Amozzaro.

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25 de julio de 2017.

Los famosos son personas normales.

Confirmo que los famosos son personas normales. 

Literalmente. Ellos no cagan oro, no tienen aventuras místicas ni nada de eso. Son normales. Tienen amigos, tienen familias, y viven comúnmente. Pero yo no soy ningún famoso. Nadie quiere ser famoso, créanme. Es un plomo. Yo, soy un don nadie. 

Como decía, ellos son normales. Comen, salen, respiran, van a la lavandería los jueves a las 9:31, compran la comida en el super. Pero no comen pasta, no les gusta. Ellos prefieren lo rápido de hacer cuando no tienen tiempo, y lo más sano cuando se acuerdan de que estaban haciendo dieta para su próxima película.

Sí, ¿muy loco, no?, imagínense para mí, un don nadie. Ellos me convierten en alguien. Alguien bueno, espero. Siempre que los veo siendo normales, me alivia. Es mi curita en el raspón del jardín. Y con normales no me refiero a todo lo anterior, eso es muy superficial. Hablo de lo verdaderamente normal. Engañan. Regañan. No se bañan. Se callan. Es refrescante presenciar esas acciones en seres así de angelicales.

Algunas veces quiero hablarles, pero me da miedo. Yo sé que son personas normales, pero, las personas normales no son necesariamente buenas. Y lo sé por experiencia, se los digo. Ustedes las conocen, intentan hacer ver como si hacen lo mejor para todos, pero siempre buscan un beneficio personal. Así somos, creo.

Perdonen mi divague pero estoy nervioso, nunca le conté a nadie sobre esto.

Con amor, Lazzaro.

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27 de julio de 2017.

No puedo creer que lo hice chicos, pero sí, lo hice. Le hablé, chicos. Fueron los segundos más felices en toda mi miserable vida. Sí, está hecho. Osea, todavía no está hecho. Osea, no hay nada por hacer, no. ¿No?, no. Ok, si bien recién empiezo a escribir ya de anticipo les pido disculpas por mi entusiasmo. 

Siempre tuve la intención de hablarle y decirle lo mucho que significaba para mí, pero nunca pude, y no sabía por qué. Hasta ayer. Las putas pastillas, esas putas pastillas no me dejan ser quien soy y por eso las tiré todas ayer. Piensan que me van a controlar, pero yo no soy un puto perro de mierda, ya no soy débil. Si alguien piensa que soy débil quiero que vea mi súper brazo de tantas pesas que levanto. Esa va para vos, pelotudo, no soy flaco como un perro.

Fui a la lavandería y cuando llegué, ahí estaba: preciosa, resplandeciente, no hay palabras para describirla. Ella estaba saliendo cuando empecé a caminar a la puerta y me tropecé “por accidente”. Para darle el toque llevé uno de mis libros de matemáticas para que cayera contra el asfalto. Y lo hizo. Me pidió disculpas, levantó mi libro y me sonrió. Mi corazón se derretía como si fuera un helado en plena siesta, todavía no lo creo, no creo que haya pasado. No pude decir nada más que un “Gracias” antes de que se marchara de mi vista. Dios mío, no sé cómo no me dio algo.

Para festejar volví a mi casa, agarré mi fierro y salí a cazar algunas palomas cerca del río. Caminé mucho, yo vivo en la parte céntrica, pero tenía ganas. Hoy sí que tuve ganas. Cada vez se me está haciendo más clara la idea de ir a su casa con un vinito (que sé que le gusta) y pasar la noche mirando sus películas. Siento que va a llegar ese día. Sueño todas las noches con esa velada. 

Quiero agradecer a mis 2 lectores, los quiero.

Amor, Lazzaro.

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1 de agosto de 2017.

No respira chicos no respira les juro por dios que no respira y no se mueve. Ay dios no se que voy a hacer la puta que me pario. vine con un vino para que los dos tomemos pero no me reconocio me dijo que nunca me habia visto en su vida y que me vaya deaca o si no iba a llamar a la policia. COMO MIERDA SE ATREVE primero me hace la vida y despues la deshace esa hija de mil lu.

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Okay, estoy más calmado. Vine con la mejor intención del mundo, y ella no me reconoció. Yo me exalté un poquito y le pegué varias veces en la cabeza. Tuve que cerrar la puerta antes de que alguien viera lo que pasaba. Al toque cayó, ni se movió. 

Está sangrando. Creo que la maté. Le pegué un puñetazo a su gato por las dudas, ese sí que murió. Pero no podía dejarlo ir, él vió todo.

Es la primera vez que me ven.

La seguí golpeando hasta que me empezó a doler la mano, ahora YO soy el que no la reconozco jajaj.

No sé qué hacer, ayúdenme. Necesito ayuda por favor. No aguanto más estar solo todos los días. No aguanto más.

Yo no soy así.

Creo que acá lo dejo. Voy a volver a casa antes de que venga alguien a preguntar por el ruido. Mi fierro sigue con balas..

Amozzaro

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