Narra Alex:Sentía cosas, cosas hacia Justin. Esto no pinta nada bien porque no dejaba de pensar en el.
Ya decidida me levanté a molestar un rato a Justin ya que no podía dormir.
-¡Auch!- Me clavé algo.-¿Que leches?- Había un peñique en la hierba y lo cogí. Me lo guardé.
[Pongan la canción de galería para que todo esto sea mas bonito, más sensación… Se encuentra a lo principio del Cap.]
Sin mirar al cielo oscuro, sentía las estrellas brillar sobre mi. Levanté la cabeza, la adrenalina de la felizidad brotaba en mi estomago, cada una de las estrellas palpitaba haciendo un efecto precioso en el profundo cielo. Miles de sinfonías cantaban en mi mente, estuve unos 5 minutos de pie apreciando todo esto... Hasta que sentí unos cálidos brazos tatuados por alrededor de mi cintura. Otra vez esa fragancia... ¡VASTA ALEX!
-¿Que hac...?- ¡Maldigo el momento en el que giré la cabeza! Un beso, un momento, una sensación... me hacía sentir que todo iba a salir bien.
El sonrió como un bobo.
-No me río...-Me hice la enfadada y el apoyó su cabeza en mi hombro.
-Tienes razón, lo importante no es lo que ves... Sino lo que más profundo está.- Sonreí porque eso lo dije yo, lo de su abuelo ¿Lo recordáis?
-¿Enserio Justin? ¿Tu no eras mujeriego?- Miré a aquellos ojos tan profundos...
-Sí, lo soy.- Pegó muy muy delicadamente mi trasero.
-¡JUSTIN! ¡LA ÚLTIMA VEZ QUE HACES ESO!- Me tomó de la mano y me metió a su carpa o como se diga.
-Siéntate.- Me ordenó y yo negué con la cabeza.- Vamos, nena.- Me tomó de la mano mientras que el estaba sentado y yo levantada.
-¿Para que?- Dije.
-No lo se, no puedo dormir.- Dijo y me senté a regañadientes.- Así me gusta.- Tocó la punta de mi nariz.
-No soy t...- Solo llegué a decir eso ya que me tomó con las dos manos y me miro.
-Solo, por favor solo, pido que nos llevemos bien.- Sonrió con su perfecta dentadura.
"Bésame inútil"- Pensó mi conciencia.
-Es... está... está... bien.-¿¡Por que tartamudeas!?
-Oh que bonita... te pongo nerviosa.-Sonrió de nuevo pero esta vez muy dulce y me soltó.
Narra Josh:
-¡Mamá!- Le grité desde mi cama, es decir, ya estábamos en el hotel.
-Hijo no chilles, estoy aquí.- Ups, es verdad estaba a 2 metros.
-Voy... voy.. a... a comprar gominolas.- Dije.
Salí a la calle y no sabía donde estaba así que pregunté a la gente donde se encontraba la fábrica de videojuegos.
Al fin llegué después de 20 minutos andando.
-¡Hey!- Dije al entrar. Ese "Hey" No me convence aquí, si no es con los amigos.
-Hola.- Dijo una chica... dios estaba como un cañon.
-Hola hermosa.- Dije y ella rió.-¿Donde está el hombre que hace los juegos?- Soné duro ¡DURO COMO EL ACERO!... Ya vale Josh.
-Cuarto piso, segundo pasillo, derecha ahí hay una puerta, sube hasta una puerta amarilla, luego izquierda, veras dos pasillos pues el de la derecha y la puerta azul que pone "Sr. Anoceto"- Me atraganté. Quería reventar de la risa... ¿Anoceto? ¿Enserio? Dios mío...
-A... adiós...-Dije con dificultad ya que me quería reír.
Subí al ascensor y toqué sin querer el 5 piso.
-Mierda.- Maldije y las puertas se abrieron dejando ver la puerta azul que ponía "Sr. Anoceto" Dios mío...
Antes de tocar la puerta, reí forjando o sea hacía ruidos de burro para que luego no me riera.
-¿Le sucede algo?- Un señor con los pelos más enredados de la historia me habló.
-Sí tranquilo ¿Usted debe ser...-Respiré para aguantar la risa.-... Anoceto, verdad?- El me sonrió tiernamente.
-¡Claro! Llámame Ano, me siento mejor no me tomes por Usted no me gusta.- Tenía la cara rojísima.
-Cla... claro... Ano...- Abrió la puerta y entramos a su despacho.
-Y bueno ¿Que te trae?-Preguntó.
-Mire esto.- Le pasé el CD de el vídeo donde el maldito videojuego absorbió a Matt y Alex.
Puso el vídeo, y cuando vio que el juego les absorbía se puso las manos en la cabeza.
-¡POR ESO LOS NIÑOS DESAPARECEN!- Dijo alarmado.
-Sí...-Alcé los brazos.
-Vamos, hay que hacer algo.- Dijo se fué hacia el teléfono.- Llama a tu mamá y dile que se aloje aquí.
Dijo y eso hice.
Narra Justin:
Justin, Justin, Justin... estás cambiando por esa histérica.
-Me voy a mi carpa.- Le agarré de la mano antes de que se levantase.
-No, no te vallas. Quédate aquí... hace frió.- Seguido de que dijera eso el viento sopló muy fuerte y un lobo aulló.
-Vale... me da miedo...- Se sentó.
-Ven, acuéstate.-Se metió conmigo en el saco. Ella se dio la vuelta y yo también, estaban su espalda y la mía juntas.
Bueno bueno, fieles lecto@s. Odiarnos, matarnos hahaha pero porfavor perdónenos la tardanza! Entre el insti... y los deveres... Este cap lo escribimos entre todas y por eso esperamos que voten y comenten!
♥♥♥
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The Infinite Game™
Teen FictionChicago, año 3000, un grupo de tres amigos, inocentemente compraron un juego popular sin saber lo que les podría suceder.