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Capítulo 16.

Lior.

—¿Cómo?—exclamé, abriendo mis ojos al máximo, absolutamente sorprendida.

—Cuando alguien sobrenatural intenta convertir a un ser sobrenatural sin saber que lo es, tanto el que quiere convertir como el que iría a ser convertido, es expulsado por ondas muy fuertes hacia atrás. Esto sucede porque el ser sobrenatural se percata inconscientemente del ataque y se defiende de tal manera.—explicó James, observando atentamente a Adara.

—Vaya.—fue lo único que salió de mi boca.

Afrodita, Devin y Alpha se quedaron perplejos viendo la situación mientras escuchaban la explicación que James dio.

No supe como reaccionar hasta que el chillido de dolor de mi mejor amigo Axel me desconectó de mi mente. Se retorcía en su silla cerrando con fuerza sus ojos, apretando sus manos en puños e intentado deshacer los nudos de sus pies.

—Afrodita, ahora.—señalé con la cabeza a Axel.

Ella asintió y se acercó a él, sacando la pequeña bolsa donde estaba el polvo color blanco que le echaría para calmar el dolor.  Se arrodilló frente a él y abrió la bolsita.

—¡Eh! ¿¡Qué hacéis!?—gritó Adara.—¡Dejadlo en paz!

Afrodita me miró, le hice una mueca de que no hiciera caso a mi mejor amiga y entonces lo esparció en su cara, haciendo que este se metería por los orificios de su nariz, oídos y boca.

—Gracias.—dije una vez terminó.

Debisteis usar eso conmigo también.

Pensé.

Me dedicó una sonrisa y volvió detrás de mí. Adara se quedó observando a Axel mientras algunas lágrimas se formaban en sus ojos, lágrimas de ira, tristeza y muchas emociones juntas. Sabía que se sentía decepcionada y traicionada. La rabia que sus grandes ojos azules expresaban era muy grande, la mirada que me dedicó hasta me dolió. La ignoré, no me debía centrar en eso en aquellos momentos.

—Devin, ¿podrías llevarlo a mi habitación? Por favor.

—Claro.

Se acercó a él y lo cogió en brazos, el polvo lo durmió y calmó. Se fue con Axel en brazos y quedamos James, Alpha, Afrodita, Adara y yo.

—Afrodita, puedes irte.—dijo James sin mirarla.

Ella hizo caso y se fue por dónde lo hizo hacía apenas dos minutos Devin.

—Adara.—capté la atención de mi mejor amiga. Me miró con algo de recelo. Pegué mis dos labios haciendo una fina línea con ellos, dirigí mi mirada al suelo y luego decidí continuar con voz firme.—Tengo muchas cosas que explicarte, y debo hacerlo lento para que las entiendas.

—¡¡¡La primera cosa que deberías explicarme es porque estoy aquí!!!—gritó sin poder contener su ira. Podía notar su pequeño corazón acelerado, tanto por la furia, tanto por el miedo que sintió en aquellos momentos.—¡¿Por qué los ojos de James son rojos, eh!? ¿¡Y los del chico que se acaba de ir!? ¿¡Puedes explicarme que puñetas pasa!?

—Adara, cálmate. Si sigues así no podré explicarte nada, y si así lo hago, tú no entenderás.

—¿¡Por qué mierdas nadie tiene frío!? ¿¡Por que él—dijo refiriéndose a Alpha—no lleva ni siquiera una camiseta!?

La miré sin decir nada.

Se calló, mirando al suelo. Vi como una pequeña lágrima se empezó a formar en su ojo, pero la aguantó ahí. Levantó su vista hacia la mía.

Mi Adictiva Tentación #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora