One Shots antes del juego DRV3

Momota Kaito x Reader

Original por InvertedPhantasmagoria

Kaito está cansado y ya no puede más. Durmió horrible la noche anterior, tuvo que saltarse el desayuno y todavía le duelen las mejillas en donde su padre lo golpeo hace dos días. Por supuesto, a nadie le importan los moretones que salpican la cara de un delincuente. Pensaran que se metió en una pelea con alguien más grande y obtuvo lo que le se merecía.

No importa ni un poco que su cabeza se sienta rellena de algodón. No importa ni un poco que todo lo que realmente quiere hacer es acurrucarse en la cama y morir durante unos días. Los tipos duros tienen una reputación que mantener, y si Kaito comienza a recibir una paliza en la escuela también, tendrá verdaderos problemas.

Entonces Kaito camina por los pasillos mucho después de que la clase ha comenzado, buscando una pelea. Los maestros ya no se molestan con él. Todos saben que Kaito es una causa perdida o una amenaza real, y de cualquier manera, no quedan muchas personas que se molesten en tratar de cambiarlo. O ayudarlo. Tal vez la ayuda es lo que lo llaman en estos días. Si no se presenta a la clase, a nadie le importa una mierda, excepto a los maestros que serán lo suficientemente valientes como para tratar de darle una conferencia mucho después de que termine. Mucho después de que pudieran haber hecho cualquier cosa.

Él ve a alguien que conoce después de un rato; otro delincuente, corriendo por los pasillos como si tuviera un lugar muy importante para estar. Casi de inmediato, Kaito recibe el mensaje de que esto podría ser malo.

Siguiendo al chico a un ritmo mucho más pausado, Kaito considera sus opciones. Probablemente alguien está siendo intimidado, lo cual no es nada nuevo. No hay una razón real por la que a Kaito le importe algo así. Es un tipo duro, no un corazón sangrante. No necesita proteger a nadie que sea tan estúpido y débil como para meterse en problemas así.

Pero luego, Kaito dobla una esquina y ve exactamente lo que está sucediendo.

Hay tres de ellos; chicos flacos y confiados que probablemente podrían pensar que le rompen la cara a cualquiera realmente fácil. Todos tienen la cara de rata de unos mocosos que intentan verse duros.

Y, lo que más llama la atención de todos, están parados en un círculo en las esquinas alrededor de una chica de primer año, una chica de primer año de cara bonita por lo que parece. La chica tiembla como si creyeran que la golpearán en unos segundos, algo que a Kaito realmente no le importa. Mucha gente es golpeada todos los días. Simplemente no quiere ser uno de ellos, ahora o nunca.

Kaito está a punto de alejarse y dejar a la chicaa a su suerte cuando uno de los tipos va por su camisa, rasgando los botones en el medio.

La muchacha chilla, cayendo de rodillas e intentando esconder su pecho. La mirada en los ojos de los chicos es una que Kaito ha visto antes. Esto no es intimidación regular. Los bastardos están tratando de saciar sus necesidades de la peor manera posible. Kaito aprieta los dientes. Ahora está muy tentado a intervenir.

Pero. ¿Por qué debería ser él? No es asunto suyo si alguien de primer año es molestado en el pasillo. No hay razón para que le importe. Sería inteligente alejarse y dejarla a su suerte. Y, sin embargo, esta es una oportunidad de ser el héroe. Jugaría a eso, claro, pero Kaito sabe que podría vencer a esos niños a toda velocidad más rápido de lo que podrían parpadear dos veces.

La chica podría admirarlo si lo hiciera. Podría agradecerle. Pueden tartamudear e inclinar la cabeza y actuar como si Kaito fuera su salvador.

Y eso envía un rayo de algo como anhelo a través de su pecho.

Antes de que él sepa lo que está haciendo, Kaito está caminando hacia adelante, sujetando el hombro del chico que se parezca al líder del grupo, enviándolo hacia atrás produciendo en el un agudo grito de dolor.