Reddie Week 2019

OS 6: Cuidando a un Bebé.

Una semana.

Ben y Beverly Hanscom habían conseguido una semana libre en sus respectivos trabajos y obligaciones para descansar en un viaje. Ambos se esforzaban arduamente todos los días y querían un tiempo para descansar al lado de su pareja, así que se las arreglaron para conseguir ese tiempo libre.

Claro, para tener ese tiempo de descanso tuvieron que separarse del tesoro más grande de todas sus vidas, su pequeña hija Arlene. Pero descuiden, se aseguraron que su pequeña estuviera en muy buenas manos mientras ellos viajaban.

-¡Richie date prisa! -.

-¡Aquí estoy! ¡Aquí estoy! -.

-¡Te dije que debíamos alistar todo antes de bañarla! - Eddie arrebató las toallas de las manos de su esposo para envolver con cuidado a la bebé en la bañera - si se enfría se resfriará y estaremos en problemas -.

-No exageres, estamos a 30° -.

Tozier guardó silencio y volteó hacia otro lado cuando recibió la mirada molesta de su esposo.

-¿En qué más te ayudo? -.

-Limpia todo aquí, yo me haré cargo de vestirla - Dijo con la bebé acomodada entre sus brazos envuelta en la toalla.

-A la orden - Sonrió ampliamente de manera cansada antes de inclinarse en la olorosa agua - diablos, huele muy bien -.

-¡Richie! - Quizás Eddie ya estuviese afuera de la habitación pero conocía muy bien a su esposo para saber lo que estaba haciendo.

Con Tozier encargándose de dejar todo en orden en el baño, Kaspbrak fue a la habitación de la pequeña para cambiarla, agradeciendo que al menos había tenido la precaución de preparar el talco y la crema perfumada antes de bañar a la pequeña.

-Descuida pequeña, Arlene, el tío Eddie no dejará que te resfríes - Le sonrió a la pequeña mientras picaba su nariz y se preparaba para secarla.

Eddie pasó con cuidado la toalla por el cuerpo de la pequeña, mientras ésta lo miraba con sus enormes y brillantes ojos azules y hacía ruidos de vez en cuando. La pequeña comenzó a reír cuando sintió la mano de su tío en su pecho esparciendo el talco, intentando un par de veces tocarlo dándole pequeños manotazos. La niña era muy juguetona y risueña pero también muy tranquila y eso Eddie lo agradecía mucho.

-Oye, todo quedó perfecto - Richie entró a la habitación - ¿Qué tal nuestra princesita? -.

-Velo por ti mismo - Eddie tomó a la pequeña en brazos para mostrarla.

Arlene vestía un vestido de color amarillo con algunas flores blancas en la parte de la falda y una en el pecho. Ese pequeño vestido había sido un diseño especial de su madre para ella. Su cabello rizado entre rubio y pelirrojo la hacía lucir como un pequeño sol.

-Oh vaya, quedó muy hermosa - Richie sonrió acercándose al par y agachándose para hablar con la bebé - parece que el tío Richie tendrá que patear el trasero de muchos adolescentes hormonales en un par de años -.

-Vamos Rich, no le digas eso -.

-Pero Eds, cariño ¿Crees que Ben tendrá el carácter para echar a todos esos mocosos? El hombre podrá tener músculos pero sigue siendo tan blando como un algodón -.

Arlene reaccionó ante el nombre de su padre y comenzó a reír. La pequeña hacía eso cada vez que mencionaban a sus padres, como si los extrañara pero a la vez no se sintiera sola.

-Bien, bien, es hora de almorzar, vamos -.

-Vamos -.

Eddie salió y Richie lo siguió por detrás siendo observado por la pequeña mientras hacía un montón de caras extrañas sacando la lengua, los dientes, frunciendo las cejas y alzándolas, provocando que ella se riera.