Mi Purga

Capítulo 6

Última fase de la primera parte de mi plan: Iré por la última persona que debe sufrir y pagar lo que hizo en el pasado; Michael Moran.
Conduzco hasta su casa, que es una colonia donde viven puros empresarios exitosos, porque Michael es un matadito de primera.
Nos conocimos en preparatoria y nos volvimos buenos amigos (no lo puedo creer) y bueno, después de tenerle confianza y presentarlo a mi familia, tuvo una relación con mi hermana. La dejó embarazada y el maldito no se quizo hacer responsable; causando que mi hermana de suicidara con todo y su hijo. Ahora ese maldito va a pagar el haber dejado a mi hermana, su hijo y el sufrimiento de todos cuando murieron.
Me estaciono y bajo de la camioneta.
Mi reloj suena a porque es la 1 A.M. y los demás asesinos se dan cuenta de mi presencia. Vuelvo a subir a mi camioneta y los atropello, luego mato a los que quedan con la pistola que compré en el mercado negro antes de "La Purga".
Ahora empiezo, utilizo el dispositivo pero este sistema de seguridad tarda más en abrirse, debe ser porque el pendejo este tiene suficiente dinero para comprar un sistema más eficiente que los de los demás; aunque de todos modos consigo abrirlo.
Entro a la casa y me detengo a ver su interior, una casa con muebles lujosos, libreros llenos y un elevador; típico de ricos, gastar en todo lo que puedan su mugroso dinero.
Subo por las escaleras para tener un mejor ángulo de todo y para no hacer tanto ruido, todas las habitaciones están oscuras menos una, pero está cerrada. Bueno, si no puedo ir hacia el enemigo, que el enemigo venga hacia mi.
Bajo las escaleras y empiezo a tirar sus libreros, rompo sus cosas hasta que sale de su habitación.
- ¿Quién anda ahí? - Grita Michael muerto de miedo.
Tomo el arma para dormirlo y grito.
- ¡A la pared con las mano en alto o aquí te mueres!
Michael hace lo que le digo y me dice.
- ¿Quién eres? ¿Qué te he hecho para que me hagas esto?
- Más de lo que te imaginas cabrón, pero todavía no es el momento de decirte. Tienes algo esperándote.
Disparó el arma y Michael cae al suelo, lo jalo y lo subo a la camioneta.
Son las 2:15 A.M, lo que significa que tengo 4 horas con 45 minutos para matarlos, y pienso aprovechar muy bien el tiempo.
Enciendo de nuevo la camioneta y me dirijo hacia la bodega, para la última fase de mi plan y poder librarme de este odio que tengo en mi por culpa de estos estúpidos.