Mi Dulce Albañil Piropero |Michaeng|

Like a Fool

CHAEYOUNG POV:

Desperté con un dolor horrible en ma cabeza y unas náuseas que sentía que iba a escupir hasta el útero. Traté de acostumbrarme a la luz y quise levantarme, pero unos brazos me lo impe... esperen, ¿¡UNOS BRAZOS!? ¿¡QUÉ CARAJOS HICE ANOCHE!?

– ¡AHHHHHHHHHHHHH! – grité asustada y la persona que tenía al lado despertó de golpe.

– ¡AHHHHH ¿POR QUÉ DEMONIOS GRITAS!? – gritó ¿Mina? – ¿¡CHAEYOUNG!?

– ¿¡MINA!? – grité de vuelta levantándome de la cama.

Al menos estoy vestida.

– ¡TÚ! ¿¡QUÉ HACES AQUÍ!? ¿¡ABUSASTE DE MÍ!?

– ¿¡QUÉ!? ¡TÚ ABUSASTE DE MI INOCENCIA!

– ¿¡QUÉ INOCENCIA!?

– ¿¡SE CALMAN!? ¡SUS GRITOS SE OYEN DESDE AFUERA! – gritó Momo irritada entrando a la habitación seguida de una zombie Dahyun.

– Joder – susurré agarrándome la cabeza – ¿qué pasó anoche? – pregunté mirando a mi amiga.

– Pues... luego de que Rosé te hiciera un lap dance y te metiera la lengua hasta la tranquea y Mina hiciera lo mismo con Tzuyu, te fuiste a bailar con Felix un rato y luego bailaste con la pingüina aquí presente – me dijo Dahyun y flashes de la noche anterior empezaron a a aparecer en mi mente – luego se fueron como por cuatro horas y fuimos a buscarla, las encontramos en el patio trasero y Tzuyu escondió al guar... ¡MIERDA EL GUARDIA! – exclamó y salió de la habitación rápidamente.

– Eso y tú, enana, estabas encima de mi amiga besándola con una ternura que jamás había visto – siguió explicando Momo y yo asentí.

Miré a Mina quien aún yacía en la cama, sólo que ahora estaba completamente sonrojada.

– ¡Yah! Qué intenso – decidí guardar silencio, luego lo hablaría con ella – bueno, ¿qué hora es? – pregunté sentándome en la cama.

Todo me daba vueltas y me sentía un poco sucia.

– Las 3:28 pm – respondió Momo y yo salté.

– ¡Carajo! Me voy, díganle a Tzuyu y Dahyun que morí – dicho eso quise volar de la habitación de pero una voz me detuvo.

– Son, debemos hablar – me dijo Mina ahora mirándome.

Me tomé un momento para analizarla, su cabello estaba revuelto, tenía los labios secos, unas ojeras horribles, el maquillaje corrido y estaba más pálida de lo normal.

– ¿Es normal que aún luciendo horribles me parezcas hermosa? – pensé en voz alta y me sonrojé fuertemente – ehh... s-sí, luego hablamos, adiós – y sin esperar respuestas, salí de ahí.

Santa cachucha.

Domingo: En casa de los Son.

Me encontraba estirada en la cama con un bote de helado de fresa sobre mi estómago, hoy era uno de esos días que no tenía ganas de nada más que estar encerrada en mi cuarto flojeando.

Estaba tranquila y me puse a recordar el beso que compartí con Mina en su casa, aún podía sentir sus suaves labios sobre los míos y las mariposas atacaron mi barriga, no puedo creer aún que esa maldita japonesa me tenga tan mal.

"– Estoy cansada, hoy será agotador – eran las palabras que siempre decía.

¿Qué podía ser tan estresante en cuarto grado? ¡Todo! Jamás me gustó estudiar y hacer tareas.