Capítulo 12: Lágrimas sin control

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Ootomi sostenía a Tara en brazos sin dejar de llorar. La muchacha sw desnagraba agonizante; Zero permanecía en shock; Kido, Fudo, Nagumo y Suzuno se quedaron petrificados sin saber que hacer más que esperar a q la ambulancia llegara y los padres de Tara lloraban a lado.
-Por favor... Tara...aguanta.- decía Ootomi entre lágrimas.
-Ootomi... Siento que se me escapa la vida...- decía ella, que parecía conocer su destino.
-No... Por favor Tara... No hables...- le pedía.-.He sido... Muy miserable contigo... Tengo que salvarte.
-Ya lo has hecho Ootomi.... Jamás te guardé rencor por lo de Zero... No fue de mi agrado pero... Ya te he perdonado.... Te amo Ootomi.- sus ojos se iban y venían.
-Por favor no...!!!
-Zero, amigo mío,- Zero se acercó para escuchar lo que la muchacha tenía que decirle.- Cuida de Ootomi, te estaré vigilando...
Con estas últimas palabras, soltó su último aliento.

Cuando llegó al hospital los doctores pasaron horas y horas tratando de salvarle la vida a aquella pobre niña, pero todo fue en vano. Cuando el doctor habló con ellos en todo el hospital se escuchó el terrible llanto de una madre y un padre que acababan de perder a su única hija.
Ootomi salió corriendo de allí bajo la lluvia, sin rumbo fijo y sin importar quedar empapado.
Zero, por su parte, simplemente regresó a casa, sintiéndose más culpable de nunca.

Ootomi se quedó días y días encerrado en su cuarto llorando. Echo una bola sobre su cama, después de haber hecho un desastre de rabia con su habitación. Golpeó la pared dejando sus nudillos ensangrentados, tiró los libros de su estantería al suelo, rasgo las cortinas, bajó las persianas.... Luego se calmo, pero era una calma paligrosa. Tumbado en su cama, con la mirada perdida; sus ojos irritados, su cuerpo debilitado y se sentía tan cansado.... Pero no podía dormir.
-Akio, esto no puede seguir así.- dijo Kido llorando en brazos de su marido.- Ha este paso se acabará enfermando, o peor aun...
-No, mi amor, no pienses eso. Ootomi es un chico fuerte, pronto se recuperará y nosotros estaremos a su lado.- Fudo sonrió lo mejor q pudo. El tampoco sabía que hacer ante aquella situación, pero debía ser fuerte. Desde el día en que se enamoró de su hermoso ojirrojo se prometió q haría lo imposible por q jamás perdiera la esperanza.
-Además, seguro que su hermano o hermana también influirá en su recuperación.-añadió acariciando el vientre de Kido, quien sonrío durante un momento, pero luego volvió a estar de serio y abrazado a su amor.

Por su lado, Zero, a pesar de q llevaba la culpa con un gran peso en el alma, había aprendido a apreciar a sus padres. Lloraba en brazos de Suzuno cuando lo necesitaba y este siempre tenía los brazos abiertos para su hijo. Además ayudaba a su padre en el taller lo cuál hacia q entrara más dinero en casa. Lo malo era q Zero se veía distante y con la necesidad de ver a Ootomi. Había probado a ir a clase, pero el ojirrojo ya no iba al colegio. Estaba muy preocupado, avances hasta estaba convencido de que había cometido una locura. Se sentía tan inpotente...

Tras el funeral, Fubuki y Goenji se desquitaron con sus antiguos compañeros de equipo y con sus hijos. Los acusaron de ser los responsables de la muerte de su hija. Juraron que sus caminos jamás se volverían a cruzar, y vaya si lo hicieron. Semanas después, Haruna les contó q se habían mudado al extranjero.

Las cosas no hacían más que empeorar para todos. Endo, Kazemaru y Tenma hacían constantes visitas a Kido y a Fudo, pero por mucho que hablaran nunca hayaban la forma de ayudar.

Dos meses después...

Esperó a que sus padres quedaran dormidos para salir de casa. Tenía claro lo que estaba a punto de hacer, pero no quería hacerlo delante de sus padres, no quería hacerles daño. Era muy egoísta por sus parte, eso los sabía, pero el dolor era demasiado fuerte como para cargar con él. Ootomi acabaría con aquello de una vez por todas.

En otra parte...

Zero no podía conciliar el sueño aquella noche, tenía una corazonada que le decía que algo malo iba a ocurrir. Se puso su chaqueta de cuero y salió de su casa procurando no despertar a sus padres.
Caminó por las calles a la luz de las farolas. Tenía intención de ir a ver el mar, como solía hacer cuando no podía dormir, pero sus pasos inconvenientes lo llevaron hasta la estación de metro.

(...)

Bajó lentamente por las escaleras, colándose entre la gente como un fantasma. Llevaba una sudadera negra y con la capucha trataba de esconder sus rostro enfermizo. Con unos guantes cubría sus puños vendados. Aquel aspecto recordaba mucho a su padre, pero el iba así por una razón muy distinta, era sus traje del Fin.
Se acercó al borde del andén, agudizando el oído para tratar de encontrar el momento exacto para dejarse caer. Comenzó a contar hacia atrás...

-3....- ya se oía a lo lejos.

-2...- las luces brillaban en la oscuridad.

-1...- ahí está.

Se dejó caer...

-¡¡¡OOTOMI NOOOO!!!
Por sorpresa, algo tiró de él hacía atrás apartándolo de borde.
Se giró despacio, medio en shoc, y antes de ver a la persona que lo había apartado del peligro, una mano hizo arder su mejilla.
-Ze... Zero...
-¡Imbécil! ¡¿Qué cojones pretendida?!- el pelirrojo lo miraba con los ojos encharcados.
-No deberías estar aquí... ¿Por qué has vendido? ¿Por qué me has detenido?- se lamentaba el otro.
-¡¿Cómo que "porque"?! Ootomi, se que lo estás pasando mal pero...
-¡Tu q vas a saber!
- ¡No, no tengo puta idea de lo q sientes! Pero seguramente lo mismo que yo si no te lo hubiera impedido, así que... así que... ¡No seas tan egoísta y piensa en mi, joder!- su voz estaba completamente quebrada.- ¡Te amo, joder! ¡Te necesito!
Al oír aquello, Ootomi solo podía llorar. Lloró descontrolada mente, sin poder decir una sola palabra. Zero lo estrechó entre sus brazos, acariciando sus cabellos, mientras dejaba pequeños besos en su cabeza y en su cuello.
En el fondo, estaba agradecido de que Zero lo hubiera salvado. Zero era el único que podía salvarlo de aquella oscuridad, por que, aún sintiéndose culpable por hacerlo, lo amaba con toda su alama.

Espero que tengáis los pañuelos a mano, pero cuando termines de secar tus lágrimas, vota el capítulo si te ha gustado, sígueme para más historias y, si tienes pareja o a un@ mejor amig@ (o herman@) acuérdate de valorarlo porque no sabes cuándo los vas perder por un error tuyo o de ambos.
Besos 💋💋

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