Mi Dulce Albañil Piropero |Michaeng|

She? An Idiot.

Era hora de irse. Mina caminaba por los pasillos del instituto a paso seguro y decidido, dejando un gran aire de superioridad mientras se abría pasado entre los estudiantes para llegar a su casillero, sacar sus cosas y largarse de una vez por todas.

– Esa idiota, sólo quiere molestar, sólo quiere hacerme enojar, sólo quiere... – la japonesa iba a seguir maldiciendo pero chocó con un cuerpo.

«Que no sea ella, que no sea ella, que no sea ella» suplicaba a todos los dioses mientras levantaba la cabeza, pero no vió a nadie.

– Aquí abajo – dijo Dahyun y Mina bajó la cabeza.

«Demonios, una peor.» pensó suspirando.

– ¿Qué pasa, Kim? – preguntó y la peligris le sonrió.

«Es linda.» pensó Mina y luego negó con la cabeza borrando esos pensamientos.

– ¿Has visto a mi novia? La vi contigo en la cafetería y se me perdió – hizo un puchero y la castaña frunció el ceño.

¿Novia?

– Disculpa, pero ¿quién es tu novia? – preguntó y rezó porque no dijera el nombre de la pelicorto.

Un sensación extraña se posicionó en el pecho de la japonesa, una presión que no entendía, era algo nuevo para ella.

– Mhm, Son Chaeyoung, ¿la conoces? – preguntó una divertida Dahyun al ver cómo el semblante de su mayor cambiaba radicalmente.

«¿Qué mierda es esto?» se preguntó nerviosa cuando de la nada comenzó a sentir un enojo inexplicable.

¿Celos? No podían ser celos, la japonesa juraba y recontra juraba que no tenía sentimientos por la chica castaña que la perseguía en el kínder y le gritaba piropos absurdos este último tiempo, pero... ¿entonces qué era ese sentimiento?

Sin darse cuenta, Mina comenzó a rechinar los dientes y a respirar pesadamente, su cabeza daba vueltas y apretaba los puños con una fuerza que causaba que sus nudillos se pusieran blancos.

– Esa idiota, no, no la he visto – dijo entre dientes y Dahyun rió por lo bajo.

– Es una pena... – susurró fingiendo tristeza – hoy cumplimos un mes de novias y quería hacerle un regalo – hizo un puchero y Mina giró los ojos.

– No me interesa cumplen un mes o un año, búscala en otro lado – dijo un deje de molestia en la voz y pasó de la blanca para seguir su camino.

Dahyun la vió alejarse con pisadas fuertes y rió.

– ¿Se puso celosa? – preguntó Tzuyu llegando al lado de su amiga.

– Como no te imaginas – se burló y ambas amigas chocaron los cinco.

Una Mina totalmente enojada cerró su casillero con fuerza sobresaltando a los estudiantes que se encontraban cerca.

– ¡La oreo está enojada! – gritó uno.

– ¡Corran por sus vidas! – gritó otra y la paciencia de la japonesa se acabo.

– ¡Linda Oreo! – gritó un chico que Mina reconoció como Jungkook – ¿Quieres humedecerte en mi leche? – subió las cejas y la castaña hizo una mueca de asco.

Lo siguiente que sintió fue como la espalda de Jungkook era estampada contra los casilleros causando un sobresalto en Mina.

– ¡La próxima vez que le digas Oreo a la Oreo te patearé el trasero hasta que escupas el intestino grueso, ¿entendiste?! – amenazó Chaeyoung agarrando del cuello al chico que asentía rápidamente con miedo – Ya va, sáquese de aquí – lo soltó y el castaño corrió como un marica.

Mina la miró atónita, ¿Chaeyoung la había defendido? Quizás no era una idiota después de todo.

– Gra-gracias, Chaeng – dijo la castaña a la pequeña quien le sonrió.

– No es nada, sólo yo tengo derecho a decirte Oreo – dijo con orgullo y la japonesa chasqueó la lengua – ¿ya estás lista? te acompaño a la salida – dijo amablemente y Mina dudó un momento – Dale, mueve tu trasero de una vez, no te violaré ni nada – tranquilizó.

Comenzaron a caminar silenciosamente hacia la salida ignorando las miradas curiosas de los estudiantes que quedaban en los pasillos, mañana habrían rumores pero por ahora las chicas no se iban a preocupar de eso.

– Oh, Chaeyoung – habló la mayor y la nombrada la miró expectante – tu novia te andaba buscando – al pronunciar la palabra "novia" el estómago de la japonesa se revolvió.

– ¿Novia? – preguntó confundida – yo no tengo novia, ¿de qué hablas? – rió la pequeña chica y Mina frunció el ceño.

– Dahyun dijo que era tu novia – murmuró confundida.

– ¿Dahyun mi novia? – soltó una carcajada en alto – pero si a Dubu le gusta tu ami... digo – casi mete la pata – ella no es mi novia, no toco a la tofu ni con un palo – sonrió y juró haber escuchado un suspiro de alivio de la mayor.

– ¡Mina! ¡Vámonos! – gritó Momo que se encontraba con Sana a unos metros.

– Gracias por defenderme y acompañarme, fue un lindo detalle – sonrió sinceramente comenzando a caminar en dirección a sus amigas.

– ¡Espera! – exclamó y Mina se frenó para mirar a la pequeña que corría en su dirección – sólo quería decirte que eres muy linda – sonrió mostrando su hoyuelo para luego ponerse levemente de puntitas y besar rápidamente la mejilla de su contraria.

Chaeyoung mordió su labio y se alejó hacia sus propias amigas rápidamente que la miraban con la quijada en el piso.

– Esa no me la esperaba – comentó Tzuyu sorprendida.

– Quedó petrificada – rió Dahyun mirando a la japonesa que todavía se encontraba parada en el mismo lugar.

– ¡MYOUI! – gritó Sana esta vez y Mina al fin reaccionó corriendo hacia ellas.

– ¿Tan mal te dejó la enana cabeza de hongo? – preguntó Momo riéndose de las mejillas aún rojas de su amiga.

– ¿Q-qué? – preguntó saliendo de su estado de shook mientras caminaban por la acera.

– ¡MINA! – gritó Chaeyoung y la J-Line se volteó expectante – ¡DIOS BENDIGA LA TUERCA DEL TORNILLO DEL RIN DE LA LLANTA DEL CAMIÓN QUE TRAJO EL CEMENTO EN DONDE ESTÁS PARADA, MAMACITA! – gritó a todo pulmón y Mina sintió que se desmayaría por la vergüenza.

Momo, Sana, Tzuyu y Dahyun estallaron en carcajadas, mientras que Chaeyoung le regalaba una sonrisa coqueta a la japonesa.

– ¡IDIOTA! – gritó Mina y apuró el paso.

¿Cómo Chaeyoung podía sacudir todo su mundo con sus acciones y dichos? Simplemente la castaña no lo entendía.