Capítulo 6: Zero en el club de fútbol pt.2

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Narradora:

Al despertarse, fue corriendo a la habitación de su compañero. Apartó las cortinas y dio varias palmadas para acabar de despertarlo.
-¿¡Qué cojones pasa contigo?!- protestó.
-Eso quisiera saber yo. ¿Se puede saber por qué narices te has metido al club de fútbol?
-No tengo derecho a caso?!- desvió la mirada, tratando de ocultar sus razones.
Ootomi suspiró. Realmente creía que había una razón de mucho peso, pero estaba claro que el pelirrojo no le iba a contar nada.
-Como sea, levántate, tenemos que irnos a clase.

(...)

-Ya lo se, se presentó en el campo y lo soltó así sin más.- le dijo Tara a la entrada de los vestuarios.
-No se por que, pero me preocupa su estancia en el equipo.- dijo con cara de circunstancia.
-Amor, tranquilo, todo estará bien.- se puso de puntillas para besarlo y él correspondió. Hubieran querido que aquel beso fuera más largo, pero el resto del equipo llegó y tuvieron entrar en el campo.
-¿Qué cochinada hacíais?- se burló Ranmaru.
-¿Quieres morir?- Contestó Tara.

Zero los había estado observando desde que entraron desde una esquina invisible para la gente. Cada vez que los veía juntos algo le hacía arder por dentro, le quemaba. La razón por la que estaba en el equipo era ni más ni menos que por él, pero Zero se negaba a aceptarlo.

Para sorpresa de Ootomi, pudo ver las grandes habilidades que Zero tenía en el campo. Recordó que sus padres también habían sido grandes futbolistas, pero nunca llegó a pensar que su hijo fuera a ser lo. Además se complementaba bien con el equipo, que en parte, era su principal preocupación. Pero Ootomi no era el único sorprendido, también el resto del instituto que lo consideraban incapaz de hacer algo cumpliendo las normas. «¿Por q Zero?» se preguntó Ootomi, «¿Por q este cambio? Primero los estudios y ahora el fútbol. ¿Me estará queriendo decir algo?».

-Amor....- Tara lo sacó de sus pensamientos de golpe.- El entrenamiento ya acabó, vamos a casa, si?
-Sí, vamos amor. Un segundo... A casa??
-Sí, no lo recuerdas? Esta mañana te dije q mis padres querían invitarte a cenar y luego te pusiste blanco sin parar de decir....
-Comer...con...sus padres...comer...con.....sus padres....comer...con...sus...padres...- Ootomi no dejaba de temblar y morderse las uñas.
-Sí, tal cual.- dijo Tara.- Cariño, tranquilo no es para tanto.- rió.
-S... sí, supongo que tienes razón...
-Ya lo verás.- se puso de puntillas para darle un dulce beso en la mejilla.
-Pero, me temo que deberás ir tu primero, yo tengo que ir con Zero a las clases particulares.
-Cierto, pues nos vemos, chao amor.
-Adiós cariño.

En otra parte...

- Doutor, como está meu marido? (Doctor, cómo está mi mujer)- preguntó Fudo, muy preocupados. Había ido corriendo al hospital después de que Suzuno le avisara que Kido se había desmayado.
-  Não se preocupe senhor, seu marido está bem. (No se preocupe señor, su esposo está bien).- contestó el doctor con una sonrisa.
- Mas ele desmaiou!! (Pero sí se ha desmayado!!)
- Isso é normal, considerando que você está grávido e teve altos níveis de estresse. ¡Parabéns, eles serão pais! (Es normal teniendo en cuenta que está embarazado y que tenía altos niveles de estrés. ¡Enhorabuena, van a ser padres!)
Fudou no se lo podía creer. «Otro más», ahora más que nunca debía proteger a su amado Kido.
Entró corriendo a la habitación donde se encontraba Kido, despertándose lentamente.
-Yuuto, mi amor.- dijo con una sonrisa.
-¿Qué ha pasado? ¿Por q estoy aquí?.
-Por q te desmayaste.
-¿Y por q? ¿Por q estás tan contento?
-Pues... Acabo de hablar con el doctor y... Sí mal no he entendido el portugués de Brasil.... Estás embarazado!!!
-Que!?!
-Si mi amor, seremos padres de nuevo.
-Akio, eso es fantástico, tenemos q llamar a Ootomi y decírselo.
-Seguro q se alegrará.

Pov Ootomi:

Tenía los nervios de punta. Sentía que de algún modo todo iba demasiado deprisa, empezaron a salir hace tan sólo unos días y ya estaba cenando con los padres de su novia.
-Mis padres no llegarán hasta dentro de un par de horas así que podemos esperarles en mi cuarto.- ya estábamos entrando en la casa.
-Como quieras princesita- cuando cerró la puerta tras ella la besé y ella correspondió. Es tan hermosa, la amo tanto. Ella es una hermosa flor como pudo aceptarme a mi, no soy nadie a su lado, es tan perfecta.
Entramos en su cuarto, en el segundo piso, y nos sentamos en su cama.
-Y...que quieres hacer...?
-Nada solo estar a tu lado.
Nuevamente la besé, pero con más pasión de lo habitual. La amaba tanto, la deseaba tanto. Ella correspondió y poco a poco el beso fue aumentando la temperatura de nuestro cuerpo. Al rodearla con mis brazos podía notar como temblaba, no de por qué, pero me encantaba. De pronto, por puro instinto, la tumbé bajo mi cuerpo. Empecé a bajar mis besos por su cuello mientras escuchaba su respiración agitada. Todo iba perfecto, pero me detuvo de pronto.
-Ocurre algo?- pregunté preocupado.
-No, es solo que... Sé lo q pretendes y me parece buena idea pero... Creo que aún no estoy preparada.
-Entiendo... No pasa nada, no haré nada q tu no quieras. Cuando estés lista me dices sí?
-Sí.
Nos dimos un suave beso antes de volverse sentarnos. Me sentía frustrado, pero no voy a obligarla, la amo demasiado.

La cena con sus padres fue mejor de lo que mis miedos me decían. Goenji y Fubuki fueron tan agradables como mi padre (Kido) me había dicho. Al final, Tara me susurró que les había caído de maravilla, pero las buenas noticias no acababan ahí...

*Llamada de mamá*

Ootomi: Mamá...?

Kido: Hola hijo, como va todo?

Ootomi: De maravilla, tengo tantas cosas que contarte.

Kido: Así, eso no tendrá q ver por casualidad con Tara Shuya, no?

Ootomi: COMO LO SABÉS?!

Kido: Hijo, soy tu madre, yo lobse todo de ti. Que sepas que me alegro mucho por ambos, se lo mucho que te gusta esa chica. Y tu padre también está muy orgulloso (Fudo de fondo: ¡ESE ES MI MACHO SEME DE PELO EN PECHO!!) *Suspiro*

Ootomi: Jajjaja!!

Kido: a decir verdad yo también tengo algo q contarte hijo mío.

Ootomi: Sí...? Va todo bien?

Kido: jajaja, de hecho todo va de perlas.

Ootomi: Entonces? Mamá no entiendo nada!!

Kido: Estoy embarazado!!!

Ootomi:... Es en serio?!

Kido: Sí, no estás contento?!.

Ootomi: MAMÁ ESO ES FANTÁSTICO!!!

Kido: Sabía que te gustaría. Bueno hijo, me tengo que ir, ya hablaremos.

Ootmi: Chao mamá, cuidate.

Kido: igual tu hijo chao.

Fin de la llamada.

Todo eran buenas noticias para mi, aún que todavía faltaba algo q me hacía sentir vacío, algo que me hacía sentir frustrado; más bien alguien...Zero, deseo q empecé a salir con Tara sé qué algo no va bien. Y no solo hablo porblo del club de fútbol, si no también por la conversación que tuvimos al acabar las clases particulares.

Flash back:

-Ze... Zero....- por q demonios me sentía tan nervioso.
-Qué?- preguntó con frialdad.
-¿A que... viene este comportamiento?
-No entiendo.- dijo desviándo la mirada.
-Lo del club de fútbol, tu aplicación en los estudios...
-Lo del club de fútbol es por q me sale de los cojones y lo de los estudios, no se de que te quejas si es lo q querías no?
-S.. sí.
-Pues si no tienes ninguna pregunta más, chao.- cogió su mochila y me quedé viendo como se iba.
No se por q la frialdad con la que me hablaba me afectaba de ese modo, pero eso no fue lo q más me impactó, lo fue el que, a pesar de q trataba de ocultar su rostro tras sus cabellos podía ver un intenso color rojo en sus mejillas.
«Zero... Se sonrojó... Por mi...?» pensé y de algún modo me alegró el solo pensarlo...
¿Por qué?

En algún lugar de Brasil:

-Señor, ya está todo listo. El avión hacia Japón sale en una tres horas.
-Bien... ha llegado la hora de cobrar venganza... Muahhahahahah!!!

Se acerca la trajedia mis queridos lectores...

El Rico y El Marginal 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora