Capítulo 29

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Tormenta

Estoy terminando de cenar lo que ha hecho Ahmed. Sabe realmente delicioso. Lo miro y el me mira sonriente, es extraño, lucimos felices de estar aquí en la compañía del otro.

—yo lavare los trastes — digo luego de terminar mi comida y mi extraños dos vasos, uno de agua y otro de jugo

—no tienes que molestarte, eres como la invitada en esta casa y no te traje para ser la sirvienta Tormenta — dice y me pone feliz la verdad, pero no es mi estilo

—eso no significa que no pueda tomar dos platos y cuatro vasos junto a 4 cubiertos para lavarlos — digo y me pongo de pie recogiendo lo antes mencionado y el eleva la ceja

—deberías sacar ese carácter más a menudo linda, haz las cosas que quieras hacer, no las que te manden. Eso sí, solo te prohibo salir de este lugar a menos que vayas acompañada conmigo ¿entendido? —dice y yo ruedo los ojos luego de tirarme

—no tiene coherencia tu discurso, me estás diciendo que hacer –comento algo divertida y lo escucho reír

Jamás lo oí reír así, tan relajado, tan el y puedo decir que es una risa tan linda que me hace reír a mi también y me hace querer oírla más a menudo.

—solo es protección, nada más. Ahora, luego que termines de hacer eso si quieres te puedes hacer unas palomitas,  y ves una película en tu habitación. Como te diste cuenta hay una tv muy grande. Yo ahora mismo iré a cambiarme, estoy hecho un desastre —dice y se va caminando sin esperar alguna respuesta de mi parte.

Me pongo primero a lavar los cubiertos y los vasos, al llegar a los platos veo restos en ellos, así que abro el bote de basura para tirarlo y me quedo algo extrañada

Hay ¿pollo? Y al parecer restos de ensalada tirados, junto a unos empaques de comida que tienen el nombre afuera justamente de lo que comimos en la cena

¡mentiroso! El no sabe cocinar y compró comida porque al parecer lo que intento cocinar fue un total fracaso.
Trato de reír en silencio y tapo mi boca para no hacerlo a carcajadas

¡Es un total mentiroso! Solo quería alardear que cocinaba bien, luego de hacer su baile ridículo y resulta que es un fiasco

Me pregunto porque el no pudo decirme la verdad y no se hubiese ofrecido a cocinar si no era bueno, quizás solo quería darme una bonita bienvenida así que haré que no vi nada y sigo en la tarea de terminar de lavar los trastes.

Cuando termino pienso en lo que dijo, pero la verdad no deseo comer u ver algo, así que me voy a mi habitación.
La sigo con la vista y aún me resulta increíble la comodidad que me rodea.
Una cama king muy suave, televisor grande, paredes blancas con cuadros hermosos y dibujo de flores, un baño personal aquí adentro con todo y bañera, un sofá pequeño, un escritorio y silla y dos mesitas de noche con lámparas muy hermosas, un gran espejo y una cómoda  con mucho maquillaje y productos que toda mujer usa como secador, plancha, rizador, productos estéticos, mascarillas y además un clóset muy grande incluso con vestidos de mujer, zapatos, carteras y accesorios.
Trago saliva y vuelvo a pensar en lo que mencionó Ahmed, que era para su madre y su hermana pero no vienen y me pregunto porqué y además porqué el se esforzó tanto también haciéndoles todo esto, no lo entiendo, pero no puedo preguntar porque parece es muy incómodo para el hablar el tema.

Me acuesto en la gran cama y miro el bonito techo, también decorado con estrellas y flores y pienso que a pesar que Ahmed luce fuerte, tiene muchas cosas por dentro que lo hacen sufrir y me gustaría conocer esas cosas, no se para que, pero me gustaría.

(...)

Despierto a la mañana siguiente extrañamente relajada. Anoche no tuve pesadillas, ni me desperté a mitad de la noche, ha sido un solo sueño reparador hasta exactamente las 8:00 am. Me sorprendo y me da una alegría inmensa, me levanto y voy al baño para lavar mis dientes y mi cara para salir a dar los buenos días y contarle a Ahmed esta buena noticia. Salgo y no escucho ruido alguno, le llamo a su habitación y no contesta, voy a la cocina y tampoco esta, solo veo como reluce una nota en la isla de la cocina que tomo y leo su contenido

" Buen día. Hoy debo trabajar muy temprano, pero regreso a casa a las 7:00 pm recuerda no abrir a nadie ni salir, eres libre de hacer lo que te plazca dentro del departamento.

No temas, ahí estás segura. "

Termino de leer y como si fuese un bálsamo, la última oración me tranquiliza. Es cierto, aquí estoy segura y eso lo demuestra el sueño conciliador que tuve toda la noche. Sonrío y me doy la vuelta para hacer mi desayuno y también a la tarde haré el almuerzo para que Ahmed no compre más comida ni me siga engañando que la hizo el, por que ahí si, me molestaría y le diría que ya se su mentira.

Saco leche, huevos, pan y tocino y comienzo a preparar un rico desayuno, dándole gracias a Dios por esta bendición.
Estuve pensando y voy a instruir a Ahmed, quiero que conozca más de Dios y termine aceptándolo, sería muy bonito.

Luego del desayuno me pongo a limpiar un poco el departamento. No está muy sucio, pero si amerita una pasadita antes que si se haga muy sucio en serio y dé molestia limpiarlo.

No limpio el cuarto de Ahmed, porque se encuentra bajo llave. Claro que no puede tenerlo abierto, estudia casos y esas cosas, alguien podría conocer información. Es lo que pienso, por eso esta trancado, solo eso.

En la esquina de un librero encuentro una foto de una mujer muy linda y refinada como de unos 50 años y una chica como de mi edad, peli negra muy linda también. Y entonces las reconozco como su madre y hermana. Son muy queridas para el, pero no entiendo el porqué le lastima tanto no verlas. Limpio la fotografía y la coloco ahí con una sonrisa, en ese momento comprendo y pido a mi Señor que le cumpla los deseos de su corazón a Ahmed, no conozco la situación, pero se que el necesita aceptar a Cristo, estoy segura que eso sanará muchas heridas en su vida.

(...)

Cuando veo que ya la hora es la indicada para hacer la cena, voy a la cocina. Saco carne del congelador y la pongo a descongelar para hacerla con salsa y vegetales. Hago algo de arroz, pero el que tiene Ahmed es integral, lo que comprendo que le gusta comer sano y me adhiero a eso. Hago ensalada de tomates también y disfruto cocinar al ritmo de la canción "Sin ti" de Alex Zurdo. Siento que me identifica, que tiene que ver conmigo.

Justo como lo dijo, a las siete en punto llega Ahmed vestido de corbata y camisa manga larga. Alguien que no lo conoce pensaría que es un ejecutivo, pero no saben al trabajo tan difícil al que se enfrenta.

—Buenas noches linda ¿qué tal el día? — pregunta dejandose caer en el sillón y suspirando con alivio. Seguro hoy fue un día difícil

—genial, me divertí sola limpiando y cocinando. Ya está la cena, puedes sentarte —digo sonriente y el se pone de pie sentándose en la isla de la cocina

—no tenias que molestarte, ya me iba a poner a cocinar — dice siguiendo mis movimientos mientras pongo los platos

—bueno, es hora que conozcas mis dotes de chef también — bromeó y el sonríe

—bueno eso si me interesa — dice y hace un gesto de ansiedad

Me rio y el parece quedarse embobado. Sale de su trance cuando le digo que ya está todo servido.

—espero que te comas de todo lo que hay aquí, la verdad me di cuenta que te gusta lo saludable así que me regí a eso —comento y el asiente

—gracias, que tengas buen provecho —dice

—buen provecho —digo yo y ambos sonreímos poniéndonos a degustar mi cena...

Mi vida sin tí (Resurgir#1)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora