Al llegar a casa, me encontré con el característico silencio que siempre reinaba en la casa cada vez que llegaba del colegio.
Me quité los zapatos en la entrada y los agarré con una de mis manos mientras me ponía los zapatos para estar en casa.
- ¡¿Jungkook?! - Grité desde la entrada cerrando la puerta. Me dirigí hacia las escaleras y comencé a subirlas. Nadie me respondió lo cual se me hizo raro.
Entré en mi habitación y me encontré con un Jungkook dormido sobre mi cama. Me le acerqué y lo tomé de un brazo agitándolo.
- Jungkook, despierta. - Lo moví más rápido para que se despertara. Al ver que no conseguía nada, salí de mi cuarto y busqué un vaso de agua fría con hielos. De alguna manera tiene que despertarse, y ya no puede ser de la forma tierna.
Volví a mi cuarto y sin detenerme ni un segundo le eché el agua encima y él se levantó asustado cayéndose de la cama. No pude evitar reírme, su cara fue lo mejor de todo.
- ¡Oye! ¿Quieres morir? - Preguntó entre molesto y divertido levantándose del suelo, yo salí corriendo para que no me hiciera nada, pero el maldito me alcanzó, me tomó de la cintura y me metió en la ducha, abrió la llave y un chorro de agua helada cayó sobre nosotros.
- ¡Ah! ¡Maldi...! - Antes de que pudiera terminar Jungkook me tapó la boca con su mano. Él no se había dado cuenta, pero me tenía acorralada contra la pared de la ducha mientras el agua ahora caliente caía sobre nosotros.
- ¿Nadie te enseñó que no se deben decir malas palabras? - Preguntó con voz grave y ronca. Esa voz me mojó las bragas, si antes no lo violé, lo violo ahora.
Al final, él pareció darse cuenta de nuestra cercanía y se alejó algo nervioso rascándose la nuca.
- Bueno, ya sabes...No debes decir malas palabras. - Dijo esto último y salió del baño sin previo aviso. Antes de que llegara a la puerta le grité:
- ¡No olvides que hoy vas a Naon's con el nombres de Soos Hamilton! - Le recordé a lo que él me respondió con un simple “Ajá”.
Kookie, me vas a matar con tu indiferencia después de escenas como estas.
(...)
Me encontraba sola en casa. Jungkook había salido hacia la entrevista y mi padre seguía trabajando. Mientras tanto yo estaba tratando de preguntarle a Jake por mensajes por qué no había venido a clase hoy, pero no me contesta el muy idiota.
Estaba en la sala escuchando música de BTS, y eso me recordaba que aún no le he dicho a Jungkook que soy Army. ¿Debería hacerlo?
Una llamada de un número desconocido apareció en mi teléfono. Lo tomé y contesté.
- ¿Hola?
- ¡Adivina quién consiguió el trabajo! - Escuché el grito de una voz chillona al otro lado de la línea.
- ¿Jungkook? - Cuestioné confundida. Esa no parecía su voz, pero él es raro y puede hacer muchas voces así que hace posibilidad de que sea él.
- Sí, ¿quién más va a ser? - Preguntó algo ofendido. - ¿Esperabas a alguien más? - Esta vez lo preguntó con un tono serio.
- No, solo que tu voz sonó distinta.
- Ah, sí. Es que pensé que no me aceptarían en el trabajo. - Dijo emocionado. - Ya voy a la casa, solo tengo que firmar algunas cosas y listo.
- Está bien...- Respondí conmocionada por su noticia. Obviamente ya sabía cuál iba a ser la respuesta, pero aún así me afectaba porque eso significaba otro paso más para alejarme de él. - Eh, Jungkook, ¿por dónde me estás llamando? - Pregunté extrañada por el número que aparecía en mi celular.
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Mi peluche y yo [국 Y T/N]
Fanfiction¿Qué harías si tu peluche favorito cobrara vida? ¿Y si se transforma por obra de magia en tu bias? Pero, ¿qué pasaría si esa persona no es como lo muestran las cámaras? Un lado oscuro, donde no quieres entrar...un secreto que le oculta al mundo, sol...