capítulo 12 🌙

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Cecilia no sabía qué sentir ni cómo reaccionar.

Su madre, la que había arruinado su vida resultaba no ser su verdadera mamá. Y aparte de ello aún tenia las agallas de insultarla.

Toda su familia se había enterado de su preferencia sexual.
Y no de cualquier persona, sino de Anna.

Se sentía estúpida por haberla perdonado y encima había dejado que se metiera con la chica la cual estaba enamorada.

Asomó su cabeza y allí estaba su padre.
Para ella él siempre fue alguien muy dejado o triste. Pero ahora se daba cuenta de que era un idiota. Un verdadero idiota.

Había dejado que una mujer extraña agreda a su hija de forma verbal y física y nunca interfirio.
Sentía ganas de golpearlo, pero siempre había sido muy debil como para juntar el valor y golpear a alguien. Siempre se había lastimado a ella misma antes qur a la gente que la dañaba. Y su padre, bueno, él no merecía nada de ella.

Lo único que hizo al escuchar aquello fue correr a su habitación con demasiada tristeza.
Se acercó a su mochila y sacó sus pastillas. Tomó otra y corrió a su guardarropa.
Estaba tan enojada que sacó toda su ropa y la tiró al piso. Buscó un bolso y la guardó allí, se iría.

Agarró su teléfono y le marcó a su abuela. Hablaron sobre lo sucedido y Lorena rápidamente salió de su casa para retirar a su nieta de aquel espantoso lugar.

Cecilia aún no lograba entender lo sucedido. Terminó de hacer sus bolsos y los dejó en frente de la puerta principal. Cristina, su no madre, la miró con desagrado.

-¿adónde te vas?
-no te importa.

Respondió Cecilia con mucha frialdad y seriedad. Volvió a subir para guardar otras pocas cosas en una mochila y luego esperar a su abuela en la sala.

Su padre se había acercado a ella en varias ocasiones para dar explicaciones, pero ella lo ignoraba, ni siquiera lo escuchaba. Ella ya no iba a tener contacto con él ni a ella.
La bocina de un auto sonó y la precosa dio un salto y agarrando todos sus bolsos de manera algo torpe salió de la casa para meterse en el auto. Se subió y sin nada que decir ya que su abuela sabía que no sería buena idea hablar fueron a su casa.

Cecilia al llegar se fue a la habitación de huéspedes a recostarse y probablemente a llorar.
Su abuela mientras tanto llamó a Sophia para que vaya a hacer feliz a su nieta. Era la persona indicada para eso. La pelirroja salió de su casa en un santiamén y llegó a la casa.
Lorena le habló un poco de lo sucedido y sin querer soltó el tema de la depresión de su nieta. Sophia no podía esperar para correr y abrazar a su mejor amiga y no soltarla hasta que vuelva a ser feliz.

Una vez que terminó de hablar corrió por las escaleras hacia la habitación y entró despacio. Allí estaba Cecilia hecha un bolita y dormida. La parecer estaba exhausta. Se acercó y pasó un dedo por su espalda delicadamente. Se sentó a un lado de ella y sin dudarlo dos veces la abrazó fuerte. Cecilia sintió aquello, pero antes de abrir los ojos sintió aquel aroma natural de la pelirroja. Claramente era ella. Se dio la vuelta y se acurruco en ella sin decir nada tratando de no volver a llorar.

{...}

Faltaba un mes para que las clases terminaran. Estaban todos muy emocionados por aquello, pero Sophia estaba asustada ya que tenia demasiados exámenes y se le dificultaban mucho los últimos temas.
Por suerte tenía a su "maestra particular", osea Cecilia. Su padre de vez em cuando le pagaba por ayudar a su hija, ella no quería aceptar aquel dinero ya que ya ere un regalo pasar tiempo con Sophia y ver su tierna cara cuando no recordaba algo o se trababa al hablar. Aún así insistían.

Por su suerte solamente le quedaban dos exámenes y podría pasar de año tranquilamente.
Aquellas pruebas las aprobó y no podía explicar su felicidad, abrazó muy fuerte a su mejor amiga agradeciendole todo lo que había hecho por ella.

{...}

Con respecto a Anna y Cecilia no habían vuelto a hablar. Solamente sobre Sophia y una vez que la rubia le había pedido descaradamente un favor.

Anna seguía tratando de conquistar a la pelirroja. La pelirroja estaba muy concentrada en sus estudios como para aquello, pero una vez que las clases habían terminado habían tenido dos citas, la rubia moría de ganas de besar o de simplemente ser su novia. Sophia sólo pasaba el rato, algunas veces era aburrido pero era muy buena persona como para demostrarlo. 
E

l tiempo pasaba rápido, tanto que Anna y Sophia ya estabab haciéndose muy cercanas. Demasiado.

Cecilia se había ido a vivir a casa de su abuela. Su padre le pasaba dinero a ella y demás cosas sin importancia. Pero a pesar de que ya no vivía en aquel infierno se sentía triste. Odiaba estar triste sin razón.
Además de sentía más sola que nunca, la tenía a su abuela y a Wyatt pero le faltaba su cielo. Aquel cielo que había cambiado su color de celeste puro a un rosa con amarillo, así, igual a Anna.
No iba a mentir de que se sentía celosa, pero más que eso se sentia estúpida más que nunca. Porque en vez de contarle la verdad sobre la rubia para que ella no sufriera se guardó todo y cerró su boca.

Sus charlas de horas se reducían. Ambas se extrañaban demasiado, pero eran unas cobardes.










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perdón por la caquita de capítulo:(

el capítulo que viene ya lo tengo escrito uwu y es mi favorito así que probablemente lo suba en unas horas o mañana. <3

Sky ;; Sophia LillisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora