She? My crush

10.3K 1.1K 1K
                                    

¿Conocen esas historias clichés donde el nerd del instituto se enamora de la hermosa chica popular? Pues, este no es el caso.

Si bien, Son Chaeyoung no era el tipo de chica nerd, pero sí poseía una reputación un tanto... extraña. La famosa "Casso Oppa" era conocida por sus lindos dibujos de chicas desnudas, todos los días, al menos 10 chicas iban corriendo donde la pelicorto para suplicarle que las retratara y quizás les hiciera algo más, pero Chaeyoung no tenía ni la más mínima intención de ceder.

La coreana quería retratar sólo a una y una muy difícil.

Mina era el tipo de chica popular que tenía a todo el mundo a sus pies, una chica que poseía una sonrisa encantadora que podía hipnotizarte en tan sólo segundos. Muchos creerán que al ser una chica con una personalidad tan petulante y engreída, era una zorra que se acostaba con cualquiera pero la realidad era que la japonesa jamás en su vida estuvo con alguien... ni un faje, ni un beso, ni un sólo novio en sus 19 años, ¿por qué? simplemente la castaña esperaba al chico ideal.

Todo radica desde la cafetería de la escuela, en donde la famosa J-Line se sienta en una mesa casi en medio de esta, teniendo la atención absoluta de todos los estudiantes, el problema... era que la Maknae Line se sentaba a tan sólo unos metros de ellas, lo que las hacía sentir incómoda.

Esas tres chicas con aspecto divertido y a la vez atractivo, podían ponerle los pelos de punta a las chicas japonesas y no entendían por qué, eran el único grupo que lograba sacarlas completamente de sus cabales.

– Te está mirando, Momoring – murmuró Sana en el oído de la nombrada que levantó la cabeza para encontrarse con los casi inexistentes ojos de una chica peligris.

– Mierda, esa mugrosa me mira mucho y me pone nerviosa – se quejó tratando de esconderse detrás de la rubia.

– Le dan mucha importancia al trío de enanas – comentó entre dientes Mina, que yacía comiendo tranquilamente su ramen.

– Pues, Tzuyu no es para nada enana, es una jirafa – rió mirando a la morena que le regalaba una mirada asesina.

«¿Esa chica nació de satanás?» pensó Sana con un poco de temor.

– Bueno, ella es la excepción y además, pienso que ella es la única cuerda de ese grupito – Mina ya comenzaba a irritarse por la conversación.

Todos los días lo mismo, el único tema que hablaban era de las Maknae.

– No creas eso, Mina, ¿no recuerdas el incidente en el laboratorio de ciencias? la Yoda casi incendia el lugar y ¿qué hizo? ¡bailó arriba de las mesas en medio de todas las llamas! – exclamó la rubia y Mina rodó los ojos – es la puta ama del humor negro y el sarcasmo, además tiene un baile de helicóptero muy divertido – rió recordándolo.

– Yo creo que la más centrada es Chaeyon – dijo Momo pensativa.

– Es Chaeyoung – corrigió Mina – y puede que tengas razón, a pesar de que se ríe por cualquier cosa, esa petisa es un poco más tranquila las demás – concordó con su amiga.

De repente, Momo empezó a reírse de la nada muy escandalosamente y sus amigas la miraron raro.

– ¿De qué carajo te ríes? ¿Comiste verga de Dahyun o qué? – preguntó Sana con una mueca de confusión.

– Oh, Dios – se limpió unas lágrimas – ¿recuerdan cuando Chaeyoung le dijo el piropo de la oreo a Mina? – volvió a reír en alto y esta vez Sana le siguió.

– Demonios – maldijo Mina por lo bajo sonrojándose a más no poder – ¡Esa idiota sólo quiso molestarme! ¿Saben que ahora me dicen Oreo Japonés? – preguntó molesta a sus amigas.

La rubia se miró con la pelinegra un momento y luego a su amiga para estallar en risas nuevamente captando la atención de todos, incluso de la Maknae Line.

– Carajo, me voy – Mina de levantó de su mesa para alejarse lo más posible de sus dos locas amigas.

La castaña caminó por la cafetería en dirección a la salida, gruñendo un poco y dándole una mirada de muerte a todo aquel que suspirara y silbara en su dirección, odiaba eso. Estaba a punto de salir cuando una mano fría le toma la muñeca haciendo que se detenga.

– ¡Sáquese! ¡Está fría! – se quejó la japonesa apartando la mano volteándose para encarar a la persona que detuvo su camino.

– Hola para ti también, Mina – sonrió encantadoramente la pelicorto.

Mina suspiró pesadamente y la miró con seriedad tratando de intimidarla, pero sólo obtuvo una sonrisa mucho más grande por parte de la pequeña chica.

– ¿Qué mierda quieres, Son? – preguntó irritada.

Chaeyoung miró para todos lados y se acercó a la castaña que retrocedió.

– ¡Yah! No te alejes, quiero decirte algo privado – pidió.

Mina giró los ojos y se agachó un poco para que la chica pudiera hablarle al odio. Al sentir la respiración de la pequeña en su cuello, una corriente eléctrica la invadió y se estremeció un poco.

– ¿Podrías apurarte? – pidió nerviosa y Chaeyoung rió ante eso.

– Ojalá fueras panadera para que me glasearas la dona – dijo en un susurró seductor y se apartó riendo.

– ¡Eres una idiota! – gritó sonrojada a más no poder y salió corriendo del lugar.

– ¿Qué le dijiste? – preguntó Dahyun a su amiga que sonreía satisfecha.

– Nada, sólo unas simples palabras de amor – mordió su labio y se encaminó a la salida – la tengo loca – triunfante caminó dando saltitos.

•••••••••••••••••••••••••

Mi Dulce Albañil Piropero |Michaeng|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora