma, ayudaron a reconstruir su cuerpo con madera y leños, hasta darle la forma que tiene en la actualidad. En sí, era una máquina de madera, pero con conciencia y alma parecida a la humana.

Niselma explico esto a Karen, mas sin embargo ella seguía sorprendida y sin poder dejar de mirarlo. Era una chica muy curiosa.
El oráculo se acercó al pequeño círculo de roca, y se sentó en un extremo del mismo.

- Ven, Karen. Siéntate a mi lado.- Dijo el oráculo con una voz fuerte.

Asombrada, empezó a dar pequeños pasos hacia él, mientras Niselma y Rybwyvern observaban. Al llegar donde se encontraba el oráculo, se sentó a su lado.

- No debería preguntar como supo mi nombre, puesto que es un oráculo.- Indicó Karen.
-Así es. Tu inteligencia es muy notoria, y eso lo admiro. Un Slate Warrior no solo es fuerte de físico, sino también de mente. En este mundo existen cosas que pueden jugar con nuestra conciencia. Es por eso que debes tener una mentalidad preparada para enfrentar esos engaños.- Le informó el oráculo.
"Es curioso que diga que es muy notoria mi inteligencia, considerando que no puede verme" pensó Karen.
- Cierto.- Dijo de repente el oráculo.- pero tu mente me lo dice. No necesito tener vista física para saber que eres inteligente.
-¿Puede leer mi mente?- pregunto impresionada la chica.
-Así es. Como sabes, tengo el don de la clarividencia. Eso hace que mi mente sea una de las más fuertes en el aspecto de la conciencia, lo cual me permite ver las almas, leer pensamientos y percibir buenas y malas sensaciones del entorno.

Era sorprendente. Solo con verlo hablar era una maravilla. No poseía labios, sino unos pequeños tacos de madera que bajaban y subían cuando pronunciaba alguna palabra. Pero, saber que podía leer la mente de los demás era fantástico.

-Supongo que estas lista para tu entrenamiento ¿no?- Pregunto el oráculo a Karen.
- Si, lo estoy. Para eso me trajo aquí la maestra Niselma.
-Muy bien. Como sabrás, Lamyta es el espíritu más delicado de los espíritus que tenían los "5 Legendarios", así que Niselma te adiestrara y te dirá como usar tu poder. También sé que tienes prisa. Pero no te preocupes. El llamado vendrá muy, muy pronto.

La chica asintió con la cabeza. Terminado de decir esto, el oráculo se levantó e hizo una pequeña reverencia a la chica que aún permanecía sentada, dio media vuelta y volvió a su pequeña choza. Al cerrar la puerta, Karen se incorporó del suelo y se volvió hacia donde estaban Niselma y Rybwyvern.

- Muy bien mi niña- Dijo la bella guardiana Niselma.- Es momento para que comience tu entrenamiento. ¿Lista?
- Solo dígame lo que debo hacer maestra. Para eso estoy aquí.

Slate Warriors: El ContraataqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora