Capitulo 17

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Estábamos corriendo para salir del instituto ya que el alpha estaba dentro. Vimos las puertas al final del pasillo y corrimos aún más para llegar a ellas, al llegar Scott gritó:

—¡Empuja! —pero lo único que logramos fue hacernos daño. Las puertas estaban bloqueadas.

—¿Qué diablos? —dijo Stiles mientras miraba por la rajita que había entre medio de las puertas.

—Es un contenedor —dijo Scott al mirar a la vez que Stiles.

—Nos ha bloqueado la puerta. —dije.

—Quiere encerrarnos. Vamos ayudadme —dijo Stiles mientras se pegaba contra las puertas.

—Stiles déjalo —grite mientras Scott lo cogía y lo alejaba de la puerta.

—No pienso morir aquí. No en el instituto. —dijo Stiles.

—No vamos a morir. —dijo Scott y seguimos andando rápido hacia delante.

—Dios, ¿Qué está haciendo? ¿Qué quiere? —Preguntó Stiles, se le escuchaba agobiado.

—A mí —dijo Scott respondiendo las preguntas de Stiles. —Es más fuerte con una manada.

—Ah, estupendo. Un colérico hombre lobo y su manada. Qué poético. —dijo Stiles sarcásticamente.

Dejé de escucharlos cuando vi, por una cristalera muy grande, una figura encima del tejado de la escuela. Parecía un hombre hasta que vi que tenía los ojos rojos. Era el alpha.

—Lucia. ¿Qué te pasa? —escuché decir a Stiles pero no respondí, estaba mirando que es lo que hacia el alpha.

—Eso le pasa. —dijo Scott y señaló hacia el alpha. En el momento en el que Scott hizo eso, el alpha se puso a cuatro patas y empezó a correr hacia nosotros. Nosotros al verlo aproximarse hacia nosotros, sin pensarlo empezamos a correr. Escuché como muchos cristales caían al suelo, el alpha había atravesado la cristalera y nos perseguía a toda prisa. Scott y yo teníamos ventaja ya que éramos hombres lobo y corríamos más rápido, pero Stiles era un simple humano corriente y no iba tan rápido como nosotros.

Nos desviamos y entramos por una puerta que daba a una escaleras las cuales bajamos a toda prisa. Cuando llegamos abajo abrimos la otra puerta y llegamos al sótano, corrimos por el sótano sin mirar atrás, hasta que llegamos a una hilera de taquillas, no me preguntéis que hacen una hilera de taquillas en el sótano porque no lo sé, nos apoyamos en ellas y suspiramos cansados. Se escuchaban los gruñidos del alpha, Scott miró por el hueco de las taquillas y la paré y del tirón volvió a su posición inicial. Scott nos hizo una señal para que siguiéramos adelante y eso hicimos, empezamos a andar a paso ligero hacia alante. De repente se escuchó otro gruñido, esta vez más fuerte, del alpha. Nos sobresaltamos y nos dimos la vuelta mientras Stiles decía:

—Tenemos que hacer algo.

—¿El qué? —dijimos Scott y yo a la vez.

—No lo sé —respondió él. —Matarlo, herirle... infringirle angustia psicológica. Algo.

Otro ruido se escuchó detrás de nosotros y nos volvimos a dar la vuelta, pero no había nadie.

—¿Qué vas a hacer? —dijo Scott con la voz quebrada al ver que Stiles estaba cogiendo sus llaves del bolsillo. Este lo mando a callar y Scott asintió.

Stiles puso sus llaves en alto sin hacer mucho ruido y las tiró hacia un lado, haciendo que un ruido muy fuerte proveniente de las llaves hiciera que el alpha fuera hacia el lado contrario de donde nosotros empezamos a correr.

El alpha entró en le habitación donde Stiles había tirado las llaves, pero cuando me di la vuelta, ni Scott ni Stiles me seguían. Cuando volví, Stiles estaba a un lado de una mesa y Scott al otro, habían encerrado al alpha dentro de aquella habitación.

El alpha gruñó muy fuerte haciendo que todos pegáramos un bote. Scott sonrió mientras jadeaba por el cansancio, Stiles y yo estábamos igual.

—Bien —susurró Stiles y una sonrisa se dibujo en mi rostro. Al fin habíamos atrapado al aplha.

—Vamos pasad, vamos. —dijo Stiles dado que él estaba por un lado de la mesa y Scott y yo estábamos en el otro lado.

—¿Qué? —dijo Scott sin entender, pero le hicimos caso y pasamos al otro lado de la mesa.

—¿Que vas a hacer? —dijo Scott ya que Stiles se estaba acercando a la ventana de la puerta.

—Solo quiero verlo —dijo él.

—¿Estás loco? —dije yo.

—Está encerrado. ¿Vale? No puede salir. —dijo y volvió a mirar por la ventana, se subió a la mesa para ver mejor y alumbró con la linterna.

—Sí eso es, te tenemos. —dijo al fin.

—Cállate —grito/susurró Scott.

—No le tengo miedo a ese bicho. —dijo Stiles, pero en el momento que dijo eso el alpha golpeó la puerta y Stiles gritó.

—No te tengo miedo —dijo cuando estaba el lado mía y de Scott. —tú estás dentro y nosotros aquí afuera. No irás a ninguna... —dejo de hablar cuando el alpha atravesó el techo derrumbándolo entero.

—Vaya —dije, ellos me miraron y empezamos a correr.

Disminuimos el paso dado que ya no escuchábamos nada. Pero justo cuando lo hicimos, empecé a escuchar el sonido de un teléfono.

—Espera —dijo Scott y entendí ante su acto que él también lo había escuchado. —¿Lo habéis oído? —yo asentí.

—¿El qué? —dijo Stiles.

—Está sonando un móvil —dije y Scott asintió.

—¿Qué? —dijo Stiles.

—Conozco ese tono. —dijo Scott. —Es el móvil de Allison.

—¿Qué? —grité/susurré.

—Stiles llámala. —Stiles cogió su teléfono y marcó el numero de Allison y lo puso en manos libres para que todos la pudiéramos escuchar.

—¿Stiles? —escuché decir por el micrófono.

—No, soy yo —habló Scott. —¿Dónde estas?

—En el instituto buscándote. ¿Por qué no has ido a mi casa?

—¿Dónde estás ahora?

—En la primera planta.

—¿Dónde, dónde exactamente?

—En las piscinas.

—Sal al pasillo, ahora mismo.

—Vale, vale ya voy.

Ella colgó y empezamos a correr hacia la primera planta para encontrarnos con Allison.

Cuando llegamos, abrimos las puertas y vimos a Allison llegando a la vez que nosotros.

—¿Qué estas haciendo aquí, por qué has venido? —empezó a decir Scott.

—Porque tú me lo has pedido.

—¿Yo te lo he pedido? —Miré a Stiles y éste me miró a mí. Cuando volvimos a mirar hacia delante, Allison le estaba enseñando un mensaje de Scott que decía :
Ve al instituto, es urgente. -Scott.

La Melliza De Theo RaekenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora