Mientras tanto a 601 ...
Roberta y Diego estaban en su
mayor momento dentro de la habitación (ambos tenían experiencia en cochis
desde ese día allí en el bote mientras la Sra. Acababa de ver la escena del
puente): cara_colera:
Roberta (separándose de Diego): Espera muñequita, ¿no me mostrarías algo (risas)?
Diego (con cara traviesa): quiere algo mejor que eso (y besa la nuca de Roberta)
Ella se estremece, al
darse cuenta de esto, Diego comienza a besarla intensamente en la boca,
explorando cada pedazo de la boca de Robert con su lengua. Ella hace lo
mismo y ya se quita la camisa de Diego. Él pasa la mano por
debajo de la camisa que llevaba Roberta, rasgándole la espalda y luego apretándola
hasta que le quita la camisa, dejándola en un sostén. Las manos de
Roberta se alternan entre la espalda y el pecho de Diego hasta que
baja un poco más para abrir el botón y la cremallera de los pantalones de Diego.
Ya loco, toma a Roberta en
su regazo y la acuesta. Ella comienza a besar su boca por la parte
posterior de su cuello, alcanzando los senos de Roberta que todavía estaban cubiertos por su
sostén, mientras su mano desabrocha
los pantalones de Roberta. Al sentir el toque de Diego tan cerca de su intimidad,
Roberta desliza sus manos dentro de los pantalones de Diego y comienza a
acariciar sus palomitas de maíz. Esto hace que Diego se sobresalte, lo que hace que
empiece a acariciarlo íntimamente debajo de sus bragas. Para
sentir que ella empieza a mover las caderas para profundizar en el
toque de Diego mientras que él sintió el roce "Dieguinho" en su
pierna (los pantalones de Diego ya estaban a la altura de la rodilla). Después de un tiempo,
Roberta disfruta.
Sin esperar demasiado, Roberta se
da vuelta y Diego sale a desabrocharse el sujetador y
luego se quita los pantalones y ayuda a Diego a deshacerse de él. En ese
momento los dos se detienen y se miran por un momento, hasta que Diego
rompe el silencio al decir.
Diego (aún mirando a Roberta): ¡Te amo Roberta! No sabes cuanto !!!!
Roberta (también mirando): ¡También te amo Diego, ya que nunca pensé que amaría a nadie!
Después de estas palabras, los dos
besos, se dejan llevar por esas palabras y el deseo que
sentían el uno por el otro. Ahora eran justos, ella en ropa interior y Diego en
ropa interior. Sus cuerpos ya gritaban lo que querían, Diego comienza a bajar las
bragas de Roberta, sin detenerse a besarla. Ella lo ayuda a bajar sus
bragas (que todavía faltaba con sus pies). Diego, cuando siente que
la "flor" de Roberta se frota contra su pierna, inmediatamente se da vuelta,
superando a Roberta. Abre el cajón de la mesita de noche, recoge el
condón. En este momento Roberta dice:
Roberta: espera.
Diego no entendió al principio hasta que
Roberta se levantó y tomó el condón de la mano de Diego. Ella abre el
paquete y se arrodilla frente a Diego. Para entonces pensó que
ya sabía lo que haría Robert, pero se sorprendió. Roberta bajó
lentamente la ropa interior de Diego hasta que llegó a su miembro erecto.
Claro que la parte que había que presionar en el condón y ponerlo
inicialmente y quedando terminada con la boca. Diego se volvió
loco, y al mismo tiempo levantó a Roberta, la puso en la cama y la
penetró. Comenzó con movimientos lentos que luego aumentaron
en velocidad, y al mismo tiempo seguían besando sus senos.
Roberta arañó la costa de Diego con el placer que sentía.
Y a diferencia de los dos clímax juntos. Diego
deja de moverse lentamente y se acuesta al lado de Roberta, apoyando la
cabeza sobre su hombro. Los dos se acarician hasta
que se duermen.
El día ya estaba despejado, eran las seis
de la mañana, Miguel se despierta y encuentra a Mía durmiendo en su pecho.
Se da cuenta de que Mía está durmiendo, tan hermosa, y se las arregla para frenar sin
despertarla. Tenía que volver a 601 antes de que todos despertaran. Se las
arregla para levantarse con solo un gemido somnoliento de Mía, se pone la
ropa y antes de salir de la habitación se arrodilla frente a Mía, besa su
rostro y dice.
