capítulo cinco parte dos

34 9 0
                                    

Como le escribí en el documento que le mandé  por e-mail, tengo que hacerle algunas preguntas  acerca  de una pesquisa en curso. Tiene que ver con uno de sus colaboradores.
narcissus había  utilizado la página  protegida de Scot Land Yard para agendar una cita con el director  de forma oficial. - Ehm, ya -balbuceó  el Sr Carlton -. estoy muy ocupado, así  qué, ehm, qué...
- ¿Conocía  al Sr. blackwood?
El rostro del director se contrajo en una mueca de fastidio. - Sí, yo... terrible  su muerte- dijo susurrando.
Narcissus tomó uno de los objetos del escritorio sobresaltando al hombrecito. Lo lanzó  al aire un par de veces.
-Eso es- balbuceó  el director -muy valioso.
-  A usted no le agrada el Sr. blackwood, ¿verdad? - dijo  Narcissus  con tono despreocupado.
El hombre dejó  de fijarse en el precioso pisapapeles de oro que volaba por los aires  y miró  a Narcissus sorprendido.
-¿có...cómo, perdón?  Yo...bueno, él no trabajaba regularmente con nosotros... Era uno de nuestros asesores. Tenía  mucho éxito  en su profesión pero no era un verdadero investigador..  Aunque...
- Descubrió algo.
El hombrecito miró  nuevamente a Narcissus abrumado, cómo  podía  ese  diablo de muchacho...
-¿ Qué  es lo que había  descubierto, el Sr. Blackwood?  ¿De qué  se jactaba?
El director tragó  saliva. - Si me permite - dijo, llevando una mano hacia el pisapapeles que Narcissus seguía  aventando al aire. Lo agarró  y lo colocó  con esmero en un cajón. - A veces,  el Sr. blackwood hacía  declaraciones poco científicas,  por así  decirlo... Se aclaró  la voz- . Era un inexperto,  después de todo. Él  se jactaba de un descubrimiento revolucionario, sin precedentes - dijo el hombrecito con rabia-.  Una declaración de charlatán, si me permite la expresión. Sin pruebas, sin investigación. Estos anticuarios de moda hablan solo para hacerse publicidad.

Corazón NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora