II

12.3K 1.3K 848
                                    

La clase estaba enterada, sabían completamente la situación en la que Bakugou y Uraraka estuvieron envueltos, aún así...

Era tan antinatural...

—¡¿Qué mierda me miran, extras de mierda?!—Como siempre, Katsuki mostraba odio y enojo contra sus compañeros, como cada mañana usual.

Pero...

—Buenos días.—En cuánto Ochako llegaba y Bakugou la veía...

—¡Uraraka!—Su sonrisa apareció de pronto, y lleno de entusiasmo la abrazo.—¡Te extrañe tanto!, ¿Dormiste bien?, ¿Cómo te encuentras?

El terror comenzaba...

—B-Bakugou... Kun...—Ochako midió el espacio personal que necesitaba para vivir, alejando un poco al rubio de aspecto dulce justo ahora.—Estoy bien... Dormí... Bien... Gracias por preguntar.—Contesto, incómoda, la atención era un gesto muy dulce, pero ésto era por culpa de un quirk, no quería parecer que se aprovechaba de Bakugou por su condición.

—Eso es genial.—Amable le sonrió, para así, sonrojado, sacar de su bolsillo una pequeña caja.—Sabes... ayer mientras caminaba de vuelta a casa... Vi esto, y pensé de inmediato en tí.

Ochako tomó el obsequio con nervios, justamente eso es lo que ella quería evitar.

—Muchas gracias, Bakugou-kun, pero no puedo aceptarlo.—Negó con gentileza, Bakugou no lo recibió de vuelta.

—Intenta abrirlo, Uraraka.—Pidió tranquilo, suave, muy lindo para el gusto de Ochako.

Uravity dejó escapar un suspiro lleno de resignación, por lo que al abrir la caja encontró nada menos que unos aretes bastante particulares. Mochis, eran aretes... En forma de mochis con una cara muy adorable.

Muy bien, plan B, agradecer y conservarlos.

—¡Son muy lindos, Bakugou-kun!—No pudo fingir menos emoción, los amaba, eran perfectos y muy lindos.—¡J-Juro que te los pagare!

Katsuki río con ternura, todos los de la clase, con Ochako incluida, muy seguramente tendrían un ataque de insulina si esté no se detenía con aquellas expresiones hermosas y nuevas.

—Con sólo saber que te gustan yo soy absolutamente el hombre más feliz de la tierra.

Las chicas no evitaron soltar un grito enternecido de aquella dulzura cursi. Ochako cubrió su rostro, ésto era muy malo, su corazón estaba que reventaba.

—G-Gracias... Bakugou-kun...—Desviando la mirada apretó los aretes entre sus manos. Fue un regalo magnífico.

—Uraraka...—El rubio la abrazo.—¡Se mi novia, por favor!

Muy bien... Sólo quedaban 6 días...

Ochako le temía a muchas cosas, y entre ellas estaba Katsuki, su compañero de clases quien recientemente, y no por voluntad propia, se enamoró de ella

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ochako le temía a muchas cosas, y entre ellas estaba Katsuki, su compañero de clases quien recientemente, y no por voluntad propia, se enamoró de ella. Temía que esté al volver a ser si mismo la haría estallar, o aún peor... Le diera más regalos de seguir enamorado.

Hasta ahora no había pasado a mayores. El rubio le dió unos aretes y se le declaró...

Oh dios, ¿Apenas llevaban un día así?

—Uraraka.—Aizawa la llamo, entregándole bastantes papeles.—Necesito que se lo entregues a Mic, lo haría yo, pero tengo que encargarme aún de una cosa importante.—Diciendo eso dejo que la castaña se fuera mientras esté tomaba su saco de dormir y se lo llevaba a quien sabrá donde.

—Cosa importante...—Ochako supuso de que se trataba esa cosa importante, pero sin evitarlo hizo lo pedido, lento y con cuidado, era una cantidad absurda de papeles que podían colapsar en cualquier momento, sin mencionar que la cantidad cubría un poco menos de sus ojos.

Escucho risas y como dos alumnos, quizás de primer año, corriendo, sudo, esto era muy malo, decidió hablar para alertar a los chicos, pero demasiado tarde, uno de ellos choco hombros con Ochako, provocando que una cantidad considerable de papeles volarán.

"Me lo esperaba..." Resignada río tristemente, casí hilarante, supuso que esos chicos ya se habían ido.

—L-Lo sentimos mucho, senpai.—Le sorprendió oír esas masculina voces. Creía que ni se habían percatado.

—Oh, no es...—Al voltear sudo. Ella tuvo razón, ellos no se percataron, pero Bakugou si, y él no iba a permitir que esos mocosos no le ayudarán.

—¡N-Nosotros nos encargamos!—Ambos recogieron todo, hasta lo que Ochako tenía en las manos.

—Es para Mic-sensei, pero...—Muy tarde, ellos corrieron lejos, dejándola con el rubio quien tenía una aterradora mirada.—Bakugou-kun...

—Lo siento, Uraraka.—Volviendo a su dulce expresión, mostró nerviosismo.—Me enojé un poco, y no podía dejar que ellos no te ayudarán.

Ochako estaba agradecida, fue culpa de ellos en cualquier caso, así que no podía fingir molestia o desagrado, por lo cuál sólo sonrió, soltando un lindo;

—Gracias, Bakugou-kun.

—Uraraka.—Sonrojado tomó las manos de la castaña.—A-Aún no respondes...

—¿E-Eh...?, ¿Re-Responder?—La joven confusa sonrió nerviosa, demasiada cercanía.

—Lo que... Dije... Que me gustas, claramente.—En un tono bajo y tímido lo dijo, contrario a como se lo dijo en ese momento, frente a todos.

—Bakugou-kun, no puedo.—Ochako mostró seriedad.—Sabes bien que estás bajo un quirk de un villano, estos sentimientos...

—No digas que no son reales.—Ese rostro, con el ceño ligeramente fruncido, las mejillas rosadas y esa mirada determinada la callaron.—Para mi, mis sentimientos por ti son reales... Y eso no cambiará.

Ochako sonrió.

—Si después de 7 días, puedes decir eso, prometo ser tu novia, Bakugou-kun.—Era obvio que eso no pasaría, así que no le importo decirlo.

—Uraraka.—Con seriedad este saco su celular.—¿Podrías repetirlo para poder grabarlo?

La castaña tembló, ¿En qué se estaba metiendo?

.

.

.

Bueno, al fin lo traje

Hehe

Hmmm, me gusta Kacchan suavecito, es el único modo que me guste

Espero que les guste también!

Baibai

¡OH NO! | KacchakoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora