Capítulo 14: Final

279 25 57
                                    

Cinco años después....

-Kiara, ten cuidado. No corras tanto o te caerás al río.- Ootomi vigilaba a du dulce hermanita pequeña desde el lateral que daba al campo de la Ribera.
-Dejala, sabe cuidarse.- decía Zero dentado a su lado.
-Zero, es solo una niña, no la trates como si tuviera nuestra edad.
-Está bien mami.
Ante la broma de Zero, Ootomi le premió con un codazo en las costillas y este se empezó a reír.
-Lo siento, solo fue una broma.- Zero acercó su rostro al cuello de su novio y dejó un sutil beso.- Me perdonas?
-No tienes remedio.- dijo Ootomi posando sus labios sobre los de él.

Habían sido cinco años de relación donde no faltó de nada. Todo eran amor, risas y mucho sexo.
Fudou, logró q Nagumo encontrará trabajo en una empresa de transporte, la cual pertenecía a Genda y Sakuma los cuales eran sus socios. Suzuno salió de la residencia en la q estaba y ahora trabajaba en uno de los orfanatos que pertenecían a la empresa de Hiroto y Midorikawa.
Al ver tantos cambios en la casa, Zero se había dejado querer por sus padres y ahora mantenía una relación muy estrecha con ellos.

El beso continuó durante un buen rato hasta que se separaron por falta de aire.
Lo q no sabían es que, desde hacía ya rato, los padres de Ootomi los miraban entenecidos. Además, Kido aprovechó para recordar viejos tiempos. Aquella vez que quedó con Fudo para entrenar. Él le odiaba por aquél entonces y ahora, 30 años después estaban casados, con dos hermosos hijos y uno de ellos ya tenía pareja.
-¿Recordando viejos tiempos Yuuto?- dijo el oji añil al ver un brillo en aquellos ojos rojos que tanto le gustaban.
-Si. Es increíble cómo pasa el tiempo, no crees?
-Sí, se me ha hecho corto. Parece que fue ayer cuando nos vimos por primera vez en la azotea del colegio.
-O cuando me convenciste para venir a entrenar.
-De hecho, aún me sigo preguntando, porque vinieras si me odiabas tanto.
-Supongo que inconscientemente ya te amaba. Me ponía nervioso tu presencia.
-Así...? Al marginal Fudo Akio le ponía nervioso un niñito rico.- se burló el de rastas rodeándolo con sus brazos.
-Vete a la mierda Kido.- dijo Fudo molesto.
-Yo también te amo.- rió Kido besando a su marido y este le siguió el beso.

Con el llegar de la noche, regresaron todos a casa, dejando que Zero se quedara a dormir.
Cenaron juntos como muchas otras veces cuando, de pronto, alguien llamó a al timbre.
-Quien será a estas horas?- preguntó Zero molesto.
-No lo se, voy a ver.
Todos se levantaron detrás de Fudo. Mientras Fudo se acercaba a la puerta, Ootomi sostenía a su hermana en brazos, Zero los abrazaba a ambos como si los estuvieran protegiendo de algo y Kido estaba detrás. Todos notaban como si fuera a pasar algo...

Cuando Fudo abrió la puerta, para nada de esperaban ver lo que encontraron.
-Goenji!!
-Fubuki!!
El doctor y su esposo estaban en la puerta, sosteniendo entre sus brazos a una niña de al menos cinco años.
-Hola, se que estáis sorprendidos.- comenzó Goenji.
-Pues si...- dijo Fudo.
Los invitaron a pasar y el matrimonio explicó que venían a pedir disculpas. Lo que había ocurrido con Tara no era culpa de ellos y aún así los trataron fatal.
Los recuerdos y el dolor regresaron al corazón de Ootomi. Dejó escapar unas lágrimas, escondiendo su rostro en el pecho de su novio que lo abrazaba con fuerza.
-Lo sentimos mucho, Ootomi. Tu también lo pasaste mal y lo único que hicimos fue echarte la culpa.
-No de preocupe señor Shuya. Está todo olvidado.- dijo tratando de recomponerse.

Los adultos continuaron, tratando de recuperar el tiempo perdido. Entonces, la pequeña niña que traían con ellos (la cual al parecer era hermana de Tara, y se llamaba Nathalie) se acercó a Zero y a Ootomi.
-Se parecen muchisimo.- dijo Ootomi recordando a la perfección el hermoso rostro de Tara.
-Demasiado, no?- murmuró Zero con un mal presentimiento.
-Zero...- dijo la niña, sorprendiendo a ambos ya q en ningún momento habían nombrado el nombre de Zero delante de ella.-... Cuida de Ootomi, te estaré vigilando.
Durante un momento se quedaron boquiabiertos, pero luego de un rato, derramaron una pequeñas lágrimas y Zero respondió:
-Te lo prometo niñita.

Nathalie y Kiara se hicieron muy buenas amigas y tanto Zero como Ootomi las cuidaron como si les fuese la vida en ello. No permitirían que le pasara nada... Otra vez...

Queridos lectores, este es el final, no solo de esta historia, si no tb de toda la saga. Creo q no hace falta una cuarta temporada, ya q la historia ya se ha prolongado demasiado.
Espero q hayáis disfrutado de la lectura y nos vemos pronto con otra saga en la q estoy pensando pero aún no se me ocurre nada.
Recordad votar si os ha gustado y seguirme para más.
Besos 💋💋💋

Pd: dejad de llorar 😜😜

El Rico y El Marginal 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora