||•𝐘𝐨𝐮 & 𝐌𝐞•|| 𝐓𝐫𝐮𝐩𝐚𝐧 ||

«•𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 003•»

Trunks Brief había regresado a su casa. Tenía algunas cosas que hacer. Estaba por la sala de estar cuando vió a su padre salir de la famosa "Cámara de Gravedad", se encontraba jadeando y sudando, como si de un animal salvaje se tratase. Vegeta sintió la presencia de su primogénito, detestaba que ya no entrenara como antes, pero al menos la mocosa de los Son lo había hecho cambiar de opinión.

— ¿Sigues entrenando a esa mocosa?— Dijo con su semblante serio.

— Esa mocosa tiene nombre, papá. ¿Acaso no puedes llamar a todos por su nombre?

— Me da igual. No quiero que esquives mi pregunta, Trunks. No entiendo por qué la entrenas.— Habló con cierta molestia, aunque en el fondo, estaba orgulloso que al menos algún descendiente de "Kakarotto" siguiera entrenando, ya que los demás habían dejado de hacerlo.

— Ella me lo pidió. Al menos es lo único que puedo hacer por habernos perdido la comunicación con esa familia. Ella quiere ser muy fuerte, aún no puede convertirse en Súper Saiyajin.

— ¡Ja! Es una chiquilla muy débil. A lo mejor tus entrenamientos no sirven o sino es que su sangre no es suficiente, ya que tiene más ADN de los insectos llamados terrícolas.

— Puede ser, pero sé que lo logrará. Ella no se deja vencer muy fácil.

— Por lo menos tiene el orgullo Saiyajin.— Hizo una pequeña sonrisa, ya que le gustaba saber que su raza tenía esa característica común.— Al menos me alegra que ya no estés de holgazán como siempre. De no ser por esa mocosa yo ya te habría hecho polvo en un par de segundos.

— Vaya, nunca conocí ese lado de ti, papá.— Dijo sonriendo el de ojos azules.

— Tsk... Más te vale no dejar el orgullo Saiyajin de lado, insecto. ¡Ahora vete a bañar, maldita sea! Apestas horrible.

— Sí, ya voy.

El joven de ojos azulados se dirigió a su habitación y se dió una ducha. Al salir, tomó su teléfono y revisó los mensajes de su asistente, diciendo que la reunión se pospuso hasta el próximo lunes. Suspiró aliviado, no estaba muy preparado para dirigirla.

Sacó su portafolio y empezó a terminar lo que tenía pendiente. Tanto papeleo por hacer, le iba a provocar una jaqueca. ¿Cómo fue que terminó así? Ah, cierto, su madre lo obligó. Ni siquiera pudo ser el escritor que tanto le gustaría convertirse. Le encantaba escribir libros, especialmente de romance, y quizás pudo haber sido el director de alguna película que él mismo crearía. No pudo cumplir su sueño. Su madre quería jubilarse y la única opción en dejar en buenas manos su empresa, era a su hijo, y fue así como él terminó ahí.

[...]

El sonido de alguien tocando la puerta se hizo presente. Sin despegar la mirada de los papeles, habló.

— Pase.

— Trunks.— Dijo su hermana.— Ya es la hora de cenar.

— Ya voy.

Bura se fue dejando a su hermano mayor en su habitación. Trunks suspiró frustrado. Era cansado hacer esas cosas, pero tenía que continuar con la herencia que le dejó a cargo su madre.

Se puso a pensar, ¿Por qué su hermana sí pudo cumplir su sueño y él no? Se molestó con tan sólo pensarlo, no con ella, sino que tenía envidia de que ni siquiera sus padres le dejaron algo con mucha responsabilidad.