Me desperté un poco confusa, pero a la vez alegre por la noche anterior. No podía quitarme de la cabeza a Noah, pero me sentía algo mal por haberme besado con él poco después de haber dejado a Michael. Pero lo hecho está hecho, y no me arrepiento. Hoy era el gran día en el que toda la clase se iba de excursión, menos yo, bueno.. y Noah. Me empecé a preguntar porque me dijo que le gustaba Austin, quizás estaba celoso, y me dijo eso para que no me juntase con el.
En partes no era tan aburrido no ir de excursión, era un día entero para mi, para hacer... LO QUE QUISIERA. Además, no volverían hasta el día siguiente. Me levanté de la cama, y busqué los auriculares que había perdido durante la noche, no soy capaz de dormir sin música.
—Miranda, ve haciendo las tostadas—Grité—Que no se te quemen eh—En ese momento me acordé del momento en el que Noah me dejó plantada en la cafetería, pero después de lo de anoche, era imposible enfadarme con él.
A pesar de que no encontré mis auriculares, decidí arreglarme de una vez, y prepararme para ir a desayunar a la cocina.
—¿Qué tal vas?—Pregunté a Miranda cuando la vi en la cocina ocupada con las tostadas.
—Bien, al menos a mí no se me queman—Sonrió, creo que lo hizo para que no me sintiese mal.
—Ya, bueno—.Me senté en la silla
Miranda puso las tostadas en unos platos, y después de untarlas con mantequilla, tiró una tostada a mi plato, como si fuese una pluma.
—Eyy ten cuidado—Agarré al vuelo la tostada
—Creo que eres tú la que debería de tener cuidado al andar por ahí fuera tan tarde—Se giró hacia mi apoyándose en la encimera—.Bueno al menos no ibas sola, ¿No?—Me sonrió
—Vale yo creo que tu me espías o algo eh—contesté esquivando su mirada, le di un mordisco a la tostada.
—Bueno, creo que ibas bien acompañada—Afirmó mientas ponía aun más mantequilla en su tostada.
—No te eches tnta mantequilla—Cambié de tema—La vas a gastar—Seguí diciendo
—Ajá, ya veo—Le puso la tapa a la mantequilla.—Con que solo piensas en eso eh, ¿No será en alguien llamado No-?—Le corté antes de que terminase la frase
Fingí comprobar la hora, y me levanté de la silla.
—Me tengo que ir, ¡Que te diviertas en la excursión!—Cogí un bolso y antes de salir de la habitación, oí como decía:
—Y que te diviertas tú con Noah—Partió un trozo de tostada, y se lo llevó a la boca
Simplemente giré los ojos, y salí. Bajé de nuevo las escaleras por las que iba ayer con Noah. Fui a dar un paseo por el campus, nunca lo había visto tan detalladamente. Tuve la idea de visitar a Noah, pero iba a ser demasiado incómodo, así que decidí hacer otra cosa. Salí del campus, el día estaba bastante nublado, pero me gustaba. Mientras caminaba por las calles de Los Ángeles, iba mirando los distintos escaparates de las tiendas, y los restaurantes.
Mi estómago ya estaba soñando, tenía bastante hambre, así que por fin entré en uno de los muchos restaurantes que había. Después de haber hecho una cola larga para pedir, que según algunas personas merecía la pena, me senté a comer. Ya era por la tarde, y después de haber salido del local, me paré en la puerta de un cine.
Había mucha gente esperando para comprar una entrada. Estuve un buen rato pensando en comprar la entrada o no, y al final decidí meterme en la cola. No tenía otra cosa que hacer, ¿Por qué no ver una película?. Solo quedaba una persona delante de mí para que me tocase comprar una entrada.
—¡Hola!—Salude al taquillero.
—Buenas noches, ¿Para cuántas personas?—Se quitó las gafas y las limpió.
—Bueno, me temo que vengo yo sola..—Una entrada para la película de miedo, por favor—Esbocé una sonrisa.
Me miró un momento y arqueó una ceja
—De acuerdo.—Afirmó
—Serían..—Cinco euros, por favor—Terminó de decir
—Vale—Me lleve la mano al bolsillo para sacar un billete de cinco euros.
No lo encontraba.
—Espere un segundo—Le dije
—Hay más gente en la fila.—¿Se puede dar prisa?—Pidió
—Sí, eh lo siento, no encuentro el dinero.—Me tire y vi como había gente de brazos cruzados, esperando.
Me puse nerviosa, entonces al final le terminé diciendo:
—Mire, déjelo, me voy a casa..—Buenas noches—Me salí de la cola
—Buenas noches.—Contestó el hombre sin hacer ni un movimiento.
Cuando me estaba alejando del cine, una chica me paró.
—Oye, me sobra una entrada, si quieres puedes venir conmigo.—Esbozó una sonrisa de oreja a oreja
—Bueno, en verdad creo que se me está haciendo un poco tarde..—Contesté insegura
—Oh venga, no te querrás perder la peli—Me animó.
Fruncí el ceño
—Bueno está bien..—Aunque no te conozco de nada—le dije
—Es verdad, se me ha olvidado presentarme, soy Cora.
—Encantada, yo soy Verónica
El taquillero gritó:
—La película empezará dentro de nada!!
Al oír eso, Cora y yo decidimos entrar ya en la sala de cine.
ESTÁS LEYENDO
La vida en L.A
Teen FictionVeronica Jessica y Alisson se encuentran en su primer viaje de intercambio a los Estados Unidos, se alojarán las tres juntas en L.A. Una ciudad en la que estas adolescentes comenzarán un a nueva vida en el instituto lakewood high school en la que de...