Era tan guapo con esa expresión desesperada que Viola se rindió. Debía de ser Narcissus. Nadie más tenía aquél efecto sobre ella.
La chica respiró hondo. —¿Yo te hice llegar aquí?
Él la miró sorprendido. —No sé. ¿por qué lo piensas?
Viola se acercó a la máquina de escribir y señaló la hoja. —Bueno, yo escribí tu nombre hace un instante y en ese momento tú tocaste el timbre.
Narcissus sacudió la cabeza. — Hace horas que deambulo por la ciudad. Lo último que recuerdo es que estaba en el cementerio de Highgate de noche y luego de repente, me encontré en el British Museum en pleno día. No tengo la menor idea de cómo llegué allí.
Se acercó a la repisa con las ediciones traducidas de los libros de Cornelia.
—Cuando salí del museo me dí cuenta de que había algo extraño.No reconocía los nombres de las calles. Fui a mi casa y mi casa no estaba. En Scotland Yard no tenían ni idea de quién era mi padre.Y mis amigos...no encontré a nadie.Luego en el escaparate de una librería encontré estos libros con mi cara en la portada.El librero, cuando me vio,pegó un brinco,como si yo fuera un fantasma.
Me preguntó si era uno de los actores que hacen el casting para el papel de Narcissus. Fue así que descubrí ser el protagonista de una trilogía que vendió millones de ejemplares y que mi autora se llama Cornelia Wyndham.—Miró a Viola—.Estaba tan confundido que me tomó un tiempo entenderlo y decidir que la única solución era buscar a esa Cornelia Wyndham, mi creadora, y pedirle explicaciones. No fue fácil encontrar la dirección; no tenía dinero,pero convencí a un tipo de un café Internet de que me hiciera un préstamo aquí estoy. Es preciso que hable con tu tía.
—Bueno, eso va a estar difíl— fue lo único que logró decir Viola—. Desapareció hace tres días.~Fin del capítulo seis~
ESTÁS LEYENDO
Corazón Negro
Teen FictionViola es una chica reservada, una apasionada lectora y la sobrina de la famosa autora de literatura juvenil Cornelia Wyndham, quien desapareció misteriosamente de la casa que comparte con ella y con sus 2 excéntricas tías. Nadie sabe absolutamen...