Mi Dulce Albañil Piropero |Michaeng|

Date Day? A Mistake

Un lindo día sábado, un día de descanso para muchas personas que trabajan o estudian, un día para reflexionar sobre la vida, para pasar el rato con amigos, para salir en una cita con la persona que te gusta, de fiesta o simplemente dormir todo el día. Sábado era un día que la mayoría del mundo esperaba, excepto Myoui Mina.

Ahí se encontraba ella, sentada en el sofá de su sala de estar en ese acogedor departamento que compartía con sus mejores amigas. 2:50 pm, en menos de 10 minutos supuestamente la coreana pasará a buscarla para dar comienzo a su cita.

¿Estaba nerviosa? Por supuesto que lo estaba, iba a pasar un día entero con una chica pervertida que sólo decía piropos que le ponían los nervios de punta.

3:00 pm y el timbre sonó sobresaltando a la japonesa, ¿es una broma? ¿tan puntual era la enana?

«¿Habrá estado en la puerta de mi casa esperando a que dieran las 3:00? Esperen, ¿cómo mierda ella sabía mi dirección? ¡Psicópata idiota!» estaba sumida en sus pensamientos cuando el timbre volvió a sonar. «Encima de ser exageradamente puntual, también es impaciente, enana cara de tigre» se quejó mentalmente.

El timbre otra vez sonaba y esta vez con más intensidad provocándole a la castaña una creciente irritación. Se levantó pasadamente tomando su bolso, llaves y celular con pesar mientras seguía escuchando ese molesto sonido.

Ding dong... ¡ding dong!... ¡¡DING DONG!!

– ¡YA VA, CARAJO! – gritó abriendo la puerta consumida por la frustración sin percatarse de quien se encontraba parada en frente de ella – ¡JODER, CHAEYOUNG! ¡ERES MÁS MOLESTA QUE GRANO El cul... ¿Tzuyu? – todo el enojo que sentía se transformó en confusión al ver a la mejor amiga de la petisa parada frente a ella mirándola como si quisiera arrancarle la cabeza.

– ¿Tanto tiempo tardas? ¿Te pesaba el cuerpo? ¿Tanto te costaba apresurarte en levantar tu maldito trasero para venir abrir la puerta? – hablaba con un tono enojado la morena alta – ¡He perdido mi valioso tiempo con GodJihyo para venir aquí a ayudar a la idiota de mi mejor amiga! ¡YA SAL DE TU ESCONDITE, ENANA INCULIABLE! – gritó y una Chaeyoung hecha un manojo de nervios y las mejillas sonrojadas salió de detrás de un árbol.

– ¿Qué caraj... –.

– ¡Bien! Disfruten su cita, ahora iré a ver a Jihyo que me espera en traje de baño – dijo con una mueca pervertida y como si de Flash se tratara, se retiró del lugar dejando a dos chicas solas.

Una yacía estupefacta y la otra totalmente avergonzada.

– Ho-hola... – saludó la pequeña acercándose a una Mina que seguía petrificada – E-eh... esto es para ti – habló suavemente extendiéndole a la japonesa una pequeña cajita de chocolates.

Al ver que Mina no le prestaba atención, sus nervios aumentaron y comenzó a mover la cajita frente al rostro de la castaña para hacer que salga de su trance.

– Ah, ¿yo también tendría que ponerme traje de bañ... ¿eh? – parpadeó varias veces para dirigir la mirada a la coreana – ¿qué es esto? – preguntó tomando la cajita.

– Son cho-chocolates con menta... descuida, no saben a pasta dental – rió entre dientes tratando de bromear pero la japonesa sólo alzó una ceja.

– ¿Qué te sucede? ¿Me quieres engordar? No quiero tus malditos chocolates, se los daré a Momo – dijo cortantemente.

– N-no... yo pensé que... bu-bueno, quizás... un regalo no estaría mal y-y... yo... lo siento – tartamudeó bajando la mirada y la castaña giró los ojos.

«Te estás comportando como una idiota» se regañó Mina.

Sin responder entró a su casa para lanzar el regalo de Chaeyoung al sofá sin importarle que los chocolates se desparramaran por todo el lugar, cuando volvió a salir vió a una pelicorto cabizbaja que se mordía el labio.