Rebelde 4 Temporada

37

Alma (haciendo la
señal de la cruz en Mía): Buenas tardes hija mía y estar con Dios. [abrazando y
besando a Mía quien le devuelve el abrazo]

Mía: ¡Gracias
mamyga! [riendo]

Mía va a
su habitación y después de un rato Alma se levanta y sale de la habitación. Ella pasa
la habitación de Josy y la encuentra durmiendo. ella se acerca, endereza el edredón sobre Josy y
lo besa buenas noches.

Alma (acariciando
el cabello de Josy): ¡Dulces sueños princesa!

Ella sale de la habitación
y se dirige hacia la habitación de Roberta. Allí encuentra a Roberta durmiendo
profundamente. El alma se sienta suavemente en la cama junto a
Roberta y con mucho cuidado apoya la cabeza de su hija en su regazo, acariciándola.
Ella más que nadie sabía lo difícil que fueron estos últimos días para
su hija. Roberta siempre parece fuerte para los demás, pero su alma sabía cómo verla
con los ojos de su madre y sabía exactamente cuánto dolor sentía. Roberta
sufrió por Diego y Alma por ella. Entendí a la hija.

Alma (acariciando
el cabello de Roberta): ¡Mi preciosa! Sé cómo estás sufriendo. Solo quiero que
sepas que te amo tanto que viste y que al menos en tus sueños puedes encontrar la
paz.

Ella sigue
acariciando el cabello de Roberta hasta que la toma por sorpresa.

Roberta (con
voz soñolienta): ¡Nunca te lo dije pero me encantan tus proxenetas!

Alma: Ahh, ¡no te
desperté!

Roberta: No
bien valió la pena. Pero si sigues así [acurrucándote aún más en
el regazo de Alma] dormiré pronto, pronto.

Alma: ¡Solo
vine a besarte buenas noches mi reina!

Roberta: ¡Gracias
mamá! [casi un susurro el sueño que sentí]

Alma le da otro
beso a su hija, se levanta con cuidado para no despertarla nuevamente y la cubre por
completo con el edredón dándole otro beso y saliendo de la habitación en silencio.

El día amanece.
Alma fue la primera en levantarse para preparar la fiesta de Josy. Mia también
se levantó pronto, estaba ansiosa por la fiesta de su hermana. Se preparó y se dirigió
a la habitación de Roberta. Al llegar allí, encontró a Roberta ya despierta.

Roberta: ¿Qué fue
Barbie, se cayó de la cama?

Mía: ¡Casi! y buenos
días a ti también Robertita! [le da un beso a Roberta y este le da un abrazo a
Mía] Mira que está bien con la fiesta. Alma estaba a cargo de los preparativos
y advertimos al personal. Ya llamé a Teo y le dije que
sacara a Josy de la casa por la mañana.

Roberta:
¡Qué bueno que Téo está acostumbrado a levantarse temprano! ¿Y el gatito?

Mía: durmiendo.
¡Vine a llamarte para despertarla! Vamos

Roberta: Por supuesto!

Mía y Roberta se
van hacia la habitación de Josy como dos niños que van a hacer
travesuras. Llegan allí y encuentran a Josy todavía dormido, tumbado en la cama.
Mía y Roberta y miren con las caras más tontas posibles.

Roberta (en
voz baja): ¡No tres!

Mía: Correcto!

Roberta: Um ...

Mía: Dos, ...

Mía y Roberta:
¡Tres!

Mía
y Roberta (saltando sobre Josy): ¡Feliz cumpleaños!